martes, 25 de septiembre de 2018

LA QUIROPEDISTA



En el II Frente Oriental Frank País

Recuerdo una compañera bajita y rechoncha, parecía una galleguita,  ya no era joven, se me antojaba con una tristeza lejana, y un cansancio secular, siempre andante, y jadeante creo tenía los ojos azulosos y el pelo corto y claro casi rubio,  una persona muy humilde, me la encontraba a menudo con una bata blanca siempre desabrochada y arrastrando un carterón  negro donde llevaba todo lo necesario para ejercer su oficio, curar y aliviar el dolor de los pies.  Hablamos muy pocas veces. Un día me dijo quiere que te los mire, le di las gracias, pues no lo necesitaba. Subía a la zona rebelde muy a menudo,  estuviera el tiempo bueno o malo o presionado por el ejército de Batista no sé cómo se las arreglaba,  dormía donde la cogiera la noche. Entraba creo por las avanzadas en la direccion de la zona del capitán  Furry  (Abelardo Colomé Ibarra) por  el Paraíso era muy bien recibida en los campamentos rebeldes, nunca supe su nombre

La yagüita



 Se celebraría el Primer Congreso del PCC y yo había sido seleccionado como delegado por el Cuerpo de Ejército de Holguín, y nos fuimos a Santiago de Cuba después de una emotiva despedida de la población en la estación central de trenes.
 Abordamos un coche que tenía un letrero que me llamó la atención: decía MINFAR Baracoa, lo que tendía a confundir, pero lo que señalaba era que el vagón estaba destinado a ambas delegaciones. Arrancó el tren y se impuso de inmediato el carácter nacional: nos pusimos a buscarle la boca a los baracoenses.
 Resulta que yo soy de Guantánamo y siempre estaba con estas bromas del regionalismo, por el aislamiento que antes tuvo este lugar: que si los baracoenses rompían cocos con las manos, que si montaban en buey y, así, todo relacionado con el coco. El comandante Pancho González estaba cantando rancheras, de momento se me sentó al lado y me dijo: “estos salaos creen que me están vacilando haciéndome cantar rancheras y quien los está vacilando soy yo, a ti si te voy a cantar aquí bajito las últimas que me aprendí” y me disparó una sarta de rancheras de los Tigres del Norte. Entre ranchera y ranchera las bromas con los baracoenses seguían. Devorábamos kilómetros en aquel tren especial, ya las bromas estaban al rojo vivo, entonces se paró Carlos Cruz Samada, el más viejo y serio de todos nosotros,  muy solemne, mirando a todos, yo pensé que nos iba descargar y dijo: “bueno, ya está bueno de fastidiar a los compañeros, ustedes están equivocados, pues ya Baracoa está saliendo de su atraso, está progresando, hasta una fábrica de helado pusieron, un Copelita con barquillas y todo, fíjense que un campesino amigo mío bajó de la loma al pueblo y al regreso le decía a su mujer: “Cacha, ya pusieron una fábrica de cucuruchitos fríos y son tan ricos que hasta la yagüita de afuera se come”.
 Aquello, como es de suponer, se fue abajo: “hasta los baracoenses se rieron”.
 (El cucurucho de Baracoa es un dulce de coco, a veces ligado con piña que se envasa en un recipiente de yagua)

