LA POLICIA REBELDE
INTRODUCCIÓN.
Corría el año 1958 en Cuba, la cual
estaba dividida. Por un lado el tiranuelo, ex sargento Fulgencio Batista Zaldívar y sus
lacayos, como exponentes de la clase en el poder; del otro las tropas rebeldes
lideradas por Fidel Castro Ruz, como exponentes del pueblo.
El aparato burocrático - represivo de la
clase gobernante concentraba todas sus fuerzas para ahogar en sangre la
insurrección, el país estaba sumergido en la violencia, el abandono y la
corrupción; existía un clima de terror, a diario se asesinaba a personas, los
sindicatos en manos de politiqueros.
El deterioro político-administrativo de
los gobiernos se inició desde el surgimiento de la República, era parte del
panorama; desde la cúspide hasta el último funcionario saqueaban el tesoro
público y disponían de él como algo propio; el engaño, las enfermedades, el
hambre, la falta de hospitales, la prostitución, el juego y las drogas era algo normal.
A partir de 1933 las fuerzas armadas de
Cuba estuvieron comandadas por cabos y sargentos que en su mayoría resultaron
delincuentes comunes uniformados, alguaciles de las propiedades yanqui, una
República bananera en manos de unos cuantos manengues [1].La meta de
un oficial era llegar a ser jefe de un escuadrón o puesto de la guardia
rural para controlar el juego y la prostitución y así enriquecerse. La imagen que se tenía de Cuba en el
exterior, para muchos, era la isla de la rumba, el son, el café, el tabaco y
las maracas, pero para otros también era el traspatio de la USA, la zona de
tolerancia de los marinos y de una mulata desnuda como isla
sumergida en el Mar Caribe, con los pezones fuera del agua y una palma real en
la mano.
Las tropas rebeldes ubicadas
fundamentalmente en las montañas orientales, trataban de desgastar al enemigo,
consolidar sus posiciones y extender la guerra. El pueblo tenia un viejo sueño
de justicia, necesitaba un cambio y había pasado al apoyo total de la
insurrección armada, y no sólo daba los hijos y los héroes necesarios para
continuar la lucha; era una ola cada vez más creciente que
desafiaba la represión de la tiranía y se integraba a las
células clandestinas o se levantaba dentro de las ciudades a fin de no darle
tregua al enemigo común, ni
aún en sus madrigueras. La lucha armada
se iba extendiendo como una mancha de aceite de la Sierra hacia el llano y su
influencia era mayor en las zonas controladas por los rebeldes.
A lo largo de los últimos nueve meses de
la guerra, el Mando Central del II Frente Oriental decide crear algunos
mecanismos organizativos que propiciaran un orden interno más sólido en sus
territorios y que sirviera para normar la vida dentro de ellos de un modo más
generalizado.
El 28 de octubre de 1958 Raúl Castro
Ruz, Comandante Jefe del II Frente Oriental Frank País dictó la Orden Militar
No. 49, que se conociera como la Ley Orgánica, que en su artículo 14 planteaba
la Sección de la Policía Rebelde como una de las secciones de la Dirección de Personal e Inspección y
en su artículo 18, sus funciones.
Una fría mañana del mes de noviembre de
1958, fui llamado por el entonces capitán Augusto Martínez Sánchez y Manuel
Piñeiro Lozada (Barba Roja) (fallecido, para plantearme la misión de organizar
lo que sería la Policía Rebelde del II Frente Oriental Frank País. Por aquel
entonces la Comandancia radicaba en Mayarí Arriba (en el lugar donde hoy está
el Museo).
El compañero Reyes Carbonell ya había
dado algunos pasos iniciales en la organización
de ésta. Mi primera tarea en este cargo fue organizar la seguridad de la
Comandancia Central con los compañeros de la Policía Rebelde.
Por indicaciones de Piñeiro contacté con
Alfredo Reyes Trejo, que estaba en la zona de Olivera, y fue designado para
trabajar conmigo y posteriormente no solamente él, sino los hermanos Trejo
realizaron un meritorio trabajo en la organización de la Policía Rebelde.
El compañero Raúl Barreda tenía en la zona de Calabaza de
Sagua una escuela de reclutas, de donde fuimos nutriéndonos de cuadros, aunque
el núcleo inicial fue un personal que ya se encontraba en la Comandancia
Central y compañeros bajo mi mando que se encontraban en Soledad de Mayarí. En
aquel momento las acciones de nuestros frentes eran ofensivas y se ganaba
terreno al enemigo.
Al ser liberados los pueblos la labor de la Policía era
mantener el orden y realizar los menesteres propios de ese cuerpo. Por supuesto
operábamos con concepciones distintas a los cuerpos policiales que habían
existido antes en Cuba. Con anterioridad, desde que los cubanos teníamos uso de
razón, la Policía era una plaga temida; la corrupción y el asesinato andaban
juntos de la mano, no podía ser de otra forma cuando aquel 25 de noviembre de
1898 los norteamericanos intervencionistas trasladaron hacia Cuba al propio
jefe de la policía de New York para que organizara un cuerpo similar en
nuestras principales ciudades para reprimir y responder a los intereses de los
poderosos, esta
institución había nacido enferma y su historia a lo largo de su
existencia es un mal recuerdo de nuestro pueblo.
Al recibir esta tarea, Trejo y yo pensamos que teníamos que confeccionar unas normas,
reglas o guía para que los compañeros la tuviesen presente en esta función
completamente nueva para todos, elaboramos con
nuestra propia concepción e imbuido del espíritus de lo que avizorábamos en el
futuro una circular a mediados de Diciembre de
1958 que decía en síntesis lo siguiente:
...”Nos ha tocado a los hombres que
constituimos el Cuerpo de la Policía Rebelde la ardua y responsable tarea de
ocupar y mantener el orden en los territorios liberados por el Ejército
Revolucionario 26 de Julio, sobre cada uno de nosotros gravita de manera
directa tal responsabilidad y debe constituir nuestra mayor preocupación el
hecho de salir airoso y con éxito de esta responsabilidad que la Revolución ha
puesto en cada uno de nosotros.”
...“La Policía Rebelde es un cuerpo no
solamente creado para mantener el orden de los territorios ocupados por
nosotros, sino sus funciones deberán ser más amplias y profundas, ya que como
en los pueblos liberados por el Ejército revolucionario, es la representación
ante el pueblo del Ejército Rebelde.”
...“La Policía Rebelde, deberá estar
presta en cualquier lugar en que se encuentre, a ejercer su autoridad y
respaldar con esa autoridad, la justicia a los humildes, origen y causa de
nuestras luchas.”
...”Todo policía deberá cuidarse de no
aceptar halagos ni regalos interesados que tiendan a menoscabar el ejercicio
pleno de su autoridad, cosa esta corriente en los policías anteriores, habidas
en nuestra República, donde un tabaco, una cajetilla de cigarros o cinco pesos
disimulaban y cubrían inmoralidades.”
Aquellos días se sucedían en forma
vertiginosa, prácticamente no nos dio tiempo a organizar la Policía en el
territorio que tradicionalmente ocupábamos. Como dije, nuestra labor se
encaminó a organizar los poblados ya liberados. La primera experiencia la
tuvimos en la zona de Jamaica, Yateras, cuando ya se estaban tomando las
medidas para el asedio a Guantánamo,
y Villa organizaba la emboscada de la entrada al valle de esta ciudad.
Allí en Jamaica de Yateras hicimos contacto con Roberto Castilla, oficial rebelde a cargo del lugar lo impusimos de
las indicaciones que teníamos de Raúl y dejamos constituida la Policía Rebelde
en ese poblado, después nos dirigimos a Caimanera, donde
estaba el comandante Villa, jefe de la columna # 20, el mismo se
encontraba en una segunda planta, el local del Club de Guerra, le explicamos
nuestra misión y nos envió con el compañero que estaba en una de las casas de
la salida del pueblo Jorge Suárez Lorenzo (hoy general ®)
realizando con él , el trabajo de
coordinación de constitución de la Policía.
El trabajo o experiencia más positiva la
tuvimos en San Luis, La Policía
Rebelde se constituía en cada poblado con personal de las mismas tropas de las
columnas que operaban en la zona y milicianos del M.26.7.
Todo sucedía a gran velocidad; los muros
corroídos de la dictadura se derrumbaban, no podíamos darle respiro al enemigo.
Liberábamos poblaciones, pequeños poblados y constituíamos la Policía. Los documentos de la época, que acompañan este trabajo permiten evaluar como nuestras tropas avanzaban y también
el orden se organizaba en la retaguardia.
Después de esta introducción...
necesaria... comencemos esta Historia...
1.
ANTECEDENTES DE LA POLICIA REBELDE
Las patrullas
Inmediatamente después de su llegada a la zona de Piloto del Medio, al
norte del municipio de San Luis, el recién estrenado joven jefe de 26 años del
II Frente Oriental, sin perder tiempo, sólo las horas necesarias para acampar,
dormir y comer algo, explora el terreno. En su recorrido inicial, desde el 12
de marzo al 10 de abril, la ruta seguida fue en forma zigzagueante hacia el
noroeste rumbo a la Sierra Cristal, para después dar un viraje hacia el sur.
Una vez comprobada la inutilidad táctica de la Sierra Cristal para operar, con
un vasto territorio adyacente que brindaba posibilidades amplias desde todos los puntos de vista
necesarios para crear un frente guerrillero, que comprendía los antiguos
municipios de Mayarí, Sagua de Tánamo y Baracoa por el norte y Yateras,
Guantánamo, Alto Songo y San Luis por la banda meridional, que abarcaba más de
12 000 km2, poblados con medio millón de habitantes. Esta región
tenía una variada vegetación, abundaban los bosques, matorrales espinosos,
pinos y palmas; su clima variaba entre 18 y 33oC, eran frecuentes
las lluvias, tenía una alta humedad, pocos caminos transitables donde en
primavera solamente podían usarse arrias de mulos. Todo esto contribuía al
aislamiento de esa inmensa zona y a su panorama de incultura.
Existían un sin números de
pequeña pistas de aviación para
avionetas operadas por sus propietarios utilizadas como taxis aéreos
Las escuelas eran insuficientes. Su
población era en su mayoría analfabeta y no tenían recursos ni atención médica.
Predominaba el latifundio y una gran masa de campesinos con poca o ninguna
tierra. La región era gran exportadora de café. Todo esto contribuía a que la
situación del obrero agrícola
fuera desesperada.
De inmediato Raúl comienza a crear
condiciones organizativas y políticas para ello se
apoyo en los oficiales del Ejercito Rebelde además, se contacto con lideres
campesinos se les explico los objetivos de la Revolución. El jefe del frente
tenia la convicción de la incorporación del campesinado a la lucha en formas,
de abastecimientos, información, prácticos, con las armas en la mano etc
[2].En modo
alguno es casual que el Comandante Raúl Castro dirija su atención hacia la
población campesina de cuyo apoyo e incorporación plena a la lucha dependía en
gran medida el éxito de la misión encomendada por Fidel a la Columna No. 6 Frank País
traía las experiencias de la Sierra Maestra y el conocimiento desde su niñez de
la situación secular social y política del campesino de la montaña y del llano
de la isla sabia de la nobleza del hombre de campo, conocía de la tradición de
luchas de aquellos lugares.[3].
En muchos de los territorios habían
operado grupos de alzados donde algunos, los más avanzados, habían creado
algunas formas organizadas y operaban en determinadas zonas. El grupo del
teniente Raúl Menéndez Tomassevich, que había tomado el cuartel de Mayarí
Arriba el 5 de Marzo, se destinó a operar en la zona de Songo y el del capitán
Demetrio Montseny (Villa), que
asaltó el cuartel de guarda jurados de Nicaro el 27 de Febrero, a operar en la
zona de Guantánamo.
Existían otros grupos guerrilleros, uno
de 30 hombres, en la zona del valle de
2. El compañero Juan M Rill del buró agrario del II frente
recuerda: Por ejemplo Raúl,
contactó, con el compañero Candido
Betancourt, Antidio Gonzalez, viejos militantes del PSP, líderes campesino de
Mayarí arriba y Soledad que a la ves, se informo a Pepe Ramírez, Romarico
Cordero, Juan Frómeta Fornaris etc y comienza a glutinarse los compañeros del
Movimiento campesinos, este movimiento ya
estaba fraguado en la lucha contra el desalojo , la explotación de los
terratenientes y comerciantes a los cuales tenían que pagar el 20% de interés
de una a otra cosecha,20 % de valores retenidos, el campesino encuentra el
apoyo del Ejercito Rebelde y se crea el buró agrario.,nosotros podemos decir
que admiramos la visión del comandante Raúl, los rebeldes se nutrieron de
campesinos y hubo momentos que no se pudo absorber en numero a todo el que se
incorporo.
3.Juan M Rill: se nos oriento por Raul, buscar Campesinos que
tuviesen tierras baldías, para que se las cedieran a campesinos que la
trabajasen y producir, que era una forma de cooperar, las mujeres campesinas se
acercaban a los campamentos rebeldes, para buscar las ropas y lavarlas pues ya
veían a los rebeldes como su ejercito
Caujerí dirigido por el teniente Carlos
Lahite y el sargento José Durán Zapata,
otro, de cerca de 30 hombres, en la Sierra de Canasta bajo el mando del
sargento Guicho Herrera, autorizados todos por la dirección del M-26-7 de
Guantánamo.
Existían otros grupos de alzados por la
libre, es decir, no autorizados
por el M-26-7, pero que después de la apertura del II Frente muchos se
integraron al mismo. Guantánamo, se encontraba un grupo de cerca de 200
escopeteros, al mando de Armando Castro (traidor), sin estar autorizado,
además, sin hacer nada. También
Había en el norte de Guantánamo un grupo
de 23 hombres dirigidos por el sargento Filiberto Torres que llevaba 8 meses en
la zona y habían realizado acciones con el fin de obtener armas y en la Sierra
Sagua-Baracoa, había un grupo numerosos al mando de Evan Rosales.( fallecido) En Filipina, cerca de
habían otros grupos en Guayabal de
Yateras, La Veguita, San Román, etc., que actuaban sin autorización y no
respondían a los fines del movimiento revolucionario, dedicándose algunos de
ellos a cometer fechorías, muchas veces a nombre del 26 de Julio y de esa forma este problema de los
malhechores es tan viejo como nuestra historia, en nuestras campos siempre
existió el bandolero, desde el bandolero social hasta el delincuente rural estos últimos suelen
aumentarse como una plaga en los conflictos que se sucedían en el país
La Sierra Maestra era muy cuidadosa en
la creación de grupos. Fidel en cuanto a esto había planteado no hacer grupos
independientes y enviar las armas
para la Sierra, no obstante, se analizaba las proposiciones y se precisaba el
mando, pues cuando una guerrilla actúa independiente el jefe tiene mucho poder
y se requiere gente probada.
Así, la existencia de las patrullas
rebeldes se remonta a una etapa
posterior a marzo de 1958. Ellas actuaban en lo fundamental amparándose en la
oscuridad de la noche, situación que propiciaba el requisamiento de armas a
terratenientes o a elementos batistianos y el ajusticiamiento de chivatos.
Estas patrullas integradas espontáneamente, a veces, por personas de las
poblaciones, también se armaban con donaciones voluntarias de armas, que
generalmente eran escopetas de caza y armas cortas. Personalmente soy testigo del trabajo de estas patrullas, en
ocasiones, nos trasladábamos de la ciudad
de Guantánamo al campo ,junto a la Compañera Telma Bornot, salimos para
la zona de ,Bayate, y la Lima en
misión de venta de Bonos del M-26-7,que vendíamos a los terratenientes y
comerciantes ,por las noches junto a estas patrullas integradas por campesinos
de la zona de Marcos Sanchez que
pertenecían al movimiento y que conocían quien las poseía salíamos a recolectar
armas, las patrullas era integrada por 5-6 personas, rodeábamos la casa nos
dábamos a conocer como el M-26—7 dábamos la cara nosotros, los demás se
mantenían escondido para no ser reconocidos encomiábamos al propietario entregar el arma para el
movimiento, nunca encontramos una real oposición ,por lo regular se trataba de
pequeños comerciantes, o campesinos medios,
La fundación por Raúl de los Comités de
Campesinos Revolucionarios en diversos puntos de la zona controlada por la
Columna 6: Majaguabo, Aserrío de Corea, Monte Ruz, Bayate, Limonar, San Juan,
el Guacil, la Escondida, Pozo Azul, etc., posibilitaba mejor las tareas
logísticas, a la vez que permitía organizar un servicio de información basado
en una red de enlaces. Uno de los elementos directivos de estos comités, el
delegado militar, tenía la función específica de cuidar el orden de su zona con
una patrulla de no más de 10 hombres, quienes se armarían con lo que se pudiera
encontrar.
Así, las patrullas rebeldes, derivadas
de los Comités de Campesinos Revolucionarios, se convirtieron en los primeros
grupos de rebeldes que tenían la misión de resguardar el orden, para lo cual
recorrían a pie o a caballo cada zona, con el objetivo expreso de impedir: el
juego ilícito, fiestas nocturnas sin previa autorización, el tránsito después
de las 9 de la noche en todos los caminos y llevar a cabo otras funciones que
redundaban en beneficio de las leyes honradas, con este
lenguaje tal como estipulaba, a manera de ejemplo una disposición
interna sobre la creación de un cuerpo de
patrullas en la zona comprendida entre San Andrés y Santa Catalina, bajo la
jurisdicción de la Compañía “B”, Columna 19 “José Tey”. Estas patrullas
recibían la colaboración de los campesinos, quienes se presentaban a los
campamentos rebeldes para notificar las actividades delictivas o de otra índole
donde había que actuar; además de los recorridos en los primeros tiempos las
patrullas investigaban denuncias que nos llegaban como el caso del dueño de una
despulpadora de café que arrojaba los desperdicios de la misma al río al punto
que los peces morían, pues esta persona no quería entender y hubo que obligarlo
a construir una fosa para residuales. el campesinado va
teniendo fe en la revolución, observando el comportamiento de los hombres que
representan la autoridad en su alrededor, existían dueños de fincas grandes que
recibían todos los años para la zafra de café a numerosos recogedores del
grano, estos dueños fabricaban una lata tan grande que hacían casi dos latas de
las que se utilizaban a la que se conocían por latas de gas, si los recogedores
no estaban de acuerdo con esta lata ,pues tenían que irse a mendigar trabajo en
otro lugar, eran padres de familia que andaban descalzos, con los hijos
durmiendo en el suelo ,había un gallego que le decían Delfín invento una lata
tan grande que casi llenaba una canasta de café, por 20 y 25 kilos,(centavos)
nos pasaban las quejas, íbamos y le decíamos que tenían que cambiar la lata,
así fueron viendo estas humildes
gente que estaba sucediendo algo
nuevo ,lo intuían
En realidad, el propio ejército rebelde
sin especializarse hasta entonces había sido la garantía del orden interno en
el territorio bajo su control. Las patrullas que a partir de ellas se
organizaban tenían la particularidad de ser la primera fuerza que se dedica a
esta tarea, sin descuidar los objetivos que realizaban las primeras patrullas.[4] Es por haber enfrentado las tareas
necesarias para el establecimiento de un orden interior, por lo que estas
patrullas rebeldes, organizadas en lo adelante sobre una base más firme,
constituyeron un antecedente del cuerpo más[5] especializado en esta función que se
crearía posteriormente.
4.Cuenta[1]Juan
M Rill que en una ocasión, luego de una reunión con el comandante Piñeiro en
Soledad, el se metió en un arroyo a bañarse ,cuando salio cojió el M2 y tiro
unos tiros al aire, al poco rato los campesinos lo rodearon, me dijo ahora si
creo lo que dijiste sobre la vigilancia de las patrullas campesinas.
El Servicio de
Observación Campesina
La estructura de las fuerzas recién
ingresadas en la zona se configura aún más al establecerse relación con los
grupos de alzados que operaban en ella y al procederse a la fusión de éstas con
los pelotones procedentes de la Sierra Maestra. Como resultado de esto se
crea una forma nueva de unidad
combativa; la Compañía, cada compañía asume la responsabilidad de operar en un
sector específico del Frente, así se van estableciendo las bases de una
organización de defensa y operación en este nuevo territorio rebelde.
Los mencionados Comités de Campesinos
son aprovechados para organizar un servicio de inteligencia que pronto
abarcaría desde Majaguabo hasta el poblado de Mayarí, extendiéndose más tarde
para todo el Frente. Dicho
servicio disponía de una red de enlaces para mantener informado al mando
rebelde de los movimientos, cantidad de hombres, operaciones, etc., del
enemigo. Este mecanismo de información era bautizado con el nombre de Servicio
de Observación Campesina (SOC).
La relación que puede tener esto con la
Policía Rebelde que se organizaría más tarde es que, ciertamente, estos
mecanismos no eran destacamentos armados con funciones represivas, sino más
bien informativas, pero junto con los Comités Campesinos Revolucionarios
constituyeron las primeras formas organizativas que permitieron ir integrando
la población civil a la Revolución, es decir al nuevo orden que debía irse
instituyendo. Además, no debe escapársenos el hecho de que la información
aportada por las redes del SOC era de mucha importancia para mantener una
estabilidad mínima en cada zona y prevenir con tiempo los ataques e
infiltraciones del enemigo, comunicando oportunamente la presencia de elementos
sospechosos en el territorio rebelde.
El cuerpo de Inteligencia Rebelde.
El 26 de marzo se establecía
la Comandancia Central del Frente en el Aguacate, término municipal de
Guantánamo, lugar ventajoso por sus condiciones topográficas y fácil de
defender, también se fundó el cuerpo de Oficiales de Inteligencia Rebelde con
Arturo Lince (fallecido) al frente del mismo.
Este se valía de compañeros situados generalmente en lugares no dominados por
los soldados rebeldes y que informaban el movimiento de las tropas enemigas, la
existencia de chivatos y confidentes de la tiranía, los que estaban en los
cuarteles, etc.
Mediante un servicio colateral que
dirigía Piñeiro, se mantenía informado al mando superior del Frente sobre la
situación de las jefaturas subordinadas.
Pero lo más significativo es que se trata de los primeros intentos de
especializar funciones dentro de las fuerzas rebeldes, aunque los miembros de
estos cuerpos seguían teniendo como su principal tarea las misiones combativas.
Es por eso que posteriormente, a partir del mes de octubre, la Policía Rebelde
se nutre en su mayoría de los compañeros procedentes del servicio de
inteligencia, de las distintas zonas del Frente.
Esta primera fase corresponde al período
de asentamiento de la guerrilla: se comienza la formación de una fábrica de
bombas, se dan algunos pasos en la organización de los hospitales el departamento de propaganda y se establece una
especie de puesto de mando en la Juba, el Aguacate, pues con anterioridad, este no existía realmente como sede de direccion
todavía en los primeros días de junio, el puesto de mando era móvil, radicaba
donde estaba Raúl. En la Juba, éste es integrado por el jefe del Frente conjuntamente con una serie de compañeros que
conformarían un aparato de dirección político-militar del Frente. Este
dispositivo de dirección central de las operaciones se instituyó como mecanismo
permanente durante la guerra y sería conocido por todos con el nombre de
Comandancia Central. (CC)
Pudiéramos hacernos una imagen sobre la
posterior organización policial si no somos capaces antes de dibujar las
condiciones en que se están dando estos pasos que prefiguran la Policía
Rebelde.
Debemos tener presente dos cosas
importantes: la situación por la que atravesaba Cuba y el estado de cosas que
halló la Columna No. 6 Frank País a su arribo a la parte nordeste de Oriente; además, que a consecuencia del
ensanchamiento de la base social de apoyo a la insurrección, la tiranía se
desenmascaraba y comenzaba a emplear métodos más criminales de represalia,
intentando detener lo indetenible.
Por su proximidad al llano y su fácil
acceso, debido a su enorme extensión geográfica, todo el territorio del II Frente se vio afectado por los
alzamientos masivos sin autorización, ni coordinados entre la clandestinidad de
la ciudad y la sierra, por lo que existía posibilidad de infiltraciones del
enemigo y delatores, además de todos los problemas fácilmente imaginables,
entre los que se encontraba uno grave: la comida; estos alzamientos se
precipitaron a raíz del aplastamiento de la Huelga de Abril. Se hizo necesario
efectuar una depuración entre los cientos de hombres alzados e integrar a los
mejores en patrullas móviles subordinadas a cada compañía y el resto sumarlos
al servicio de observación campesina.
Por su insuficiente preparación militar
y la falta de armamento en la mayoría de los casos, estos alzados por la libre
crearon diversos problemas, por lo que se creó un mecanismo para regular la
entrada al Frente. Se dictó una circular que controlaba esto, y el problema de
la confiabilidad se solucionó, estableciendo que los alzados no enviados por la
clandestinidad debían quitar al enemigo un arma, como prueba de que sus
cualidades estaban definidas. Con esta medida se lograba aumentar el número de
armamento, y contener los alzamientos masivos que a veces se
producían, claro que existían
envíos por el movimiento de
algunos compañeros, para
preservarles la vida, más tarde también el Partido Socialista Popular (PSP)
incorpora algunos compañeros. A nadie se le preguntaba a qué partido
pertenecía, ni de qué religión era,
y en ocasiones la selección
no era la más acertada.
El Cuerpo de Auditores Rebeldes.
La columna que irrumpe en la zona norte
de Oriente y funda el II Frente el 11 de marzo de 1958, encuentra como hemos referido grupos de alzados del M-26 de
Julio que actuando sin unidad de mando entre ellos, ajusticiaban chivatos y ejecutaban diversas acciones
militares. También existían los merodeadores, asaltantes, violadores y bandidos
que a nombre del movimiento cometían casi impunemente sus fechorías. Es por eso
que a poco más de un mes de su arribo, se empiezan las depuraciones, como el
caso de Armando Castro. A este le aparecían una
serie de acusaciones: ajusticiamiento sin juicios, una mujer que mató, Reynerio Hernandez de la columna #17 recuerda el caso de los
Cintras una familia completa de
bandoleros, el padre Chano Cintras ,al que le decían el tuerto pues con una puya de palo le habían
sacado el ojo, se le celebro juicio y hallados culpables.
Marden Bringuesu,;Col # 17
cuando yo subí todavía no estaba constituida la Col # 17,había unos cuantos
campamentos regados por las Cuevas ,por Río Seco que cojian las cosas por la
fuerza, no eran mala gente, pero era un desastre ,yo me dije, si Raúl se entera
de esto hay fusilados ,todavía no
estaba Furry como jefe en la zona, cuando
llego todo cambio, organizo
todo
Alberto Lopez Rodriguez: Col #
17 existían grupos que asaltaban y robaban, llegaban a una tienda y decían”’aquí llego el 26-7 y los dueños
de la tienda creían que era verdad y le abrían, los bandidos le quitaban todo
el dinero y robaban la mercancía, cuando esto llega a oído de Raúl, empezamos a
actuar contra estas bandas a celebrarle juicios y a fusilarlos, pero nadie
podía tomar la justicia por sus manos
Así, la Columna No.6 comandada por Raúl se hace de un cuerpo
de auditores que de inmediato asume las funciones propias de la administración
de justicia y apoyándose en las armas rebeldes y un reglamento penal comienza a
contribuir al establecimiento del orden rebelde.