El Morito


Amín el morito, como era conocido por su físico, era un tipo flaco, nariz larga y afilada, de mediana estatura,  pelo abundante, ensortijado  negro y ojos pequeños, evasivos color del moco, había nacido en Caimanera, en el Nunque, barrio de trabajadores de la base naval norteamericana ubicada en la bahía de Guantánamo. Para llegar al lugar existía  a lo largo de la costa una callecita estrecha de un arenón negro  y húmedo,  a veces mal oliente. A ambos lados del callejón estaba lleno de pequeñas  casitas de madera, construidas sobre  pilotes de caigüirán  adentrados en el mar. De las letrinas de las viviendas, las olas llevaban las excretas a la orilla, que acentuaban su color, aún más  con el negro de las piedras.
 Su padre, el viejo Elías Bechir,  hombre compasivo y noble, tenía en el patio un bajareque al que llamaba su taller de carpintería, poblado de pequeños cangrejitos que la marea dejaba y que desaparecían a la velocidad del rayo al menor ruido. El lugar se  inundaba en ocasiones de agua salada, cuando la marea  era fuerte y  el norte soplaba,  de un fango negro de un penetrante olor a pescado podrido.
El viejo, muy joven,  había emigrado de Monte Líbano cuando en el país existía la administración francesa. Descendiente de  árabes, originario  de la aldea de Zablah en las montañas de norte del país.
De su padre Emile había  heredado el oficio de  carpintero. Al llegar a la isla  vino recomendado al pobladito de Cueto en el Oriente, lugar donde existía una colonia de libaneses, dueños de comercios. Aquí conoció a Josefa con sus negras trenzas, la que sería luego su mujer, esta pasaba unos días en la casa de un pariente y detrás de ella se fue para Guantánamo. Allí vivían  muchos paisanos que le ayudaron, se casó y se radicó en Caimanera,  lugar en que nacieron sus hijos Amin y Sabra.
Josefa en la madurez se convirtió en una bola de grasa, con un culo que parecía una jamaiquina vieja, con el carácter apacible y tranquilo de una vaca.  Sabra, tenía una figura aceptable, tal vez muy bajita, de un pelo rubio, ojos azules, nariz afilada y una sonrisa agradable,  rápida para abrir las piernas, con el mérito que lo hacía solo con cubanos, novios y por amor.
El viejo hacía trabajos por encargo para la Base Naval; a pesar de la educación del padre el morito, tenía algún gen defectuoso, genéticamente deformado, comenzó a tener problemas de conducta desde temprano. Caimanera había sido un burdel, para la marinería yanqui acantonada en el enclave y para los marinos yanqui, canadienses, ingleses filipinos, portorriqueños de la Navy, y de otras nacionalidades que la visitaban.
El lugar estaba llenos de putas, chulos, rateros, y gente del hampa de todo tipo, había un negro como de seis pies  y pico, de 750 libras de peso, con un aliento capaz de matar un mosquito en pleno vuelo. Venía de un central cercano, sus comidas eran célebres; antes de cada una, para moderar su voraz apetito engullía una lata de la que llamaban de gas, llena de plátano verdes sancochados, luego una copiosa comida, de potajes arroz, carne de puerco, viandas, etc. Sandalio el volao, que así se llamaba el hombre, era dueño de un pequeño bar con cinco putas de los montes de Baracoa, que también degustaba. El lugar estaba cerca del larguísimo  muelle, que penetra aguas adentro  de mas de no se que distancia, además prestaba dinero a interés, era también  garrotero.
El morito a pesar de solo tener 12 años, dada la amistad con este sujeto, conseguía favores gratuitamente de las pupilas, además el niño despuntaba como tremendo estafador y timador;  también el dueño lo utilizaba en sus negocios. Sandalito reclutaba guajiritas de los montes del valle y comercializaba con cigarros sacados clandestinamente de la base, llevaba a las mujeres a un rancho cerca de la patana fronteriza, americana, en el río Guantánamo, para que los marinos  brincaran la cerca y  tuviesen relaciones sexuales. Cuando él no iba, mandaba al morito.
 Y pasó el tiempo, atrás quedaron los días de pescar pequeños tamboriles en la pasarela de madera que conducía a la salina, el olor a el Kibbeh, carne de vaca, cruda, frita o cocida que el viejo preparaba los domingos.  Ami cuando no estaba  retenido en el apostadero naval de la marina, en el cuartel de la Guardia Rural,  estaba en la policía; cuando no estaba preso, lo estaban buscando. No salía de un problema para entrar en otro, siempre andaba metido por los bayuses de Guantánamo o Caimanera, en líos de putas.
Dando tumbos se fue para la Habana a la casa de unos parientes en el Diezmero, allí conoció a jineteras, aprendió a diferenciarlas,  las diplomáticas  eran las que se paraban en la 5ta avenida y 44, las de Popis eran las corrientes. Vino a parar a la zona de Holguín, por acá se relacionó poco, se recogió el pelo y lo metió en una boina color beige  claro, se dejó la barba y unos espejuelos oscuros,  le cambiaron su fisonomía, tenía algún ahorro, compró un motocicleta y un plan bien definido, comenzó a merodear el aeropuerto internacional, se situaba en un punto cómodo a observar la llegada de los viajeros.
Esta observación duró cerca de tres meses, su sagacidad natural salió a flote,  se especializó en clasificarlos, sabía cuando eran turistas primerizos al país de  los que eran abordables, otros unos pobres diablos que habían comprado por un paquete turístico un reinado de dos semanas, eliminó la idea generalizada de que todos los españoles eran gallegos y que todos  tenían una bodega en la esquina, que los narras  o paiza eran todos los que tuviese ojos rasgados de chinos y que  tenían fondas,   vendían hortalizas o eran cocineros, que todos los europeos más o menos  eran polacos, que tenían quincallas o vendían baratijas y que todos los árabes eran árabes narizones.
La espera terminó una mañana clara y fresca en que divisó lo que estaba esperando, alguien a lo que su físico se aproximara. Vio a un tipo que a sus ojos podía pasar por su hermano. El recién llegado llegó un domingo a las 9:40pm procedente de Toronto, Canadá, lo observó detenidamente,  el tipo tenia clase, caminaba con aplomo, no pudo por la distancia oír su voz,  dedujo que si venía de Canadá era probable que fuera de habla inglesa o francesa, esto complicaba un poco las cosas. Del hombro le colgaba una laica de video de las caras por lo tanto no era uno de los turista escasos de dólares que tanto había observado en su vigilia,  vestía con sencillez pero con  elegancia ropas deportivas.
El viajero tomó un taxi y se dirigió a la ciudad, le fue fácil seguirlo con la moto; al penetrar a la ciudad, cerca de la estación del ferrocarril se le perdió de vista, pensó que podía dirigirse al hotel Pernik, atravesó por el Reparto Peralta, al llegar a las esquinas de las casas de las que llamaban las barrigonas por ser lugares habilitados para mujeres en estados con peligros de abortos, vio el vehículo con las luces encendidas frente a una de las casas donde alquilan habitaciones a extranjeros, continuó la marcha y se detuvo a mitad de la cuadra, debajo en la sombra de un gran roble. Esperó hasta que el auto partiese, entonces se fue a dormir, al otro día temprano, se sentó en un pequeño parquecito donde la persona debía de pasar obligatoriamente si se dirigían al centro y esperó.
Después de las 8:00am, el turista salió caminando despacio en su direccion,  el tipo vestía un pulóver rojo que decía Toronto,  caminaba con aplomo y confianza.  sus cálculos eran correctos, venia en su direccion, Amin lo saludó con la mano y —en inglés dijo—  Alo— —Hola—— dijo el turista, deteniéndose brevemente
      —— lo siento, no hablo inglés— por el acento pudo percatarse de  que era español—— perdón pensé que eras de habla  inglesa, —dijo mirándole la cara—pues no, ya vez que hablo igual que tú—
La única diferencia pensó Amin es que el tipo es más colorado que yo pero esto no es determinante con un poco de sol se resuelve
    ¿-Es la primera vez que vienes a Cuba ¿ ——preguntó Amin— ya detenido en la acera-—pues si—,permíteme presentarme, me llamo Amin, pues yo, dice el turista, —me llaman Pablo,— ¿ Te interesaría conocer, lugares de interés, playas, mujeres?
--Pablo observó detenidamente al cubano, no le pareció peligroso, era un hombre bien vestido, además algo familiar tenía que le daba tranquilidad y confianza —pues si no te molesta te voy a acompañar y enseñarte la ciudad y luego me das lo que quieras.
     —OK—, está bien. Dijo Pablo, — oye, te has dado cuenta del parecido físico que tenemos, hasta parecemos familia A lo mejor vuestra familia es descendiente de uno de mis ancestro, pues vinieron acá a pelear contra los cubanos,
— a lo mejor,—dijo Amin sonriendo lo condujo al parque central, a la Periquera cuando Amin le dijo el porqué del nombre Pablo lo celebró con una carcajada.
En Pico Cristal lo abordó una mulatita espigada que se daba un aire a Noemí Campell, Pablo no desdeñó la compañía femenina, cuando llegaron a la casa donde se alojaba la dueña cortésmente le dijo que tenía que reportarla a emigración, la muchacha conocía el procedimiento. Pasaron varios días, Amin le sugirió visitar Santiago de Cuba y así lo hicieron, le fue sacando poco a poco información, supo que Pablo solo tenía una hermana casada cerca de  Barcelona, en un pueblecillo llamado Villafranca de Panedes,  que no veía nunca, que no tenia un trabajo fijo, que trabajaba en lo que se presentase, que había sido taxista en Barcelona, minero en Murcia, patrullero en Málaga y había echo la Mili en las Baleares, que no tenía un domicilio fijo, que su ultima vivienda fue en una pensión en la Puerta del Sol en Madrid. Observó que Pablo tenía tarjetas de créditos Visner y Visar, ambas con un buen respaldo 10 000 euros y la otra  de 23 000, la foto del pasaporte no presentaba problemas pues era un Pablo más joven que el actual, y el permiso de estancia era de tres meses.
Lo que sucedió más adelante fue bastante fácil, en una noche de juerga en Santiago con jineteras, lo llevó en la moto a las afuera de la ciudad, le quito todas las ropas  y se las puso, una cadena con un medallón de la virgen del Pilar y un Seiko.  
Pablo estaba tan borracho que no opuso ninguna resistencia, después de  estrangularlo con un alambre  lo tiro en un antiguo pozo  de mina abandonado cerca de la playa el Cuero, por la madrugada fue a la casa donde estaban alojado en el reparto Sueños, pagó y salió con rumbo a  Casa Granda, allí se registro con los datos de Pablo. No levantó ninguna sospecha, era su prueba de fuego, la carpetera del hotel fue muy amable y le deseo una feliz estancia, y le recomendó que visitase algunos lugares de interés, como el Santuario del Cobre; él le preguntó sobre la virgen de allí, luego con su nueva personalidad, se mudó a una de las casa donde alquilan,  se fue metiendo en el personaje, al igual que hacen los artistas en una obra teatral, rentó un auto por una semana en Habana Autos, todo fue normal, con su cámara digital al hombro tomaba películas de la gente sobre todos mujeres. Pablo solo tomaba Brandy fundador, el continuó esta costumbre, modulaba la voz y acentuaba en la dicción la z, las tarjetas le brindaban cierta holgura, frecuentó algunas jineteras, además había vendido el motor, por lo tanto poseía algún dinero cubano.
Cuando cobró confianza una mañana se presentó en el aeropuerto, en la oficina de Iberia y sacó el regreso a Madrid, actuó con toda naturalidad, fingiendo una ronquera que no le permitía hablar alto, lo hacía susurrando, remarcando la letra z, la españolita que atendía ni si quiera lo miró mucho, pues escogió un momento de afluencia de público.
 A él le  extrañó un poco que Pablo no tuviera el boleto de regreso y que el celular no recibiera llamadas, pero pronto lo olvidó,  a los dos días voló a Madrid, durante el vuelo no habló con la compañera de asiento que resultó una mujer vieja, de gesto huraño. Actuó con sangre fría y naturalidad. Al llegar a Barajas en la oficina de emigración, al entregar su pasaporte, le dijeron que pasase a una habitación contigua, fue arrestado ante su asombro, por la guardia civil, conducido por una pareja de carabineros a un cuartelillo en las afueras del aeropuerto, le enseñaron un libro donde aparecía su foto y sus generales, buscado por las autoridades como autor de un asesinato  cuando era miembro de la Legión  Española,  el muerto había sido un legionario, además aparecía como prófugo del presidio de la localidad  Sevillana de Carmona. Fue conducido a la prisión del Erial, después de los tramites de rigor fue llevado a un pabellón de ex militares, allí algunos lo miraron con desprecio como si conociesen de la historia vieja; él pensó que debía  aclarar las cosas, decir quién en realidad era él, esto lo haría al otro día. El compañero de celda un tipo rudo y poco comunicativote dijo  : --- Así que tú fuiste el matador de Manolo--- despertó a media noche, estaba amordazado y amarrado, esa noche fue torturado, luego estrangulado, antes de morir supo que era por la muerte del legionario Ortega. Había estado tres  días en España.