Lo que venía sin atenerse a una norma
común por parte de los grupos de alzados, a veces siguiendo los criterios de
los jefes basados en un código moral, pero sin tener en
cuenta a las leyes o a un reglamento oficialmente establecido y
aceptado, debido a las apremiantes condiciones en que antes se desarrollaba la
guerra, ahora sería competencia de lo que se denomina la Auditoria Rebelde,
creada para orientar la
administración de justicia en los territorios liberados.
Al detenernos en este cuerpo de
auditores, existente ya desde el 19 de abril y que más tarde se denominaría
oficialmente Departamento de Justicia en virtud de la Ley Orgánica, hallamos en
él el antecedente más directo y claro de la Policía Rebelde. Este cuerpo de
auditores, más tarde especie de Ministerio de Justicia en pequeñas dimensiones,
derivado de la experiencia del propio Ejército Rebelde en su célula original de
la Sierra Maestra, se vale de las propias unidades rebeldes para actuar, sobre
todo para neutralizar a los malhechores armados. Más tarde este Departamento
llegaría a contar con 10 Delegaciones atendidas por abogados y estudiantes de
derecho. La ley vigente para los delitos militares y contrarrevolucionarios era
la ley de la Sierra Maestra después ampliada. La fuerza misma de la Columna No.
6 impone un orden en el estado confuso de cosas existentes, viéndose en la
necesidad de eliminar físicamente a los bandidos más peligrosos, los que
mantenían aterrorizada a la población campesina. Se le celebró juicio en la
Tontina al civil Balbino Herrera,
por corrupción de menores y a Emilio Ramos por masferrerista; fueron condenados
a la pena máxima y cumplida esa misma tarde. Con ello no sólo se ganaba
confianza de la población sino que se obtenía su incorporación a la lucha y
mayor apoyo recuerda. Manuel
Perez Perez ex miembro del departamento de justicia del II frente: yo trabajaba
en asuntos de certificaciones ,investigaciones, radicaciones de causas, juicios
civiles y consejos de guerras ,que se constituía el tribunal cuando se formaba
,se celebraban los juicios y tomábamos juramentos a los declarantes, hacíamos
matrimonios, se hicieron hasta matrimonios colectivos, esto era en el lugar
conocido por El Paraíso, que era un pobladito en la división de Songo Mayarí,
los auditores eran Concha Alonso: Hiram Sanchez y Adalberto Parúa
El Frente necesitaba de un ordenamiento
jurídico conforme al cual se juzgarían las violaciones y se impartiría
justicia. Para ello se pusieron en vigor códigos, leyes y reglamentos de una
importancia extraordinaria para el desarrollo de los acontecimientos como
futura institucionalización de la Revolución. Adelantándose precozmente en el
tiempo, se ensayan elementos legales y experiencias que servirían para la
organización del Estado Revolucionario. No se olvidó el registro civil, las
defunciones, los nacimientos y las bodas de la población civil y entre los
miembros de las tropas. Yo mismo soy testigo de esto último pues después de
terminada la guerra apareció registrada legalmente mi boda en el registro del
llano.
En realidad poco antes de terminarse la
guerra ya estaba constituido un pequeño estado revolucionario dentro de Cuba,
en violenta negación del aparato burocrático-militar de la tiranía.
Un cúmulo de factores hace inobjetable
la existencia de un verdadero Estado Revolucionario durante la insurrección. Es
cierto que la guerra genera un conjunto de situaciones que obstaculizan la
consolidación institucional de la guerrilla, pero es difícil poner en duda el
hecho de que el Ejército Rebelde cumple los requisitos mínimos, al consolidarse
la lucha para ser considerado como un ejército regular. La correlación de
fuerzas iría variando a favor de las Fuerzas Armadas Revolucionaras, lo que
posibilitará la fundación de un cuerpo especial que ejercerá la función propia
de la policía de los territorios liberados. De modo que tendremos los dos
instrumentos fundamentales del poder estatal en el período insurreccional: el
ejército y la policía.
El cuerpo de auditores va contribuyendo
paulatinamente a que se vaya estructurando una administración rebelde, entraban
en su jurisdicción los asuntos militares, así como también los civiles, los que
inicialmente eran atendidos sin especializar los medios para uno y otro.
Posteriormente se logró instituir medios para atender a cada cual en todos los
territorios liberados del Frente. La justicia había sido administrada por los
jefes de unidades en las faltas menores que se reducían a su competencia, pero
para juzgar otras se disponía de los consejos militares, compuestos de
auditores y miembros de las tropas respectivas y de los consejos civiles, en
los que participaban representantes vecinos de la zona, cuya función era juzgar
los delitos cometidos por los ciudadanos que habitaban dentro del territorio
libre. Otros de carácter político,
militar, de algunos que equivocaban el camino. El 28 de septiembre en el lugar conocido como Puyán, en Mayarí Arriba, se le celebra el juicio a Nino Díaz.
Este, habiendo sido designado jefe
para una zona, y en complicidad con el taimado abogado
Lucas Morán, que dirigió inicialmente el Departamento de Tesorería, que fuera
degradado y expulsado del Frente tres días antes, realizaba una política
solapada de críticas al mando; con una gran dosis de ambición personal,
intentaba crear el descontento y la indisciplina, aprovechando sus recorridos
por el Frente al crear las Delegaciones de Tesorería. El otro personaje,
Higinio Díaz, enviaba informes militares y administrativos falsos con turbios
propósitos mantenían contacto con el exterior a espaldas de la jefatura y
hacían concesiones a personal desafecto a la revolución por negligencias en el
mando, entre otras de cosas. En este juicio actuó de fiscal el Capitán Jorge Serguera Riveri (Papito) y
fue presidido por Raúl. Comenzó el mismo como a las 8 de la noche y se terminó
a las 4 de la madrugada, a esa misma hora se degradó y luego Raúl nos habló de
la justeza de la medida. Todos los allí reunidos estábamos de acuerdo, nos
alertó a darle mayor atención al personal, pues teníamos que estar en alerta
permanente contra estos falsos revolucionarios con ambiciones personales,
politiqueros, pues este había complicado a oficiales que trabajaban con é, y
todo esto hacía mucho daño. Producto de este caso se emitió un Decreto?
La justicia rebelde tiene que encarar
problemas de diversa índole, primeramente, enfrentar las injusticias históricas
cometidas por los terratenientes contra los campesinos: desalojos, desmanes,
abusos y la explotación, para lo cual se vale de mecanismos jurídicos (mediante
leyes) y de la protección directa de los derechos civiles. Más adelante, con la
creación del buró agrario, entonces tuvimos un aparato seguro de enlace entre el
ejercito Rebelde y los campesinos, se contó con una fuente de
información en los casos de litigios y otras injusticias contra la población
campesina .También tiene que encarar la violación de las leyes y la alteración
constante del orden establecido por las armas rebeldes. Por ejemplo, el caso de
algunos compañeros que operaban en una zona lejos de la Comandancia. Hasta allí se enviaron a jefes rebeldes a
tomar las medidas, el juicio fue presidido por el comandante Efigenio y los
capitanes Villa y Samuel Rodiles, los acusados fueron: Roberto Pérez Cruzata
(traidor) jefe del Servicio de Inteligencia Rebelde (SIR) de la Compañía A,
acusado de maltratar a detenidos e ingerir bebidas alcohólicas, la sanción
impuesta fue su degradación, traslado de Columna y separación de su cargo. Bernardo Heredia, intendente de la Columna A, por cometer errores que
se pudieron probar no eran de mala fe, se sancionó a destituirlo del cargo y
dejarlo en el Departamento como auxiliar. Julio Lara y Domingo Heredia que
actuaron con ligereza, fueron trasladados de la Columna. David Tamayo por irresponsabilidades
menores. La sanción fue 15 días de mozo de limpieza. Así con otros compañeros,
se tomaban las medidas que el caso requería, además de enfrentar otras tareas
no menos importantes: litigios de tierras, matrimonios, reclamaciones, etc.,
que dan una medida del grado de organización social alcanzado.
La Policía Judicial.
El cuerpo de auditores a partir de
octubre, convertido en Departamento de Justicia, propicia la creación de un
destacamento especial. Este cuerpo, si bien no se diferencia categóricamente
del resto de las unidades armadas rebeldes, se valía de ellas. Era el medio
idóneo para asumir la función de policía judicial correspondiente a dicho
cuerpo.
Entre las funciones de la policía
judicial estaban la de localizar y conducir a los detenidos ante los auditores,
así como la de investigar todo lo concerniente a cualquier delito, ayudar a la
radicación de las causas y participar en el resto de las tareas jurídicas. Asimismo intervenía como custodia de los presos
en las cárceles rebeldes, una de las tareas más riesgosas la constituía el
trabajo con los detenidos del ejército de la dictadura. El compañero Manuel
Pérez Pérez, que fue jefe de la
cárcel del Paraíso recuerda que casi siempre que teníamos un detenido se
llevaba hasta el campamento donde se le
celebraba juicio, se le preservaba la vida a menos que tratara de
escapar; en ese caso, se le tiraba. Si tenía causa de asesinato, de crímenes de
guerra, se quedaban presos. Recuerda que a algunos se desarmaban y quedaban
libres, más tarde la dirección del Ejército Rebelde disponía de ellos y eran
entregados a la Cruz Roja.
Aunque las tareas derivadas de la
función de policía judicial se canalizaron primero a través del cuerpo de
inteligencia rebelde en los finales de la guerra es importante señalar a dicha
función, como un importante mecanismo instituido en medio de la lucha, cuyo
objeto expreso era imponer un orden en el territorio rebelde. Por esto, sin
alcanzar un grado de especialización completa y sin alcanzar a ser un
destacamento armado especial, esta policía judicial llena parte de los
requerimientos exigidos a cualquier policía, por sus funciones específicas
El soldado rebelde. Frank
Zaldivar Ramos recuerda que cuando el departamento estaba ubicado en Calabaza
de Sagua de Tanamo, el responsable era Tico Fernandez auditor y la secretaria
judicial la compañera Dalida L Cobo Stable ,el tenia el cargo de investigador,
encargado de citaciones y detenciones ,cuenta que su primera experiencia fue
cuando un detenido se fugo, saliendo en su persecución y con la cooperación de
los compañeros que estaban en la zona del Achotal lograron su captura, fue
responsable de investigar un accidente de armas de fuego ocurrido en la avanzada rebelde de la Loma de
Margot un fallecido por tiro escapado, un revolver del tipo Vizcaíno que tenia
desperfecto que cuando lo cerraban se disparaba solo
Rafael Suarez (Fito,,) Policía
Rebelde, jefe de la seguridad de la comandancia Central: cuenta: pase a
trabajar en un campamento en Peladero como policía judicial ,también estaban
los auditores,,alli se levantaban actas ,sobre denuncias de robos y distintos
problemas que se sucedían en la zona ,en Seboruco existía otra oficina que
dirigía Andrés Aranda, todo este frente era responsabilidad del Capitán Augusto
Martines Sanchez, celebrábamos juicios sobre raptos, problemas de vecinos, los
de menor cuantía los resolvíamos alli mismo, reuníamos a los encartados ,a los
padres de la menor, según el caso que se tratare, les explicábamos las
razones de nuestra alzamiento
,porque luchábamos, que fines perseguíamos, después de estas charlas muchas
veces los soltábamos ,y si era por una fajazon hacíamos que salieran amigos, si
se tratara de un robo ,los dejábamos alli 2-3 meses con nosotros ,como
cocineros o auxiliares, nosotros investigábamos las denuncias ,cojiamos declaraciones iniciales y luego se
enviaba un investigador al lugar del hecho, se reunían los encartados y se
celebraba el juicio
El resultado de nuestra información, en
este sentido, es suficiente para determinar todo el alcance de la policía
judicial en cuanto a los servicios prestados en la administración de justicia
en las diferentes delegaciones judiciales que existieron. Sabemos que también
contribuyó a luchar contra el delito común, los juegos ilícitos y los delincuentes. Por su trabajo en la
conservación del orden merece ser tenido como uno de los antecedentes más
antiguos de la Policía Rebelde, quien la absorberá posteriormente, integrando
en sus filas a muchos de aquellos policías judiciales.
No podemos perder de vista la situación
en que se desenvuelven estos tipos de acciones, en un teatro con difíciles
medios de comunicación y en medio de combates, estas funciones se entrecruzan
con las misiones combativas que debían ser ejecutadas por todas las unidades
armadas, por lo que todo no puede suceder con el grado de diferenciación y
claridad que pudiéramos suponer. Es lógico que esta policía judicial no se
diferenciara externamente del resto de los soldados rebeldes debido a que lo
esencial era en ese momento combatir y más cuando había que hacerlo en tan
difíciles condiciones. Cabe reiterar la importancia de la nueva función que
debía desempeñar esta policía.
En el fondo, claro está, Ejercito Rebelde
y cualquier otro mecanismo jurídico o político derivado de él perseguían un
único objetivo, derrocar el régimen de facto e imponer un orden de cosas
distintas. Todas las energías se concentraban en este interés primordial.
2. CONDICIONES ORGANIZATIVAS DEL FRENTE
HASTA OCTUBRE DE 1958
Paralizada y vencida la ofensiva que
desató furiosamente la dictadura batistiana, después del fracaso de la Huelga
de Abril, ofensiva que fue una prueba de fuego para el nuevo bastión rebelde,
el II Frente Oriental reinicia el proceso de organización de su aparato militar
y administrativo.
Si se sigue con detenimiento la
evolución organizativa de la Comandancia Central, se observará que, sin dejar
de ser por definición un dispositivo creado para la dirección de la guerra, va
adquiriendo paulatinamente la configuración de un aparato de gobierno militar,
que amplía cada vez más sus funciones al plano de la organización social. Este
cambio no es externo, sino que es la respuesta de esta dirección a las
circunstancias distintas en que se va desenvolviendo la insurrección. Esta
labor reorganizativa tomará dos direcciones muy relacionadas entre sí, la
política-militar y la social propiamente dicha.