martes, 18 de septiembre de 2018

LAS COMPAÑÍAS SERRANAS


 Por Alfredo Ballester Parra

Al crearse las milicias campesinas, éstas devinieron en las montañas como Compañías Serranas. Eran una formación militar típica de 100 personas, organizada en tres pelotones y este a su vez en 3 escuadras, cada escuadra con 7 personas, cada una con su jefe, así como los jefes de pelotones, ninguno de ellos profesional.
La jefatura de la Compañía la formaban el Jefe de la Compañía, inicialmente, y un instructor político que más adelante serían profesionales; estos eran por lo regular campesinos jóvenes que habían cursado una escuela elemental de preparación militar, y que pertenecían a la misma  Compañía.
A los jefes de compañías lo seleccionamos de la misma zona, eran campesinos con prestigio, líderes naturales. Estos se enviaron más adelante a otros cursos militares de corta duración. También contábamos con oficiales de milicias del curso para este personal que existía en Moa, gente joven, por lo regular solteros, algunos de ellos  luego alcanzaron grados de coroneles. El instructor político era por lo regular  un obrero o un campesino joven, que había cursado la escuela de instrucción política ‘’Osvaldo Sánchez’’enLa Habana. Trabajaban con el personal de las compañías, los ayudaban en sus gestiones, también con el resto del barrio, les daban informaciones, organizaban la lectura de la  prensa y otros materiales de estudios políticos, impartían charlas, se ganaban el cariño y el respeto de todos. Esta actividades les permitía tener un conocimiento profundo de sus subordinados, estos dos oficiales vivían en las construcciones que los mismos campesinos habían levantado como jefatura de la compañía comían en la casa de algunos de los miembros de la compañía, los víveres lo recogían semanalmente en las jefatura de los sub. Sectores, esta convivencia de estos jóvenes oficiales de milicias que no eran de la zona, creó una relación afectiva, que generaba un impulso en este campesino sano de segur a estos jefes en cualquiera circunstancia que se presentase en una situación de combate los jefes de los sub. Sectores por lo regular eran capitanes u oficiales del Ejercito Rebelde, serenos y resueltos curtidos por el sol, tenían la experiencia de la guerra de guerrilla, no estaban todavía inspirados por las escuelas militares, o determinada táctica, que no fueran las elementales de actuar con inteligencia y lógica ante la situación que se presentase, como el cerco y los peines.
 Estas formaciones se creaban en los caseríos y poblados de las montañas, casi todas contaban con locales rústicos para reunirse y guardar el armamento: también se incorporaban a los que vivían en las periferias, todos se conocen, son vecinos, hay un sentimiento de hermandad y comunicación entre sus integrantes, compadrazgos, lazos consanguíneos, algo común en nuestros campos; existe una voluntad y confianza, la fuerza emotiva que movía a los integrante de la compañía era muy fuerte; existe un entendimiento y un compromiso, estos hombres tenían en común un pasado similar y un futuro compartido, la certeza de que existía algo mejor, los hermanaba un mismo destino y la esperanza de algo diferente a lo que habían vivido hasta ahora.  Sin existir el requisito de selección este surgió en forma natural, por los propios integrantes de estas unidades, había que reunir, el requisito de integridad moral y revolucionaria para integrarlas, en nuestro caso la gente estaba muy politizado, era el resultado del trabajo durante la insurrección de la Comandancia Central del II frente, De las asociaciones campesinas de las tradiciones de lucha de la región, por las compañía se comenzó el crecimiento al partido y la alfabetización
Todo esto redundaba en una mayor agresividad, en una necesidad de acción, se creó un espíritu de grupo, casi todos eran personas alegres, generosas, cooperantes, conscientes, decididos y responsables  La lucha contra bandidos fue, para los que la vivimos, otra guerra, las ideas por la que luchan los hombres y sus cualidades morales se convierten en fuerzas motrices por la acción e influye directamente en su capacidad combativa.
Por lo regular los miembros de la Compañía en su mayoría eran personas jóvenes, los había viejos, blancos, negros, mulatos, mestizos, descendientes de haitianos, chinos caribeños, españoles,  en fin cubanos, todas la razas del archipiélago estaban allí, así como variadas las creencias religiosas, eran gente adaptadas a la vida dura de las montañas, con un sentido de la orientación natural, el haber nacido en otras alturas, un clima sano, frío, los hacía unos excelentes caminadores, con una resistencia a toda prueba a caminar en el fango, loma arriba y loma abajo, dormir en el monte, pasar noches sin pegar los ojos, caminar descalzos, lidiar con los mosquitos y los bichos, ninguna dificultad por grande que fuera los detenía como es lógico tenían un gran conocimiento del entorno el buscar ganados perdidos, la recogida del café, adentrado en el cafetal todo el día ,el desmoche de las palmas todos estos factores desarrolla en el individuo un conocimiento del medio, en muchos se había desarrollados habilidades como rastreadores, captaban señales que para otros no decían nada, estos ojos  expertos o entrenados que no escapaban los detalles que captaban ramas rotas, cabos de cigarros, de tabacos, pisadas, yerba removida. Estas Unidades Serranas, compuestas de hombres hechos al trabajo al aire libre, curtidos por el sol, a toda prueba física y de lealtad natural hacia sí mismo, y a lo que avizoraban en su futuro, los convertía en inmejorables soldados. El resultado fue una unidad de infantería ligera de montañas, muy especial, con una movilidad tremenda y un poder de fuego respetable, una altísima moral combativa, que determinaba su disposición sicológica de luchar y soportar las duras pruebas de la guerra, además, que actuaban en su medio natural rústico, que conocían a plenitud; no necesitaban adaptarse, .estas personas estaban adaptada al medio, al salir de operaciones el medio no variaba.