Ubicación en la Comandancia en
Naranjo Agrio.
Precisamente, por necesidades de índole táctica estratégica, avizorando el desarrollo de la guerra en
un futuro cercano, la Comandancia se traslada del Aguacate a Naranjo
Agrio este es un poblado a 8 Km. de Calabaza y 15 de
Sagua de Tánamo, buscando un lugar para el departamento de propaganda, llego
hasta la pista de aviación a la casa de Américo Masare de nacionalidad Húngara
este tenia un avión el que dedicaba a taxis aéreo y había sido ajusticiado por
confidente pero resultaba muy lejos. La comandancia se ubica en un chalet, propiedad del Dr.
Piña que luego servirá también de alojamiento para los norteamericanos de la
Moa Bay Company, apresados con el fin de detener los indiscriminados bombardeos
de la aviación batistiana. La fase de asentamiento de la guerrilla da lugar a
otra etapa en que se buscan las vías de comunicación y otros factores que
viabilicen la dirección de la guerra. Se busca un acercamiento con las tropas
de una de la dirección principal, Santiago de Cuba donde están Luzón,
Tomassevich, Olivera, la dirección secundaria, no menos
importante en Guantánamo con Efigenio, Villa,
Pena y otros jefes para
coordinar de un modo más eficaz las acciones.
En Naranjo Agrio existen mejores
condiciones económicas, grandes terratenientes y fincas más ricas que ayudan al
mantenimiento de los rebeldes. Aquí el futuro Departamento de Propaganda está
más organizado, se hacen algunas pruebas del Periódico Surco, se continúa con
una de sus tiradas y se ensayan emisiones de radio.
Existían pues, condiciones objetivas
suficientes para que se produjera un cambio cualitativo en este sentido. El
Frente se extendía geográficamente por casi todo el norte de la provincia de
Oriente, abandonando el núcleo original operativo restringido antes a las zonas
montañosas, más intrincadas de la región. Al ampliarse, a su amparo y
protección quedaba una población que apoyaba en su gran mayoría a los rebeldes
desde todos los puntos de vista, engrosando sus filas, pero que sumaba
problemas extra-militares a su jurisdicción. Esta población civil hacía que se pensara
en buscar mecanismos que regularan la vida en los territorios libres. Ya no se
libraba una guerra de guerrila, ahora era mantener un territorio aprovechando
todas las ventajas que el terreno nos ofrecía[6]
Por otro lado, la antigua Columna de 67
combatientes que había fundado el Frente pocos meses atrás, se había
multiplicado numéricamente varias veces y cualitativamente se convertía, por
obra de los incesantes combates, en una fuerza cada vez más experimentada y
aguerrida, se aprendía a combatir combatiendo.
La guerrilla
inicial, pues, se iría convirtiendo en una fuerza político-militar organizada y
unificada en un ejército, debido a la incorporación de efectivos del llano y
campesinos así como por la complejidad de las tareas y funciones que asumía, entre
otras razones.
6. Aunque ya en un momento determinado no fuera ya lucha
guerrillera, sino una lucha de fuerzas mayores, de maniobras y de posiciones.
Fidel: comparecencia noveno ciclo
de la universidad .Habana 1961
Nuevas Sedes de la Comandancia.
Las Calabaza de
Sagua centro de una, rica zona
cafetalera caserío de unas 1600 habitantes, marca un puesto intermedio
de provisionalidad en el proceso de estabilización del Frente. Existe mayor
organización y mejoran los medios de comunicación, pues con el funcionamiento
del aparato de “obras públicas”
que dirigía Oriente Fernández, se mejoran los caminos, mientras que por otro
lado se producen los primeros intentos de comunicación por alambre y las
pruebas de radio han dado algunos frutos. La propaganda rebelde logra
estabilizar más o menos las tiradas de su periódico Surco. Este llega a las Organizaciones campesinas, se distribuía por
toda la montaña, el compañero Bresf, con su arría de mulos y Rebeco Tomps con
sus 2 mulos era un material de estudio se enviaba también alas ciudades
En esta sede se efectúan las
negociaciones con el cónsul norteamericano en Santiago, Park Wollam, para la devolución de los
ciudadanos estadounidenses capturados por las fuerzas del Frente de acuerdo con
la orden 30 dictada al efecto, con el fin de paralizar los bombardeos de la
tiranía contra la población civil.
ocurrió con este hombre algo
simpático ,pues cuando era conducido a la presencia del jefe del Frente, le
contaba con bastante jactancia a los rebeldes que lo acompañaban en el jeep,
que el en la II guerra mundial había piloteado un caza de combate y los
combates resultaron duros en eso aparece una avioneta conocida por los rebeldes
como la chismosa y empieza a disparar contra el vehiculo, dicen los compañeros
que el cónsul puso pies en polvorosa hacia una zanja a la velocidad de un rayo,
probo de su propio caldo .
Pero tan pronto son devueltos los
gringos se repiten con más violencia las incursiones aéreas, a consecuencia de
las cuales prácticamente el caserío de las Calabaza quedó destruido y con
víctimas campesinas, entre ellas una joven campesina, sus dos niñas pequeñas y
el abuelo. [7]
El jefe del Frente se mueve alrededor de
Soledad de Mayarí, cerca del hospital de este mismo lugar, y en una de las
casas, la de Antidio González ,fallecido dirigente campesino y militante del PSP,
despacha con los jefes de Columnas; además, recibe allí a Asela de los Santos,
las hermanas Rodiles, Romárico Cordero, fallecido y
otras personas. En este lugar también se realiza el análisis de la conducta traidora del abogado Lucas Morán.
En esos momentos, varios compañeros por
orden de Piñeiro y Augusto nos dedicábamos a buscar y luego acondicionar
algunos locales de lo que sería la próxima sede de la Comandancia Central.
7. Al jefe del frente le habían
enviado una cámara pequeña de tomar películas creo de 16mm con las
instrucciones de su funcionamiento, al conocer del caso fui enviado al Hospital
de Soledad a tomar la película para su denuncia, cuando llegue ya habían sido enterrada las victima,
volvimos a desenterrarlas en un ataúd estaban las 2 niñas y en otro la madre,
cumplimos nuestra triste tarea y al final. En un rasgo de ternura enterramos a
la criatura más pequeña en el mismo ataúd con su madre en el cementerio de
Soledad
Mayarí Arriba: Plena consolidación del Frente.
Muchos factores determinaron la
ubicación permanente de la Comandancia en ese lugar. Tácticamente se facilitó
mucho la labor de dirección de las tropas, puesto que este poblado ubicado en un valle intramontano al sur de la sierra Cristal
era el centro de un amplio territorio en el que operaban las unidades rebeldes.
Su posición topográfica facilitaba el movimiento de las tropas rebeldes y
dificultaba por el contrario el fácil acceso del enemigo. Las necesidades de la
guerra tendían a mejorar con la elección de esta sede. Además, esta zona era de
más importancia económica que las anteriores: una zona más rica, provista de
grandes latifundios y de ricas haciendas ganaderas que garantizarían el apoyo logístico de la
lucha, existía una pista de aviación de 700 mt que
enlazaba con las existentes en todo el frente y se avizoraba la creación de las
Fuerzas aéreas rebeldes como sucedió posteriormente con su sede en ese lugar en
la casa del portugués. Estas pistas facilitaron la llegada de alguna ayuda del
exterior. Había que pensar hacia dónde se extendería el Frente, de modo
que fuera probable el avance sobre poblados y ciudades de importancia del
llano. Dicho avance debía tener una retaguardia sólida que lo apoyara y esto lo
facilitaba Mayarí Arriba. El seleccionar este lugar no
deja lugar a duda la capacidad de estratega militar ya desde ese entonces del
jefe del frente, además ,muy funcionable, se recibían constantemente, personas
sobre todos mujeres, que eran las mensajeras y contactos con la clandestinidad
en las ciudades principalmente de Santiago de Cuba, por esta vía salía el
periódico surco
No fortuitamente Mayarí Arriba
corresponderá con la fase de madurez de las guerrillas del II Frente y se configurará
allí la Comandancia Central como un real aparato de dirección de las tropas o
puesto de mando consolidado en los últimos meses de la insurrección. Es que una
serie de elementos organizativos en los que venía trabajándose desde los
primeros días de la inauguración del Frente, ahora empiezan a consolidarse;
además, desde el punto de vista técnico de la guerra, se creaba de hecho el
Puesto de Mando Avanzado (PMA) pues la red de caminos que
aunque se encontraban en mal estado comunicaban con Guantánamo ,La Maya,
Calabaza de Sagua ,Naranjo Agrio, Cananova, Ocujal, Nicaro ,Mayarí y Songo lo
que posibilitaba al jefe del Frente moverse en cualquier dirección.
En lo que se llamaba “la casa de Puyán”,
un poco alejada del centro del pueblo, se instalaron los equipos de radio y se
termina de consolidar el Departamento de Propaganda a cuyo frente estaba Jorge
Serguera Riverí (Papito). En el centro mismo del poblado funcionaba Finanzas o tesorería con Jorge Gómez (traidor) y Raúl Camacho’
(el abuelo) que dirigía el Departamento de
Abastecimiento del Frente.2 Las comunicaciones por alambres y por caminos
mejoran notablemente. Se brindan servicios sanitarios en el hospital de Soledad
con el Dr. Gilberto Gonzalez y Enrique Font y en
el de Majimiana, con Ramón Machado Ventura (machadito) no sólo a los rebeldes, sino a toda la
población civil. Del mismo modo funciona la Administración de Justicia. Las
tareas educativas se habían ampliado enormemente, multiplicándose las escuelas su direccion radicaba cerca de Soledad y en Margot el buró agrario todo alrededor de la Comandancia
Central
En este caserío, el más importante de
toda esta zona, formado por casas
de madera en su gran mayoría, se ubicaría la Comandancia Central. Era una casa
tipo chalet [8] en el camino hacia Mícara, propiedad de
los Arias, dueños del Central La Esperanza, en Guantánamo , que tenía al lado
una pequeña construcción, también
de madera, que serviría de oficina al
joven jefe del Frente Mayarí Arriba sería escenario de importantes
transformaciones antes de que finalizara la guerra.
El Frente ya no era sólo un bastión armado que había probado su
fortaleza en el enfrentamiento con las fuerzas de la dictadura, era ya una
vasta zona liberada, con muchos accesos, en lo que quedaban englobados un
número elevado de civiles, de pequeños poblados frecuentemente hostigados por
la aviación enemiga cuando por ellos se movían rebeldes. Estos conglomerados
humanos reclamaban soluciones para sus ancestrales problemas y nuevas formas de
organización social. Al hacerse
conscientemente sensible de estas necesidades y al asumirlas creando cuerpos de
sanidad y justicia, además de enfrentar tareas educativas, entre otros medios,
el II Frente se convertía de hecho en una administración pública en medio de un
país tiranizado.
8 (hoy museo del II frente)
9 Ramón
Castro nos enviaba camiones con diferentes tipos de ayudas material, también se
recibía mercancías de las capitanías por ejemplo se capturo una goleta que
llevaba cigarros y otras vituallas para en Ejto de la dictadura en Yamaniguey.
En Moa
Ajustes Rebeldes.
La situación de la guerra se inclinaba a
favor del campo insurrecto, por cuanto los rebeldes no podían ser desplazados
mediante los medios empleados por la tiranía y en consecuencia había que
readaptar los mecanismos de combate rebelde, con el fin también de prepararse
contra la revancha enemiga. Debía trabajarse en lo organizativo pensando en la
posibilidad de una guerra larga, tal como daban a entender los líderes máximos
de la insurrección lo cual era más adecuado a las tácticas de la lucha
guerrillera. Ya a los combates se iba en vehículos, y el Frente poseía un gran
número de estos. En las columnas se organizaban talleres de mecánicas y en
Soledad un almacén de piezas de repuestos, Se
contaban en todos los campamentos con arrías de mulos para la temporada de
lluvias.
En lo social, de acuerdo con las nuevas
circunstancias, se buscaban los mecanismos que contribuyeran a mantener un
orden interno basado en la protección de la población civil; campesinos medios
y pobres, obreros agrícolas en su gran mayoría, en aquellos territorios que
íbamos liberando, garantizando el buen funcionamiento de las relaciones entre
los efectivos rebeldes y esa población. Además, se trabajaba pensando que el
área liberada terminaría por abarcar poblados mayores hasta alcanzar grandes
ciudades y entonces estaría próxima la liberación nacional, porque siempre
luchábamos pensando en el triunfo total.
Hubiera sido improcedente mantener las
formas organizativas anteriores, o no perfeccionarlas, como lo hubiera sido no
crear otras que se adecuaran a las nuevas condiciones existentes. Estas
reclamaban la insistencia en los mecanismos de dirección política, por lo que
se verá, al seguir los desplazamientos de la Comandancia Central en lo que hemos
insistido, como se subrayan las funciones educativas y sociales que desde los
primeros momentos fueron atendidas
en el Frente: la propaganda, las tareas educativas, la justicia, etc. dirigidas
tanto a los combatientes como a los civiles.
Con el fin expreso de crear estas nuevas
formas organizativas, a partir del mes de julio comienza un período de
reorganización político-militar que se extendió a lo largo del tiempo que duró
la guerra. Mediante órdenes internas se constituyen nuevas Columnas, se unifica
su nomenclatura y se designan los mando de las mismas, clarificándose el fin de
las misiones combativas de cada cual.
Intensificación de la actividad
bélica.
El período de julio a octubre es de gran
movilidad para las fuerzas rebeldes, son numerosas las operaciones realizadas
en este período a lo largo del frente. En mayo el enemigo había lanzado una
ofensiva contra el I Frente en la Sierra Maestra, pero sufrió un descalabro.