En su mayoría eran obreros agrícolas, eventuales, aparceros, arrendatarios, precaristas, partidarios y algunos pequeños propietarios.
Todo lo anterior sobre las características de estos hombres son mis vivencias con los mismos, es interesante la similitud del tema lo que dice el historiador  Francisco Pérez Guzmán en su libro Radiografía del Ejercito Libertados 1895—1898; Sin dudas la construcción del Ejercito mambí, con más del 80% de sus efectivos con una vida rural, posibilito dotarlo de ciertas características singulares que le permitieron realizar la estrategia militar trazada por el alto mando del Ejercito Libertador. Curtido por las labores del trabajo en el campo, los insurgentes estaban más que  preparados física y psicológicamente, para afrontar las penalidades derivadas de una guerra irregular como la realizada por los independentistas cubanos. Estos hombres podían soportar largas marchas bajo el intenso sol del verano caribeño, como de los constantes aguaceros. Conocedores de los secretos de la flora y fauna cubana, se habilitaban de calzados rústicos, se protegían de la lluvia al utilizar la yagua como impermeable, podían alimentarse en condiciones extremas con palmito y con miel de forma cotidiana ,atender sus heridos y curarse de algunas enfermedades mediante la botánica cubana, Quizás con las correspondientes excepciones, todos sabían montar a caballo y, en el caso de los camagüeyanos, ser magníficos jinetes que arrancaban elogios, hasta de los militares españoles quienes lo plasmaron en sus escritos. El machete, uno de sus instrumentos de trabajo, se convirtió en arma de combate, Y los macheteros expertos en cortar la caña de azúcar, aplicaron toda su habilidad y experiencia, para dar cargas de caballería y de infantería, En resumen para estos hombres de campos las penurias materiales experimentadas en la lucha amada no marcaban grandes diferencias con las que padecían en tiempo de paz(fin de la cita)
 Las áreas de reunión y armarse de las compañías serranas estaban en un punto central donde vivían. Para reunirlos se les avisaba a los jefes de las compañías a través de líneas de teléfonos heredadas del Ejército Rebelde en el caso del II Frente, y las que no, se elaboraba de antemano. El aviso  en el área de la compañía era por lo regular sonoro, un cobo (grandes caracoles marinos), algo que ya hacía mucho esta forma de aviso conocían nuestros campesinos ,también una llanta de camión situado en un lugar que se oía a una larga distancia, además existía el aviso de persona a persona. La comunicación de este tipo en las zonas rurales es a veces más rápida de lo que nadie se imagina.
Entre los integrantes de la compañía existía un proceso de compromiso que generaba acciones de transformación que contagiaban también la confianza en lo que dejaban detrás y en sus dirigentes. Cuando salían en formaciones militares movilizados a otros lugares, por ejemplo de la zona de Mayarí Arriba al Escambray , los que habían quedado en la retaguardia garantizaban junto a sus familiares, sus mujeres, la recogida de las cosechas, su café, sus frutos, la atención medicas en los hospitales rurales.
Después de pasado un tiempo movilizado, se enviaban a sus barrios compañeros que traían cartas y paquetes para el personal. En nuestro caso recibíamos información de los compañeros que habían quedado al frente de la U/M y del secretario del PURS, Todos estos elementos de organización y muchos sicológicos, sumados, conformaron una de las unidades de montaña entre las mejores del mundo., su poder radicaba fundamentalmente en el hombre. La formación de pequeñas unidades permite la movilidad, y la prontitud, el hombre aligerado de peso puede moverse rápidamente.
La guerra de guerrilla se remonta a la guerra napoleónica, los enfrentamientos nacionalista o Ideológica estimulo la táctica y estrategia guerrillera.
Las unidades de montañas no es algo nuevo, durante la II Guerra Mundial existieron  unidades especiales de este tipo de fuerzas armadas en los ejércitos italianos, alemanes. Hasta en la Cabaña en Cuba, hubo baterías de artillería  de montaña con cañones a Lomo M1906 y de 75 Mm., también grupos de combates alpinos, en los Países Bajos, etc., eran soldados profesionales con entrenamiento especial, pero las nuestras fueron atípicas., la guerra de montaña se practico en un amplio frente entre Italia y Austria—Hungría durante la II guerra mundial ,con la intervención de tropas alpinas, adiestradas en el uso de esquíes ,también  los alemanes utilizaron divisiones de montañas en su campañas en Noruega


CAMPESINOS TODOS

 Existían otros factores muy importantes, como la comunicación con los pobladores donde actuaban, pues eran campesinos como ellos, ambos tenían los mismos problemas económicos, climáticos agrícolas, en otras palabras, hablaban el mismo lenguaje, era la misma cultura, costumbres, además del físico, no existen diferencias étnicas entre un montañés del Escambray y uno de la Sierra Maestra, o del II Frente Oriental. En el caso de Las Villas solo la preferencias de los campesinos de allí por las cercas de piedras, costumbre española y influenciado por el terreno llano, ambos tomadores de café, fumadores de tabaco, sombrero de yarey y machete a la cintura, amantes de un caballo de buen paso y trote y una montura tejana, de las tonadas guajiras, de un gallo fino ganador; un guateque y amigo de un buen trago de aguardiente. Quien conozca la idiosincrasia del campesino cubano sabe de su gusto por las canciones rancheras, corridos y películas mejicanas, y las décimas. Claro que conocían la psicología del campesino, habían sufrido el mismo abuso del guardia rural y del terrateniente, habían pasado la misma hambre, poseían el mismo sentido de justicia, la intuición política y la nobleza de nuestra gente de campo, eran conocedores ambos del reciente pasado. Solo el escenario político donde actuaban había sido distinto, durante la insurrección el del Oriente del país con su Sierra Maestra y su II Frente Oriental, con sus hijos y familiares incorporados a la lucha. Acá  los rebeldes habían sembrado una semilla diferente: seriedad, solidaridad  justicia y amor,





SEMILLAS O  PREMISAS

El Ejército Rebelde imbuido de los puros ideales de justicia social, el trato a la población, mostrando un gran respeto hacia las normas de vida de los habitantes, el trato correcto y humanitario a los prisioneros y heridos; nunca se supo de un maltrato, ni siquiera de palabras, es realmente increíble, con un comportamiento diferente a algunos de los integrantes de los grupos que se alzó contra el régimen de Batista en el Escambray.
En la guerra no solo son importantes los conocimientos militares, la causa y la razón por lo que se lucha es decisivo. He aquí un fenómeno para los teóricos militares burgueses que consideran que lo fundamental, en la conducta del combatiente, no es su conciencia política, sino sus propiedades biológicas y sicológicas, estas últimas inoculadas a través de una educación militar y castrense .no subestimamos en ningún momento la técnica ni la preparación física y mental del soldado ,la técnica de supervivencia, la tácticas de contra guerrillas, el cruce de rápidas corrientes de agua, la lucha en los pantanos el salto de helicópteros etc. En nuestro caso la compañía se movía u operaba en cualquier condición climática, solo necesitaba un nylon, una cantimplora y una misión. El momento era  decisivo para la supervivencia del joven estado socialista, el potencial militar de la población era enorme alimentaba el patriotismo entendido en términos de defensa de la patria contra los enemigos.


EL ARMAMENTO Y EL ABASTECIMIENTO

El armamento era ligero, las sub ametralladores soviéticas PPCH, cada hombre 120 tiros y una DP, ametralladoras ligeras de bípode, por escuadras, algunas granadas de fragmentación, todo esto inmejorable para el tipo de combate que se libraba, casi cuerpo a cuerpo, y también existían compañías armadas con R 2, fusil checo, arma sencilla de buena calidad y fuerte.
 Por lo regular los servicios de retaguardia cuando se operaba en la loma estaban cuando más a un día de marcha ida y vuelta, esto no ocasionaba ningún trastorno, pues lo imprescindible marchaba con ellos, las municiones en sus cananas, los accesorios para el mantenimiento de las armas, cada hombre llevaba en su mochila los medios para pernoctar: un nylon y una pequeña reserva de alimentos para 2-3 días, fundamentalmente latas de leche condensada, pollo checo enlatado, esto le permitía una autonomía y movilidad por varios días sin tener que pertrecharse, además de que el jefe de la compañía, dado el caso, podía comprar alimento si fuese imprescindible.
Se cocinaba por pelotones en operaciones y en los campamentos por compañías, unos dormían en hamacas, otros preferían el suelo, cazaban jutías y majaes que luego cocinaban, también un botiquín de primeros auxilios, un sanitario, botas de campaña, un pantalón verde olivo de una tela suave, pero fuerte, una camisa azul ligera y una boina verde olivo, que era la prenda mas calurosa, pero de difícil adquisición, que servía de fácil diferenciación de las prendas que solían usar los bandidos. En algún momento utilizamos helicópteros, tanques T.34, perros pastores alemanes rastreadores, entrenados por el Ejercito Soviético, muy buenos, pero nada superó al miliciano. También fue importante el aporte económico de las compañías, pues se movilizaban para las zafras de café, la caña y otras tareas agrícolas. Por estas unidades comenzamos la campaña de alfabetización, También eran el orden público en las montañas. Desde el punto de vista militar el empleo táctico y político  de estas unidades fue algo realmente único, su composición, el elemento  la psicología y las motivaciones, y la condición humana, de estos hombres, no he encontrado un antecedente con estas características en la literatura militar o algo parecido. Solo los vietnamitas crearon unidades ligeras de este tipo con alguna similitud a las nuestras preparadas para la lucha en la selva.
Las Compañías Serranas se subordinaban a los Sectores Serranos, estos eran Estados Mayores o jefaturas que se crearon en las montañas, cuando se avizoró por el alto mando que el enemigo pretendía hacer una guerra de guerrilla.
 Los Sectores Serranos se subordinaban a la sección del LCB (Lucha Contra Bandidos) de los Ejércitos. Estos se subdividían en varios Sub Sectores y estos a su vez en varias compañías de acuerdo a la cantidad de barrios que tenían. Operábamos por Batallones, 5 compañías conformaban un Batallón. Contábamos a cualquier nivel con estados mayores sencillos, solo con la cantidad de oficiales imprescindibles,y de guarnición o seguridad, en los Sectores Serranos existía un Pelotón de soldados regulares. (Muchachos de las montañas) Los sub. Sectores contaban con similar organización más pequeñas, estos junto al Partido, el MININT y en este el Buró de Bandas (en el caso de la región oriental al frente el compañero Eleno Fajardo) y las Organizaciones Revolucionarias Integradas, hicieron en aquel momento a las montañas un baluarte de la Revolución. Para que se tenga una idea de la organización militar de un sub. sector serrano, # 6 el de Mayari Arriba en  aquella época Diciembre del 1961  y  además  de algunas de las personas que convivían en aquel núcleo poblacional, tenía  13   compañías serranas una en cada cuartón (barrio rural),