Después del 20 de julio inicia la preparación aérea con el fin de lanzar sus
tropas terrestres contra el norte de Oriente. Es entonces que se elabora el
Plan Preliminar Conjunto que contemplaba, entre sus objetivos, el ir
desalojando a los rebeldes y situando en sus posiciones abandonadas enclaves
fortificados para impedir su retorno; de este modo, las tropas rebeldes serían
empujadas hasta dejarlas acorraladas en determinados puntos donde finalmente
serían aniquiladas.
Sin embargo, como resultado de las
derrotas mencionadas y de la respuesta efectiva de las fuerzas revolucionarias
del Frente, los desesperados proyectos del mando de la tiranía sufren otro
descalabro. Por otra parte los rebeldes nos movemos con frecuencia de nuestras
posiciones y lanzamos esporádicos ataques, incrementando incluso las
operaciones de rescate ejecutadas por comandos que penetran en los poblados
para liquidar enemigos y llevarse sus armas.
Las acciones militares de los rebeldes
alcanzan un nivel superior de preparación táctica, es evidente que para
realizar el cerco a la toma de un enclave o poblado ocupado por el enemigo se
requería un conocimiento más amplio de la preparación bélica. Existían muy
pocos compañeros alzados con una formación anterior en este sentido, pero los
mandos rebeldes fueron adquiriendo los conceptos y destrezas necesarios en la
escuela del ejercicio de la guerra, lo que faltaba en conocimientos técnicos se
compensaba con el sentido común, la lógica, la imaginativa estrategia y una
sagaz táctica, todo esto en mentes jóvenes, patrióticas y audaces.10 No hay que olvidar que la guerra es la
continuación de la política por otros medios y que la dirección del Frente que
nos ocupa era una
dirección en extremo politizada. Es
significativo que sea en estos momentos cuando se intensifican las escuelas de
instrucción militar (de infantería
principalmente) en Calabaza y la José
Martí de Tumba Siete de instrucción política.
Ya teníamos un mejoramiento relativo del
armamento rebelde, favorecido en primer lugar por los trofeos de guerra de las
derrotas sufridas por el enemigo y por las armas arrebatadas en poblados y
ciudades,[9] algunas que entraron por vía aérea, enviadas por el
movimiento del exterior y las construidas en nuestra fábrica. No era
comparable, sin embargo, con la superioridad de los medios ofensivos y de
defensa del enemigo, que incluso recibía ayuda norteamericana mediante el
empleo de la Base Naval de Guantánamo como trampolín y aprovisionamiento a sus
aviones de municiones, bombas de napal, cohetes aire-tierra (Rochets), gasolina
y apoyo técnico, que realizaban diariamente incursiones aéreas contra el
Frente.[10]
En el mes de agosto recibimos armas del
exterior (muy pocas) y se produce un hecho aparentemente sin tanta relevancia,
la captura de dos aviones DC-3 de transporte comercial, que fueron destruidos
posteriormente por la aviación enemiga y un Ryan Navion 260, también 2 P-51
Tigres, voladores estos últimos comprados por el movimiento en
Miami. Como hemos dicho existía una pequeña
pista de aterrizaje en el aeropuerto de Mayarí Arriba, donde fueron ubicados
varios aparatos y estos recién incorporados inciden en la reactivación del
cuerpo de industrias que fabrican bombas incendiarias y de fragmentación para
la Fuerza Aérea Rebelde (FAR) a cuyo frente estaba Orestes del Río. Lo que
importa aquí es subrayar el factor psicológico de confianza que daba al soldado
rebelde pensar que se disponía de una fuerza aérea para enfrentar a un enemigo
que intensificaba el empleo de los medios aéreos para hostigar y debilitar a
los insurrectos, asimismo, este factor golpeaba al enemigo, que se esforzaba
por destruir estos aparatos.
Síntomas de un viraje.
Como efecto del éxito de las acciones
rebeldes y del fortalecimiento de sus unidades combativas, el enemigo se iba
sintiendo cada vez más inseguro, pero precisamente a causa de ello, sus
operaciones se volvieron cada vez más desesperadas, aumentando sus métodos de
destrucción y arrasamiento masivo. Las posibilidades de error y fracaso del
enemigo aumentaban con el empleo del poder destructivo, ciego por consiguiente.
Las incursiones terrestres enemigas a
las montañas se irían reduciendo en número y se realizaban acompañadas por el
miedo, su radio de acción se iba achicando también paulatinamente hasta el
dominio-defensa de sus enclaves fortificados, poblados y grandes ciudades,
resguardada por la superioridad de armamentos y municiones y la concentración
excesiva de efectivos.
Estábamos arribando a la etapa final de
la lucha donde era esencial la guerra de posiciones. El enemigo se parapeta en
sus fortificaciones principales y refuerza sus defensas en los poblados de
consideración y ciudades, mientras que el Ejército Rebelde ha tomado la iniciativa, las ataca y
avanza sobre ellas con el fin de cercarlas y tomarlas. No
se le da tregua al enemigo en estos momentos se realiza una guerra agresiva
como estrategia. Los rebeldes habíamos alcanzado la fortaleza suficiente
para pasar a la ofensiva a fines de octubre.1
Es precisamente en esta crucial
coyuntura en que las fuerzas revolucionarias se disponen a asaltar los enclaves
enemigos y a destruirle su aparato militar, atacando a ciudades importantes, en
la que se dan los primeros pasos para la organización de un cuerpo de policías
en el II Frente Oriental, pero antes es necesario describir una importante
estructuración administrativa que tenía lugar entonces.
1 Teníamos unos tres mil hombres con armas de guerra.
Fidel; Declaraciones en el juicio contra el traidor Hubert Mato.
Ciudad Libertad, Habana 14 Diciembre 1959
La Ley Orgánica: expresión de la consolidación del Frente.
En medio de esta situación de extrema
movilidad del Frente se dicta la Orden Militar No.49, el 28 de octubre,
mediante la cual entró en vigor lo que se conoció en la guerra como la Ley
Orgánica. Su objetivo era dejar oficialmente denominado el Frente
como el II Frente Oriental “Frank País” y establecer su estructura militar y
administrativa. En el fondo, esta Ley era el resultado de un proceso
organizativo interno del Frente, extendido a lo largo de la duración de la
guerra, y que evidenciaba el grado de coherencia y eficacia de los mecanismos
del gobierno rebelde que venían elaborándose para enfrentar las circunstancias
que se avecinaban.
Es difícil pasar por alto el hecho de
que se estaba legalizando en la práctica parte de lo ya existente, a la vez que
se le daba forma más acabada, pero sobre todo se estaba preparando una
estructura administrativa para que asumiera del modo más efectivo las tareas y
los problemas provenientes de los poblados y ciudades que se iban tomando. Se
observa un incremento de la actividad y una proyección política superior en
este ordenamiento puesto en juego. Es preciso describir lo operado por esta Ley
en la esfera de lo administrativo, de acuerdo con nuestro interes.
EJERCITO REVOLUCIONARIO
“26 DE JULIO”
SEGUNDO FRENTE ORIENTAL
“FRANK PAIS’’
BOLETIN LEGISLATIVO DEL SEGUNDO FRENTE
ORIENTAL ‘’FRANK PAIS”
TERRITORIO LIBRE DE CUBA, 28 de Octubre de
1958.
Año No. 1 Boletín
Extraordinario No. 2.
CAPITAN AUGUSTO R. MARTÍNEZ
SÁNCHEZ, Jefe del Departamento de Justicia del Segundo Frente Oriental “FRANK
PAÍS”.
HAGO CONSTAR: Que el Comandante Jefe del Segundo Frente
Oriental “FRANK PAIS” ha aprobado y por este medio se publica para su
conocimiento y cumplimiento, la
siguiente Orden Militar:
POR CUANTO: Es una realidad
tangible la ocupación de gran parte del territorio de la provincia de Oriente
llevada a cabo por las Fuerzas Rebeldes del Ejército Revolucionario “26 de
Julio” que procedente del Primer Frente de la Sierra Maestra, constituyeron el
Segundo Frente Oriental, al que en honor y memoria del gran líder
revolucionario se le puso por nombre “FRANK PAÍS”
POR CUANTO: Desde la introducción de dichas tropas
al Segundo Frente Oriental ‘FRANK PAÍS” se ha venido ampliando más y más
territorialmente, aumentando por consiguiente de modo considerable no sólo las
fuerzas y equipos materiales, sino también la población civil comprendida en el
territorio liberado.
POR CUANTO: No obstante, el
crecimiento a que nos hemos referido y teniendo en cuenta las características
propias de este Frente, es necesario dotar al mismo de su Ley Orgánica por la
cual habrá de regirse, a fin de dejarlo definitivamente organizado y señalar a
cada uno de los componentes de las Fuerzas Rebeldes sus atribuciones y deberes,
dando así lugar a una mejor fiscalización y vigilancia y poder lograr, con más
facilidad, el objetivo único que nos hemos impuesto de libertar al pueblo de
Cuba.
POR CUANTO : Con todo ello se
contempla, asimismo , la mayor protección a la población civil comprendida en
nuestros territorios ocupados y liberados, lo que ha constituido siempre una de
las máximas preocupaciones de este Mando Militar.-
POR TANTO : En uso de las
facultades que me están conferidas,
RESUELVO:
Aprobar y poner en vigor la
siguiente:
ORDEN
MILITAR No. 49
LEY
ORGÁNICA DEL SEGUNDO FRENTE ORIENTAL “FRANK PAÍS”
Artículo 1. El Segundo Frente Oriental “FRANK PAÍS”es un mando militar
del Ejército Revolucionario “26 de Julio” que opera y operará en todo el
territorio ocupado y que se ocupase por sus Fuerzas Rebeldes y tendrá a su
cargo la organización , dirección y administración de sus territorios.
Artículo 2. El Ejército
Revolucionario “26 de Julio” en el segundo Frente Oriental “FRANK PAÍS” se
compondrá por la Comandancia Central, como organismo superior del Mando
Militar, y por siete Departamentos que como organismos auxiliares se
denominarán.
a)
Departamento de Guerra.
b)
Departamento de Justicia.
c)
Departamento de Sanidad.
d)
Departamento de Propaganda.
e)
Departamento de Educación.
f)
Departamento de Construcciones y Comunicaciones.
g)
Departamento de Finanzas.
Artículo 14. A los efectos de la distribución y
organización de sus labores, la Dirección de Personal e Inspección se dividirá
en cuatro Secciones que se denominarán:
a)
Sección de Personal.
b)
Sección de Inspección Territorial.
c)
Sección de Radio, Claves y Mapas.
d)
Sección de Policía Rebelde.
Artículo 18. La Sección de
Policía Rebelde, estará encargada de cumplir y hacer cumplir las órdenes
militares y demás disposiciones vigentes en el Segundo Frente, prevenir los
actos delictivos y perseguirlos; de la identificación, custodia y seguridad de
los prisioneros de guerra; y del control del orden público en los territorios
liberados y ocupados por las Fuerzas Rebeldes.
Dado en Territorio Libre de
Cuba del Segundo Frente Oriental “FRAK PAÍS”, a los veinte y ocho días del mes
de Octubre de mil novecientos cincuenta
y ocho.
LIBERTAD O MUERTE
RAÚL CASTRO RUZ
Comandante Jefe
SEGUNDO
FRENTE ORIENTAL “FRANK PAIS”
Extrato de lá ley orgânica del II frente donde se refere a lá
creacion de la Policia Rebelde
Los Departamentos.
Además de establecer la denominación,
composición y mandos de las nuevas Columnas y demás Unidades de combate
Rebelde, esta Ley estipulaba la existencia y funcionamiento de 7 Departamentos adscriptos a una jefatura
única del Frente donde se centralizaban las decisiones como dependencias
auxiliares de la Comandancia Central. Estas configuraban un aparato de
dirección que atendía ya no sólo los asuntos de la guerra (en virtud de las
condiciones enumeradas más arriba) y la regulación del funcionamiento interno
del Ejército Rebelde, sino también todo lo concerniente a la población civil
del territorio libre y de las áreas circundantes, atendiendo con especial
cuidado los problemas de este segundo aspecto.
Las direcciones intermedias.
Estos Departamentos fueron creados en
primer lugar con el objetivo de conformar una estructura administrativa cuya
sola mención provoca la admiración. Estos Departamentos eran los siguientes:
Departamento de Guerra, Justicia, Sanidad, Propaganda, Educación, Finanzas,
Construcciones y Comunicaciones. También eran constituidas dos direcciones
intermedias: personal e inspección y funciones derivadas de la jefatura del
mismo. Esta dirección, encomendada al entonces Capitán Manuel Piñeiro Losada,
se componía a su vez de 4 secciones:
Personal, dirigida
por Senén Casas Regueiro
Inspección Territorial, bajo el mando de
Manuel Piñeiro Lozada
Radio, Claves y Mapas, dirigida por
Léster Rodríguez
Policía Rebelde, dirigida por Alfredo
Ballester Parra.
Existe una resolución firmada por Raúl
en la que se nombra al teniente Maximiliano Reyes Carbonell Jefe de la Policía,
con fecha 9 de Noviembre de 1958, pero fue un nombramiento solamente y algunos
pasos preliminares dados, no se produce sustitución, ni nombramiento oficial como
Jefe de la Policía. Pero el hecho concreto es que recibo prácticamente virgen
la policía, la que ahora en lo adelante la iremos organizando en los
territorios liberados, apoyándome fundamentalmente en mis vivencias y en varios
de los testimonios de protagonistas principales y en documentos hasta ahora
inéditos que se relacionan de modo directo con la Policía Rebelde.