FLEXIBILIDAD

Las estructura de los batallones serranos aunque obedecía a una plantilla no era rígidos, pues a decisiones de los ejércitos estas tomaban, una organización acorde a las tareas que fueran a cumplir, tal es el l caso A finales de 1961 las FAR para contrarrestar lo planes enemigos, sobre todo en el centro del país, se decide enviar a las provincias occidentales una fuerza oriental Serrana compuesta de 8 Batallones de montañeses que se denomino la División Serrana # 1 del ejercito Oriental inicialmente  bajo del mando del Comandante Demetrio Montseney  (Villa), oficial del Ejército Rebelde, de destacada participación en la lucha clandestina, que había acumulado un gran experiencia en la lucha contra bandidos y como jefe de la columna # 20 del II frente Oriental Frank País. Luego al ser enviado este a estudios a la antigua URRS lo sustituyo el Capitán del ER Omar Iser Mojena, el quien inicialmente había ido como jefe de Operaciones, un compañero con una buena preparación cultural, inteligente, de un carácter persuasivo y metódico La selección del resto de los oficiales fue por el EM del Ejército  de personal que pertenecía a los recientes sectores serranos, muchos de los cuales ya tenía alguna experiencia en la persecución de bandidos la organización que se formo fue la siguiente: Unidades combativas .Integrada por 8 Batallones. Cada Batallón de 3-5-compañías serranas.
Orgánicamente cada Batallón tiene una jefatura pequeña, operativa, integrada por el  Jefe de ’Batallón un   jefe de ’Plana Mayor y en esa estructura  tiene algunos especialistas como un oficial de armamento, un instructor político, un oficial de transporte, otro de suministros un oficial de información, aunque es preciso destacar que en la parte operacional el Jefe ’de Plana Mayor es quien asume muchas de las tareas de mando. También contaba dicha jefatura, como ocurría a nivel de jefatura con un enfermero (sanitario-camillero) destinada sus funciones para casos de primeros auxilios, derivados de las bajas que habrían de producirse en medio de las acciones combativas contra las bandas contra revolucionarias , en los cercos , peines y otros tipos de encuentros operacionales.
Nuestro pueblo castró el bandidismo, engendro de la política yanqui, los montañeses a través de las Compañías Serranas se sintieron y fueron los grandes protagonistas de esa historia, porque confiaban en la llegada de un mundo mejor, fueron dignos de admiración de esta manera queremos rendir homenaje a aquellos hombres que modestamente cumplieron con su deber. Existió también un batallón especial regular de lucha contra bandidos de similares características con las compañías serranas el 1ro de noviembre del 1962 un batallón del Ejército Rebelde del Caney de las Mercedes en Oriente fue enviado a reforzar las operaciones en el Escambray, se destacaron en la persecución de los bandidos capturaron muchos y tuvieron cuatro bajas luego en 1963 un batallón especial comandado por el Comandante Ejercito  Rebelde Walfrido Pérez, llego a las Villas para reforzar las operaciones pero ya este es digno de un estudio más profundo que no es mi propósito en este trabajo.
Las formaciones militares en las montañas jugaron un papel decisivo en muchas formas, fundamentalmente, en lo político, además lo más importante de todo, les permitió a los pobladores de las lomas defender su conquistas, luego fueron canteras para las tropas regulares. en La Sierra  Maestra, no fue una excepción  del confusionismo, por la propaganda del enemigo por la radio del exterior y la presencia de los terratenientes y campesinos ricos en las zonas ayudo a crear confusiones ,se decía que les iban a quitar las tierras a los campesinos , los animales, muchos  de ellos cayeron en la trampa y comenzaron a colaborar con el enemigo interno, nuestra estructura tuvo un fuerte sentido político la Sierra Maestra se dividió en el sector norte y el sur la división era toda la línea de la maestra el partido se dio a la tarea de aglutinar todas las organizaciones que comenzaban a crearse en bloques territoriales .El proceso de la creación del PCC ,de la UJC y de las asociaciones campesinas en el sector montañoso, estuvo dirigido bajo el principio de la unidad y la cohesión absoluta en torno a la revolución, fue designado en nuestro caso al compañero Alfredo Gonzales (Fello) el que llevo un método de trabajo ,practico, discutía con la gente, explicaba el programa de la revolución y trataba de convencer a la gente, se preocupaba por los problemas sociales, de los créditos a los campesinos, de la entrada de petróleo para cocinar, de los víveres, el método era operar sin burocratismo, con agilidad y diciendo siempre la verdad por encima de todo ,esto le dio al compañero tremenda autoridad  y creían en el firmemente, la eficaz labor que se desarrollo en la montañas en aquella época.
Hace más de 20 años  existen compañía  y brigadas ligeras de montañas en muchos lugares de la isla integrada por pobladores que cumplen su servicio militar en estas unidades dedicando una parte de sus actividades a tareas agrícolas, sin descuidar su preparación militar, estas unidades integradas por los nietos y bisnietos de aquellos montañeses fundadores de las compañías serranas continuadoras de aquella tradición, los actuales guardianes de nuestras montañas.   En un afiche de la época decía: MI MONTAÑA JAMAS SERA TOMADA, esto era lo que perseguía el enemigo, tomarlas, repetir la historia reciente, en aquel momento en sentido contrario, se les olvidó que solo había un Fidel y un Raúl y que los actores de aquella historia eran irrepetibles. Como es bien sabido y dijo Fidel, la lucha guerrillera es un arma formidable, pero como arma revolucionaria.

LAS TETAS CUBANAS


Por Alfredo Ballester Parra
 Recién la guerra había terminado habíamos salido una calida mañana  de nuestro  campamento de la 9 Brigada Motomecanizada cubana en Arba en Etiopía con el fin de realizar un breve reconocimiento  a una zona boscosa a la orilla del río Awasch, relativamente cerca.
Al timón del Was ,el viejo Sergio, chofer de guagua en nuestra capital en Cuba, tres compañeros reservistas, como escolta, ya que existía actividad de bandidos en el territorio, recientemente los bandidos habían capturados a cinco soviéticos que nunca aparecieron, también nos acompañaba Isabelita,  joven oficial de las FAR, y jefe de la oficina secreta de la Brigada. Enterada de nuestra salida, se empeñó en venir, alegando que no había ido  ni a la puerta. Hacía unos minutos que abandonamos la carretera que conducía al puerto de Asad, y nos habíamos internado en el polvoriento camino que conducía hacia en río atravesando  las curiosas construcciones de los Afar, pueblo nómada que vivían en la zona, semejantes a los Iglú esquimales, pero en este caso era con palos y gajos de los árboles, y el cercado espinoso contra los depredadores, llegamos a la orilla del caudaloso río, de aguas rojizas, por la erosión de tierra de este color que arrastraba. Pastoreando sus chivos estaban  varias muchachas Afar, bonitas, con sus típicas vestimentas y los senos al aire, son muy femeninas, en sus manos los cayados para arrear el rebaño; se acercaron  amigablemente, al ver una mujer con nosotros, pues por lo regular se mostraban un poco recelosos, nos saludaron, eran  muy jóvenes de piel muy negra, ojos picarescos, unos dientes blanquísimos y senos erectos, que los cubanos discretamente se lo admirábamos. Conversaban con Isabelita con mímica, gestos y se reían, mientras yo me dedicaba a observar el lugar, me aleje un poquito tomando algunas notas, al volver al grupo las muchachas le hacían seña a nuestra oficial que se quitara la camisa para ellas ver sus senos, Isabelita retrocedía y se negaba rotundamente, los cubanos apoyaban a las Afar, le decían chica, no seas mala con las muchachas enséñale las tuyas, mira como ellas te enseñan las suyas, eso no tiene importancia, Isabelita, les decía, Uds. pueden creer que no ,de eso nada, 

LAS SILUETAS PARA EL TIRO DE LA ARTILLERIA



 por Alfredo Ballester

Como en todos los periodos de preparación combativa  el oficial Chapman y otro compañero eran designados para  situar los blancos marítimos para el tiro de la artillería terrestre perteneciente a nuestra División, la UM 3278. En este caso los del grupo  cañones de 76 milímetros, bien tempano en las mañana salieron con el rumbo de Playa Blanca. Chapman  se montó en el bote remolcador y se alejó de la costa arrastrando con las siluetas montadas en sacos de yutes,   comunico por el R.115 la posición y se alejó, al regreso  se le dijo:-- oye negro,  que bien se veían los blancos pero estaban muy lejos,,—— a lo que Chapman  respondió: que blancos ni que blancos,   a lo que  estaban tirando Uds. era a dos barcos  de guerras  yanquis que se veían en el horizonte