Bosquejaremos el marco histórico en que surgió, cómo funcionó y qué logros
alcanzó en aquella violenta situación de la lucha armada contra la tiranía
batistiana, aquella policía de vida efímera que se prolongó hasta ahora con
nuevas formas.
La Policía Rebelde.
La
Policía Rebelde es un capítulo de la historia
del II Frente, entrelazadas con varias historias, hay que empezar a contar desde el inicio del nacimiento del
frente, hasta llegar a la necesidad o al parto de este cuerpo especializado, no
puede ser un relato detallado, realmente es una pequeña historia, el telón de
fondo, fueron los acontecimientos apresurados que nos toco vivir, por lo
demás llena de momentos apasionantes, así debe referirse y relacionarse con
este conjunto histórico mayor en el que encuentra
su cabal explicación. Aunque la orden militar No.49 que oficializaba su
constitución es de fines de octubre, en realidad desde antes ya venían operando
diversos elementos que delineaban difusamente su existencia y que subrayan su
necesidad. Ya hemos relacionado más arriba algunos de sus antecedentes
principales: las patrullas, la Policía Judicial y el Cuerpo de Inteligencia Rebelde,
los que hay que tomar en cuenta de manera permanente al hablar de la policía,
pues ellos funcionaban
paralelamente a ella. Ahora analizaremos un último factor que fue de sus
fuentes nutricias, la guarnición de la Comandancia Central.
3. SITUACIÓN DEL FRENTE DESDE OCTUBRE HASTA EL FIN DE LA GUERRA.
Como he dicho, la situación y el
desplazamiento de la Comandancia Central hacia zonas más ventajosas, desde
varios ángulos, dan la medida del alto grado de organización alcanzado por el
Frente en su totalidad. En el momento en que se ubica en Aguacate y Naranjo
Agrio, la Comandancia Central existe como tal por la presencia del Comandante
Raúl y un grupo de sus jefes más capaces. Pero el estado nómada de la guerrilla
y la inestabilidad propiciada por la guerra condicionan la existencia de un
aparato de gobierno en proceso de organización.
Cuando nos situamos en Las Calabaza,
observamos de inmediato un cambio cualitativamente superior, la Comandancia
empieza a funcionar como un puesto de mando, pero sabemos que esta sede tuvo un
carácter provisional.
La Comandancia Central funcionará como
dispositivo central de dirección de tropas cuando está ubicado en Mayarí
Arriba, término municipal de Alto Songo, sin dejar por ello de funcionar en un
plano político-social, aquí es donde permanecerá el mayor tiempo, durante toda
la etapa insurreccional, aquí también se consolida como un aparato de gobierno.
Este es el primer poblado mayor en que
se ubican las tropas rebeldes del II Frente; antes, éstas habían hecho una vida
estrictamente monte adentro durante la campaña,
ahora es como si salieran al exterior y con ello desafían abiertamente al
enemigo, el que no puedan ser abatidas por él es una muestra más de la
impotencia del régimen imperante.
Cabe recordar que estamos ubicados en el
corazón del territorio libre, su posición topográfica y táctica es ventajosa
para los rebeldes, pues desde él se domina con relativa disposición el teatro
de la guerra. A tiro de cañón para hablar metafóricamente se encuentran
importantes poblados: Dos Caminos, San Luis, Songo, La Maya, La Dirección
Santiago, acortados por los caminos existentes desde Mayarí hasta esos lugares.
Es digno de observar que debido
precisamente a la magnífica posición para el desarrollo de la guerra de esta
nueva sede, incluso donde el mando rebelde establece un sistema de comunicación
por hilo y radio con las unidades subalternas, es que el enemigo se obstina en
bombardear por aire este centro del bastión rebelde. Finalmente la aproximación
relativa de la Comandancia Central al lugar de las operaciones, constituye un
indicador de su fortaleza a la vez que un síntoma de la debilidad enemiga y de
un viraje de la guerra. Cuando ella sea ubicada en la Yaya cerca del poblado de
la Prueba, en la finca de los Milanes, por razones tácticas, se convertirá en
una especie de Puesto de Mando Avanzado. 1Este
complementado con el Puesto de Mando Móvil (PMM) personificado
con la presencia del jefe del frente, permitiría a Raúl realizar sus
constantes visitas a los distintos frentes para dirigir el curso de la guerra.
1 Luzón también
había adelantado su PM hacia La Caridad ,frente a la línea de ferrocarril que
sale a San Benito y un camino vecinal que va a Songo este lugar de Luzón lo utilizábamos parte del personal de
;a comandancia central,,Piñeiro, Augusto, etc alli conocí a América Domitrus la
novia de Frank País
La guarnición y seguridad de
la Comandancia, embrión de la
Policía Rebelde.
El poblado de Mayarí Arriba reclamaba
una guarnición para protegerse de cualquier ataque por sorpresa o infiltración
de enemigos, aunque esto último era poco menos que improbable. La Comandancia
más propiamente posibilitó un sistema de guarnición y seguridad que permitió la
creación de una especie de destacamento armado. Con esta especial fundación,
integrada por un pequeño grupo de soldados rebeldes, los que inicialmente no
podían ser catalogados como policías aleccionados por su mayor comprensión y
cierto nivel escolar, superior en relación con el nivel medio del Ejercito
Rebelde.
Al compañero Rafael Suárez (Fito) se le
encomendó hacerse cargo de la organización de las postas alrededor de la
Comandancia. La primera estaba en el camino de Sabanilla, funcionando las 24
horas, la segunda se ubicaba en lo que era el campamento de la guarnición, que
luego se denominaría de la Policía Rebelde y la tercera se hacía rondando la
casa donde se dormía, que tenía su entrada por el camino que va hoy a la
escuela de Mícara y se rondaba además alrededor de la vaquería donde
continuamente se trabajaba hasta horas avanzadas de la madrugada. Este servicio
de guardia, integrado por 20 ó más
compañeros, Realmente esta
es una fase de tanteos; se proyecta crear delegaciones de policía en las
columnas y compañías, pero, lo que funcionaba como policía en la práctica era
este cuerpo de guarnición que a veces se ocupaba del servicio interno de la
Comandancia. Recuerda Fito que la composición de este grupo era
heterogénea por las tareas que realizaba además de las guardias. Ya a fines de
octubre, cuando llegué a la Comandancia, había un grupito de combatientes;
estaba de cocinero Santiago Wash, había otros combatientes en ese tiempo, llegó
Israel Reyes, que cayó después en Bolivia junto al Che, y estaba Enrique
González, que luego fue instructor de la Escuela de Policía que tendríamos
cerca de la Yaya. Estaba también el sargento Guillermo Rivas, de suministro,
que fue nombrado por el propio Raúl, también otro muchacho de apellido Chaveco,
que era chofer y auxiliaba a Rivas en el abastecimiento, conocedor de aquella
zona pues era del mismo pueblecito de Mayarí. A mediados de octubre se
incorporará a la Comandancia con 5
hombres del servicio de inteligencia rebelde, Alfredo Reyes Trejo , quien
provenía de la zona del Capitán
Filiberto Olivera. Reyes Trejo sustituye a Reyes Carbonell y de inmediato
empieza a incorporar a un grupo de aproximadamente veinte compañeros, venidos
de San Luis, a hacer trincheras para protegerse de los ataques aéreos. Por
orden de Raúl, también estos se irían incorporando a la célula original de la Policía
Rebelde.
La aviación bombardeaba
diariamente a Mayarí, luego del bombardeo grande, cuando no era en la mañana
era por la tarde, en el lugar aparecía una neblina espesísima hasta bien tarde
en la mañana que duraba hasta las 8,9 am en los meses de octubre-Noviembre y principio de Diciembre.
La Policía Rebelde, pues, se empieza a
constituir a ese nivel inicialmente. Es importante señalar el hecho de que esta
guarnición se convierte en una especie de célula-madre, cuyos miembros serán
los primeros en portar el monograma de la Policía Rebelde, fabricado
caseramente en Mayarí Arriba, célula de la que se irán desprendiendo
continuamente los campamentos que asumirán la función policial en los diversos
poblados que se irán liberando. Por su adiestramiento, preparación y confianza,
este destacamento armado rebelde será una fuente constante de la que se nutrirá
la Policía Rebelde. Pudiera decirse que más que funcionar como policía, su
papel será ese: ser fuente nutricia, por cuanto su misión de cuerpo de guardia
le impedirá en la práctica convertirse en un cuerpo policial. No obstante
debemos subrayar que a fin de cuentas esa guarnición quedaría bajo el mando de
la Policía Rebelde y se encargó hasta incluso después del triunfo, de la
protección y seguridad de la Comandancia Central, para lo cual se convertiría
en un celoso vigilante de las preciadas vidas de sus integrantes y de todos los
bienes que ésta contenía, incluidos los documentos. Es justo reconocer que si
los miembros de la Comandancia apenas dormían, sumidos en el intenso trabajo de
la conducción de la guerra y de la dirección de la Revolución, aquellos
compañeros de la Policía Rebelde encargados de la custodia, propiciaban esta
fecunda vigilia con su anónima labor.
También este destacamento de guarnición
se encarga de la custodia de presos rebeldes y del enemigo, además de realizar
las tareas de servicio interno y de seguridad apuntadas. Como a 5 u 7
kilómetros del poblado en Tumba Siete, existía
una casa inmensa con un amplio granero que había servido inicialmente de
campamento al Comandante Casilla y que era utilizado para alojar a los
prisioneros militares hechos al ejército de la tiranía. En la Comandancia no
había cárcel, pero llegó a darse el caso de tenerse que improvisar una especie
de casita de guano a la orilla de un río, cuando el caso del Piloto Mario Díaz
Saumel ajusticiado el 3 de diciembre luego de
probársele fehacientemente su culpabilidad. Por un tribunal
revolucionario Este hombre se captura en una acción
comando en una pequeña pista entre el Central Palma y el
cuartel, dueño de una avioneta se le obliga a aterrizar en Mayarí arriba dedicada a taxi aéreo ,al ser cortadas las carreteras por los
rebeldes se dedico a trasportar a oficiales y soldados de la tiranía y al
conocido asesino Campos Pontigo jefe del escuadrón 14 de la Guardia Rural de
Palma Soriano, al traslado de la correspondencia y el dinero del pago a las
fuerzas de la tiranía destacadas en Palma
.Estaba vinculado al
sanguinario Coronel Alberto del Río Chaviano en jugosos negocios Los días antes de que concluyera este
caso fueron días de no dormir y de intensa agitación para la guarnición, según
recuerda aún hoy Rafael Suárez.(Fito)
El mando de la Policía.
A principios de noviembre los Capitanes
Manuel Piñeiro y Augusto Martínez me llaman a la Comandancia Central y me
encargan la organización de la Policía Rebelde del II Frente.
Yo había estado realizando en Soledad,
por encomienda del Comandante Raúl, otro trabajo como era recoger una cantidad
de vehículos volcados, algunos en lugares verdaderamente difíciles de
sacar, ponerlos en funcionamiento
y los que no pues desarmarlos y hacer un almacén de piezas de repuestos en un
almacén de café que existía en el lugar;1 al
presentarme al nuevo cargo encuentro organizado el destacamento de guarnición
antes referido, el que quedó bajo mi mando a partir de ese momento.
El Capitán Manuel Piñeiro me instruye
sobre cómo iba a funcionar y cómo debía formarse la Policía Rebelde, e incluso
me sugiere algunos compañeros que podía utilizar en esta misión, entre los que estaba Alfredo
Reyes Trejo, quien fungirá como segundo al mando de la policía. Comienzan aquí
realmente a darse los primeros pasos para la organización de un cuerpo
policial.
Existirá una comunicación y contacto
permanente entre el mando de la policía y estos dos miembros de la Comandancia,
lo que de hecho se convierte en el puente directo a través del cual se
canalizan las órdenes de la autoridad rebelde máxima a dicho mando. En el trabajo futuro se irán perfilando aún
más las condiciones en cuanto al funcionamiento y alcance de la policía.
Siguiendo las indicaciones de estos
jefes superiores, la policía empieza a ser nutrida con reclutas guerrilleros
procedentes de la escuela de Calabazas de Sagua, dirigida por Raúl Barreda, compañero de Guantánamo que siendo agente del servicio de
inteligencia enemigo(SIM) se había incorporado al M-26-7, prestando valiosos
servicios, además, yo incorporo
a un grupo de soldados que estaban
bajo mi mando en Soledad. La primera misión policial todavía sigue siendo la
protección de la Comandancia, a esta casi se reducirá lo hecho por la policía
en lo que era el territorio tradicional del Frente.
En realidad, de acuerdo con las
exigencias propias del momento, existía una especie de puesto policial en uno
de los puntos de la guarnición,
pero no había una jefatura de la policía organizada y estructurada. Nunca llegó
a existir un escalón de mando policial. En su aspecto material contábamos en la
Comandancia Central con un pequeño
local de trabajo y las orientaciones las recibíamos a través de los compañeros
mencionados (Piñeiro y Augusto). Generalmente estábamos muy poco tiempo allí.
No se puede pensar cuando hablamos de
1 al mirar a la
distancia, pienso que fue el 1er intento de la creación de la especialidad de
Tanque y Trasporte del frente, se logro poner de alta varios vehículos, los
llamados zapa de 3 diferenciales y
camionetas Power Vagón que por órdenes de Raúl se le entrego a Efigenio se creo un Stop de piezas de repuestos
jefatura de policía en una cosa
organizada. Realmente ejercíamos, yo, como jefe de la policía y Alfredo Reyes
Trejo, como segundo. Por lo regular andábamos juntos, prácticamente el puesto
de mando nuestro estaba arriba de un jeep y continuamente nos estábamos moviendo,
organizando, supervisando, controlando y otras cuestiones, también instituyendo
policías en los poblados que se habían liberado.
La dirección de la policía se convierte
en un mando móvil, por la urgente necesidad de organizar estos poblados,
montada en un jeep, para trasladarnos de un lugar a otro según el rápido
desplazamiento de las tropas rebeldes. Este mando móvil no es el resultado de
un estilo de trabajo, sino de las necesidades impuestas por las circunstancias
de la guerra.
La ofensiva rebelde general.
Este es un período culminante de la
lucha armada, los hechos se producen con una velocidad vertiginosa, estamos en
el comienzo de la gran ofensiva rebelde en que se combate por arrebatarle al
enemigo el máximo de terreno y cuando el combate va pasando, de la toma de
cuarteles y puestos militares ubicados en poblados medianos a la lucha por las
ciudades. Es un momento de gran movilidad de las fuerzas rebeldes, las que van
abandonando sus territorios tradicionales y avanzan sobre las posiciones del enemigo
en el llano. A consecuencia de esta ofensiva general se van liberando enormes
territorios y poblados en las cercanías de las diferentes Comandancias de las
Columnas.
El Ejército Rebelde está en medio de un
frente de combate amplio al desatarse la ofensiva de todas las columnas por la
“Operación Gancho”, pero iría quedando entre la dirección central del Frente y las líneas de
combate una zona formada por los poblados y ciudades liberadas que había que controlar
mediante el funcionamiento de un cuerpo que fuera la garantía de la firmeza de
estos triunfos. Se hacía necesario no sólo cubrir esta retaguardia sino dejar
un orden constituido en estos nuevos territorios para impedir cualquier acto
que pudiera poner en peligro este proceso, es por eso que se toman adecuadas
medidas organizativas, sobre todo, sopesando la contingencia de la prolongación
de la guerra y pensando en las situaciones que pudieran sobrevenir de cualquier
cambio súbito en ella.
Por otro lado, la extensión territorial
de la contienda creaba otro problema, los lugares de combate o en ocasiones las
líneas de fuego del Frente se habían alejado tanto del centro de dirección de
las tropas rebeldes que se hacía casi imprescindible dejar consolidada la
retaguardia, o sea, todo el territorio que se iba ocupando y además era
necesario crear enlaces entre esos dos puntos tan distantes. El que se pudiera
garantizar el control del territorio liberado determinaba en gran medida la
obtención de tales objetivos y en esto intervendrá con un peso considerable la
Policía Rebelde, la que se encargaría de mantener el orden en ellos,
administrar justicia y contribuir a la reorganización de la vida social, entre
otras de sus múltiples tareas.
Pero en este contexto, la misión
fundamental de todo soldado rebelde, la de combatir, pues lo primero era
derrotar al enemigo, no permite que el mando policial se entregue de lleno a su
tarea de organización de la policía. Así, de las acciones y tareas militares
emanadas de la Comandancia Central se destaca la operación contra Songo y La
Maya, plazas donde no se deja organizada la policía porque la misión del mando
policial era en ese momento otra, debido a las necesidades de esa coyuntura
concreta. En La Maya acompaño al
compañero Augusto Martines y Raúl Camacho,(el abuelo) jefe de intendencia del II frente
y hacemos un requisamiento de víveres y otros, fundamentalmente de almacenes de
connotados batistianos del poblado, dejando constancia
de lo que se requiso, mientras que en Songo, a pesar de haberse tomado
esta plaza, considerada por la dictadura como inexpugnable, no se dieron
tampoco pasos organizativos en el sentido apuntado de inmediato.
Ubicándonos completamente en aquel
contexto podremos comprender mejor por qué aquel momento específico exigía
participar en el combate por encima de cualquier otra tarea, así como
determinadas circunstancias en ocasiones impedían a los jefes de la policía
dedicarse a otra cosa que no fuera
redundar en la solución de las necesidades bélicas del II Frente, a
veces simplemente había que hacer lo que dicta la lógica de los hechos de
guerra.
Más tarde, sin haberse liberado todavía
las principales plazas de la provincia, se volvería sobre estos dos grandes
poblados para dejar constituida en ellos la Policía Rebelde. También se irían
sumando otros lugares de menor importancia como Jamaica y Caimanera en una
dirección y Dos Caminos, Borjita,
Santa Ana de Auza y Baltoni en otra. La dirección norte el mando de la policía
tendría que dividirse por imperativos de la extensión del Frente. También se
organizaría la policía en Cueto.
En otros lugares, el mando mismo de las
unidades rebeldes: Columnas y Compañías, que realizaban su liberación,
constituyen en ellos especie de puestos de guarnición, que no pertenecen a la
policía en toda su propiedad, pero que posteriormente fungirían como puestos
policiales. A veces ésta no es más que una situación provisional, dictada por
la marcha agitada de los hechos y que es modificada tan pronto como el mando de
la policía llega a estos lugares para realizar su labor organizativa.
Por lo regular en estos momentos
iniciales de la ofensiva rebelde el mando móvil de la policía visita las plazas
que están liberando, aún en medio del fragor del combate o recién terminado
éste.
Enfrentadas al estado de confusión,
propio de esos sitios recién liberados, los jefes de la policía del Frente
asisten a la constitución de esos pequeños destacamentos rebeldes que se dejan
para garantizar la defensa con una mezcla de entusiasmo y furor
característicos. El mando policial, después del acto de constitución, marcha al
lado de las tropas que avanzan aceleradamente. Hay sobradas razones para que
exista este apresuramiento, casi a mediados de noviembre se recibieron órdenes
precisas de la Comandancia General en la Sierra Maestra donde en esencia se
señala que: Las columnas del II Frente deben seguir su avance, sitiando y
rindiendo a todos los cuarteles posibles en la zona comprendida entre Cueto,
Mayarí, San Luis y Guantánamo, mientras que las columnas que rodean a Santiago
de Cuba deben continuar vigilando e impidiendo el menor movimiento de tropas
enemigas.
El 23 de noviembre, coordinadas las
tropas del II y III Frente Oriental, se iniciaba una cadena de combates que han
sido denominados la “batalla de Oriente”, que traerían como resultado la
liberación de las plazas más importantes por parte de los rebeldes. El camino
del debilitamiento y posterior derrumbe del régimen está abierto.
Desde Baracoa hasta Cueto.
Es en medio de esta ofensiva final,
vorágine revolucionaria marcada por la toma de la iniciativa militar rebelde y
la correspondiente desmoralización del enemigo que este rinde muchas de sus
posiciones, incapaz de contener aquel empuje revolucionario. Fuimos tomando poblados y
ciudades y armando gente por el camino, es en medio de esta situación
que la policía se convierte en una necesidad militar y política de primer
rango, por esta razón, el Jefe del II Frente da instrucciones al mando de la
policía para ir “desde Baracoa hasta Cueto” y autoriza para reclutar en las
columnas los hombres necesarios con el fin expreso de organizar el cuerpo
policial en todo el territorio liberado.
Se inicia el período de trabajo más
intenso para el mando móvil de la Policía Rebelde, como podrá calcularse con
facilidad, la fundación y existencia de ésta se circunscribirá cronológicamente
a los últimos días de noviembre y sobre todo a diciembre, por lo que todas
estas medidas organizativas fueron fugaces. Específicamente, sin embargo, será
todo lo contrario, hubo que recorrer enormes territorios, separados por grandes
distancias, para cumplir la misión que el comandante Raúl Castro había
encomendado. Teníamos que dar rodeos, pues muchos
lugares estaban aun en manos del enemigo, atravesábamos poblados, en las noches
o madrugadas, muchas veces desiertos, escuchando a lo lejos el ruido del
combate que se desarrollaba sin tener claro en manos de quien estaban el lugar.
La Policía Rebelde antes del
triunfo.
Es así como empiezan a darse los
primeros pasos para la organización de la policía en los territorios recién
liberados, se trata de la formación de pequeños destacamentos armados que
tienen funciones especiales, por tanto diferenciadas, por tareas específicas
del mantenimiento del orden público que realizan, del resto de los soldados
rebeldes, cuya misión esencial era la misión combativa. Ellos se distinguen no
sólo porque portan monogramas 1 que los
identifican como policías, sino también porque tienen cabal conciencia de su
pertenencia a un cuerpo especial y porque actúan de acuerdo con ello .Ya en este
tiempo es función de la jefatura máxima de la policía la constitución de estos
grupos armados que sitúa en los poblados, así como su instrucción en relación
con su funcionamiento y el chequeo del cumplimiento de sus deberes, incluso se
observa una tendencia en dicha jefatura a especializarse en estas funciones,
aunque nunca abandonan su participación en los combates. La combinación de
ambas funciones y en ocasiones su realización simultánea le son inherentes a su
condiciones de guerrilleros, los que compensan su insuficiencia numérica con la
versatilidad de sus acciones.
Nutriéndose de los soldados que
provenían de la escuela para reclutas rebeldes existente en Calabaza de Sagua,
dirigida por el compañero Raúl Barreras y en Mayarí Arriba, de los efectivos de
la guarnición de la Comandancia Central, que enviaba Rafael Suárez (Fito). Se irán estableciendo puestos
policiales en Alto Songo (liberado el 27 de noviembre), La Maya (liberada el 7
de diciembre), San
- creamos un
monograma o distintivo, este consistía en un pedazo de tela en forma de
escudo con los colores del M-26-7 rojo y negro y las letras en blanco con
una PR o sea policía Rebelde. La Doila esposa en aquel entonces de Vaquecito
junto un grupo de mujeres del poblado para hacer los distintivos, los que
usábamos nosotros tenían do CC, o sea comandancia Central ,los poníamos
encima del brazalete en realidad esto no le decía nada a nadie dentro del
territorio, que tradicionalmente ocupábamos, pues alli sencillamente
éramos los rebeldes, luego si fue necesaria una identificación en los
territorios que se iban liberando
Luis (liberado el 9 de diciembre). En
Dos Caminos, Santa Ana de Auza y Baltoni. En el sector sudoccidental en la
dirección norte de Cueto (26 de diciembre), en Mayarí (30 de diciembre) y en
una tercera dirección, en Jamaica de Yateras, justamente en el momento que se
organiza el asedio de Guantánamo por parte de las tropas de Villa y Efigenio
entre otros lugares de este sector se organizará también en Caimanera (liberada
el 19 de diciembre).
En algunos casos las milicias
clandestinas que operaban en los poblados y plazas mayores o que se habían
sumado al combate por su liberación, eran utilizadas para apoyar la actividad
policial o se integraban a ella aunque en menor escala. Los jefes de los
puestos policiales eran compañeros de mayor confianza, generalmente de los que
se habían formado en contacto directo con la Comandancia Central en el grupo de
guarnición responsable de su seguridad y traslado. Estos puestos de policía de
los enclaves liberados debían estar mejor preparados para enfrentar una misión
más compleja que la que se realizó en el territorio tradicional del Frente.
Ahora no se trataba de resolver problemas civiles en un marco controlado
completamente por las fuerzas revolucionarias, ni tan solo se trataba de
establecer un orden militar mediante el uso de la fuerza, lo cual no era de por
sí nada fácil, sinó más bien de organizar la vida en esos territorios recién
liberados y además había que hacerlo aún en medio de una guerra cuyo final no
podía pronosticarse con exactitud cuándo se produciría. El cuerpo policial,
asimismo, debía diferenciarse y de hecho era distinto, por su esencia, del
odiado cuerpo de la policía batistiana. El pueblo espontáneamente apreciaba
esta diferencia, por esta razón se intensifica la educación política, ya de por
sí el nivel de preparación política de las tropas del II Frente era
considerable a causa precisamente del énfasis en la necesidad de politización
elevada del Frente, por lo que los soldados que pasaban a trabajar en la
policía no podían menos que reflejar esta preparación, sin embargo, se
procuraba que estos fuesen los que mayor desarrollo tuviesen en este sentido, a
fin de que pudiesen entender mejor su misión y acometer las tareas con mayor aptitud.
Con el fin de mejorar esta preparación se trabajará en la creación de
mecanismos que viabilicen esta labor, como escuelas para la policía y se atenderá más de cerca los puestos
policiales.
La necesidad de acentuar el factor de la
educación moral se traducirá en la práctica en una sobrecarga de este tipo de
trabajo que deberá enfrentar el mando de la policía. Esto se pone de manifiesto
en una circular rebelde dirigida a las jefaturas de los puestos policiales que
se acababan de constituir, la cual tiene por objeto clarificar algunas de las
cuestiones anteriormente señaladas.
‘’Todo policía deberá cuidarse de no aceptar halagos ni
regalos interesados que tiendan a menoscabar el ejercicio pleno de su
autoridad’’,(entrecomillar todos los documentos y además está repetido esto)
cosa esta corriente en los policías anteriores habidos en nuestra República,
donde un tabaco, una cajetilla de cigarros o cinco pesos disimulaban o cubrían
inmoralidades.
En ese párrafo se efectúa un corte
nítido entre la policía anterior y la Policía Rebelde, denunciando el carácter
fácilmente corrupto de aquella a la que el
soborno material y el halago cegaban el cumplimiento de su deber. Era lógico
que esto existiera en un cuerpo policial puesto al servicio de la clase
explotadora que lo sostenía a base exclusivamente de dinero y no sobre la base
de una causa justa que le diera una sustentación moral e ideológica.
En otro fragmento de la Circular No.1,
que citamos textualmente, se evidencia la esencia clasista, en este caso a favor
de los explotados, que debería guiar la actuación del nuevo cuerpo policial: ‘’El Policía Rebelde,
deberá estar presto en cualquier
lugar en que se encuentre, a ejercer su autoridad y respaldar con su
autoridad la justicia de los humildes, origen y causa de nuestras luchas.’’
Se subraya aquí una vez más la respuesta
combativa que debía caracterizar al Policía Rebelde para ejercer a plenitud la
autoridad conferida. No se nos debe escapar el espíritu martiano con que está
hecho este documento, apoyado en indicaciones de nuestros superiores, además,
lo conceptual que nuestra cultura nos indicaba, éramos parte de esa población
con unos tremendos deseos de justicia, no queríamos una policía igual a la que
conocíamos. Teníamos que invertir el orden de las cosas, queríamos y podíamos
hacer algo distinto; el documento es consecuente con los fines humanitarios y a
favor de los desposeídos con que es usado el fusil para destruir el régimen de
opresión y crear las bases de otro distinto.
Dejando claramente establecida la
identidad absoluta de fines y métodos existentes entre el Ejército Rebelde y la
Policía, la circular hace conciencia en cuanto al amplio alcance de la
responsabilidad de ésta cuando dice:’’ La Policía Rebelde es un cuerpo no
solamente (sic) creado para mantener el orden en los territorios ocupados por
nosotros, sino (que) sus funciones deberían ser más amplias y profundas, ya que
somos en los pueblos liberados por el ejército revolucionario, la
representación ante el pueblo del Ejército Rebelde.’’
Esta circular No.1 tiende a encausar y
normar la conducta de los diferentes puestos de policías que se estaban
constituyendo en las posiciones arrebatadas al enemigo. Luego de señalar la misión especial que debería cumplir
la Policía Rebelde, fija la responsabilidad contraída al aceptarla y disponerse a ejecutarla a
toda costa. Así queda sellado su máximo compromiso.
Correspondió a los hombres que
constituimos el cuerpo de la Policía Rebelde, la ardua y responsable tarea de
ocupar y mantener el orden en los territorios liberados por el Ejército
Revolucionario “26 de Julio”; sobre cada uno de nosotros gravitaba de manera
directa tal responsabilidad y constituyó nuestra mayor preocupación el hecho de
salir airosos y con éxito de esta tarea que la Revolución puso en cada uno de
nosotros.
Ocupar y mantener el orden en los
territorios liberados durante la ofensiva constituiría la responsabilidad
fundamental de la Policía Rebelde en sus inicios, pero ésta no sería la única
misión, en medio de aquellas circunstancias tan acuciantes, ella enfrentaría
una responsabilidad “más amplia y profunda” ante el vacío de poder dejado por
la derrota bochornosa de las tropas batistianas; ser no sólo agente del orden
público, sino la única autoridad constituida en dichos territorios.
San Luis, donde la Policía Rebelde, como
en otros grandes poblados, se emplearía a fondo y sería realmente efectiva,
demostraría que el ejercicio de esta autoridad era importante para la
preservación de las conquistas y el avance rebelde.
San Luis.
Fuerzas pertenecientes
al II frente de la Columna 17 “Abel Santamaría”, que comandaba Antonio
Enrique Luzón , en coordinación con tropas del III Frente dirigidas por… que operaban conjuntamente en el cerco
de Santiago de Cuba dentro del sector nororiental, entraron victoriosas en San
Luis el 9 de diciembre de 1958, lo que permitió la unión territorial de estos
dos frentes. Durante 16 días de hostigamiento, cerco y cruentos combates, había
resistido esta plaza el ataque rebelde. Con la caída de San Luis culminaba la
Operación “Flor Crombet”, que incluía la toma de Alto Songo, cuyos éxitos
facilitarían al Ejército Rebelde controlar todos los accesos a la capital de la
provincia por el norte, salvando los territorios de los dos frentes mencionados
por este sector, a la vez que se dominaban las comunicaciones con Guantánamo.
El dominio de este importantísimo nudo
ferroviario y de carreteras situado al norte de Santiago, obligaba al Ejército
Rebelde a encararse con tareas en extremo difíciles, defender y mantener el control
permanente sobre este vital municipio, entre otras. Su elevada responsabilidad
se sopesa al saber que hasta ese momento se habían tomado poblados de relativa
importancia y en los dos municipios mayores – Songo y La Maya – no se
emprenderían con este grado de penetración las tareas realizadas en San Luis.
Las tropas rebeldes habían tenido una
experiencia casi exclusivamente rural y carecían pues del conocimiento
necesario para asumir las funciones de gobierno civil en las grandes ciudades.
Aquí tendría que enfrentarse a la realidad de una ciudad con todos los vicios y
todas las corrupciones propias de la sociedad capitalista. Los puestos
policiales restantes eran y serían pequeños en números, mientras que el de San
Luis sería uno de los más nutridos, prueba de la importancia del enclave.
Una vez
que la Compañía “A” de Tomassevich conjuntamente con
Luzón liberan San Luis a los 2 ó 3 días continuaron su avance impetuoso,
a causa de la situación operativa del Frente, en extremo progresiva en ese
momento.
Aquí
nos ocurrió algo verdaderamente simpático y lo relatare
como recuerdo este almuerzo:
Todavía en el aire se sentía el olor a pólvora. Era casi el
mediodía. Se combatía en Palma Soriano, estábamos en San Luís que acababa de
caer en nuestras manos. No sé quién lo propuso pero, de pronto, nos vimos rumbo
hacia una de las casas del pueblo. Esta era amplia y acogedora, de corte
colonial. En el amplio corredor unas muchachas, bonitas en extremo y muy
hospitalarias, nos recibieron. El dueño de la casa andaba con nosotros. Nos
invitaron a pasar, lo hicimos a la sala muy amplia. En un gran patio había una
mesa larga, con un señor puerco asado, viandas y unas fuentes de congrí. Había
cervezas, pero uno de los jefes que estaban allí: el capitán Manuel Piñeiro conocido
como Barba Roja, Tomasevich, Augusto Martínez, Luzón, (no recuerdo los demás
acompañantes), le dijo al dueño de
la casa que nosotros no podíamos tomar bebidas alcohólicas. Aceptó con
extrañeza la explicación y de inmediato las muchachas y una negra vieja las
recogieron. Comenzamos el magnífico almuerzo. Yo no comía caliente no sé desde
cuándo y le entré a aquello con las ganas de mis 21 años. Cuando recién
comenzábamos entre las risas cantarinas de las lindas muchachas y las palabras
obsequiosas del señor, llegó una notita, que le entregaron a Piñeiro. Yo lo
miré, dejó de comer, se paró y dijo: “¡Vámonos, que hay algo urgente!” Ante las
protestas de las muchachas y el padre nos retiramos con prontitud y urgencia
del lugar. Ya en la calle lo miramos confundidos, y le preguntamos qué había
pasado. Con el sentido del humor de este hombre extraordinario y con una gran
carcajada, entregó el papelito que decía: ESTÁN ALMORZANDO EN LA CASA DEL
ALCALDE BATISTIANO DEL PUEBLO.
El mando móvil de la policía había participado en el combate
y luego de hacerse lo habitual,, recoger los prisioneros, enterrar los muertos, etc., dejó
constituido el puesto de policía con un grupo de la milicia clandestina del
propio poblado, personas que habían trabajado en el movimiento 26 de Julio y
apoyado la toma de esta ciudad. Acto seguido esa milicia de San Luis se hizo
cargo de la situación general, conformando una especie de policía provisional.
Poco menos después de una semana de la toma, sobre el 13 ó 14 de diciembre,
entra en la ciudad un grupo de alrededor de 20 soldados rebeldes que son
situados por el mando policial en San Luis, con la misión expresa de hacerse
cargo de la dirección y control de la ciudad. Al frente de estos venía el
compañero Abelardo Reyes Trejo (conocido por su nombre de guerra “Nike”), quien
había sido designado jefe del puesto de la policía de San Luis, cuya jefatura
debía organizar de inmediato.
Tan pronto como fue
trasladado desde la Comandancia Central y que yo me reuniese con él y le diera instrucciones preliminares
sobre su trabajo, “Nike” procedió a citar a los milicianos y en presencia del
jefe de la policía del Frente los desarmó alegando que era necesario tener un control del armamento y
que existía el personal de la policía destinado a el poblado Esto
produjo disgustos en aquellos que habían estado destacados en San Luis
inmediatamente después de su liberación, los milicianos más conscientes y
revolucionarios del grupo, aún desarmados, siguieron trabajando y cooperando
con la Policía Rebelde, nunca dejarían de perder sus vínculos con la
Revolución.
Una vez constituido el puesto de la
policía, se procedió a organizar la defensa de la ciudad, se situaron postas en
los puntos de acceso a la ciudad, tales como las dos entradas de Santiago de
Cuba y Palma Soriano, que se custodiaría permanentemente y también en otro
camino que debía ser cuidado. Además de esto se estableció un sistema de
patrullas que sin descansar recorrían el enclave a fin de mantener el orden
público.
La defensa era en este momento la
cuestión principal, pues téngase presente que estábamos aún en medio de la
guerra, en uno de los vértices del asalto final de las fuerzas revolucionarias.
Santiago y Palma estaban en poder de la tiranía, lugares relativamente próximos
a San Luis, por lo que las tareas militares estaban a la orden del día. Recuerdo que la salida del pueblo hacia Palma controlada por
la Policía Rebelde era una especie
de frontera, prácticamente vivíamos el combate que se desarrollaba en Palma,
alli llegaban los heridos, las noticias, se sentía el fragor de la guerra, algunos de los pobladores con
familiares en Palma llegaban hasta ese punto en busca de noticias Además
la ronda permanente tendía a neutralizar a los maleantes y al elemento que
apoyaba a Batista y que en ese momento permanecía oculto. La fuerza policial
estaba en un estado de tensión, presta a desarrollar acciones combativas tan
pronto como lo exigieran las circunstancias, pero a esta situación de
expectativas militares se sumaba un factor dramático que demandaba inmediata
solución, San Luis era prácticamente un pueblo muerto, sin alumbrado pública,
sin servicios de salud, sin justicia, donde eran palpables las secuelas de la
guerra. La policía se enfrentaba a problemas de índole material, además de
estar obligada a estimular a la población para que empezaran a reinar ánimos
más vitales. El entusiasmo y la alegría que despiertan los primeros momentos de
la liberación se canalizan en el cultivo de las simpatías que rápidamente se
irían ganando los jóvenes y barbudos policías. Hubo que vencer en algunas de
las capas de la población la resistencia dada por la identificación
acostumbrada del policía con el tolete y del arma con la muerte.
Lo primero que hace la Policía Rebelde
en San Luis, luego de garantizar su defensa, es dedicarse íntegramente a la
reconstrucción de algunos aspectos materiales, levantar el tendido eléctrico,
reparar los daños, restablecer algunos medios de comunicación, etc., también
invita a los comerciantes a abrir sus establecimientos, a activar la producción
y a los dueños de cines a reanudar las funciones. Poco a poco el pueblo va
adquiriendo confianza y comienza a normalizar su vida.
Como se podrá ir viendo, aquella policía
debía ir enfrentando un cúmulo de tareas difíciles: defensa, protección de los
ciudadanos, estimulación de la vida social, resarcimiento de algunas heridas
dejadas por la guerra, recobro de la confianza, etc. La responsabilidad con que
eran acometidas hacía que la gente apoyara más aún a los policías, es bueno
recordar que ya de por sí el Ejercito Rebelde era respaldado por todo el pueblo
en su avance. Otras medidas que tomarían se ganarían no sólo la admiración,
sino incluso el cariño de toda la población.
El choque con la sociedad burguesa.
Pero si hay algo que choca a la Policía
Rebelde es el estado de degradación moral que encuentra en San Luis, en una
ciudad relativamente tan pequeña, alejada del centro generador de corrupción de
la seudo república, La Habana, en todas las
ciudades, grandes, medianas, chicas y bateyes era igual pero esta gente le
asombra que haya una zona dedicada a la prostitución. Claro
es algo nuevo para estos montañeses, que conocían muy
poco de la vida en las ciudades, Los rebeldes, casi todos de procedencia
campesina, acostumbrados a la vida moral y educados en conceptos éticos y
políticos inflexibles, terminarán por adoptar soluciones drásticas: cerrar los
prostíbulos,1 enfrentándose abiertamente a las
lacras inherentes a la sociedad burguesa. De igual manera se procederá con las
salas de juego. El choque se extendía a la constatación general de la
discriminación racial, las divisiones de la población y la extensión
generalizada del delito común. Hay necesidad de enfrentar unos aspectos y
otros, y no la representación del Ejército Rebelde, este destacamento armado
que se proponía sanear la comunidad, asume una de sus funciones especiales, de actuar contra las ilegalidades. Se organiza la
lucha para combatir el delito común, contra los
jugadores ilícitos, los traficantes de drogas, los boliteros y contra las
diversas formas visibles del parasitismo y la explotación. Las enérgicas
medidas de saneamiento de aquella sociedad casi podrida que nos legara la
neocolonia, resultaban
conductas impostergables para la joven Policía Rebelde sin ninguna experiencia
de lucha en las ciudades.
1En realidad actuábamos imbuido de una
conducta y un pensamiento de pureza en ocasiones no prácticos a que los cambios
tenían que sucederse paulatinamente, por ejemplo el problema de la prostitucion
era de origen económico y otros factores sociales, y que la solución no era
fácil, Niké se le lleno la cachimba de tantos problemas que estos lugares le
producía, que un día obstinado cojió 2 policía un poco de clavos y tablas y los
clausuro todos
Dificultades Iniciales.
Para acometer el conjunto de tan
complejas tareas había que disponer de dos factores vedados a la Policía
Rebelde, de tiempo suficiente para dedicarse por entero a su ejecución en el
grado de profundidad deseable y de una preparación policial. Las necesidades de
la defensa y el patrullaje consumían casi todo el tiempo y las circunstancias
todavía tensas a consecuencia de la guerra se unían a esta escasez de tiempo
que conspiraba contra la superación de aquel destacamento. Dice William que se repite
Aquellos rebeldes que habían sido
conducidos en camiones desde Mayarí Arriba a San Luis, era una fuerza de muy
bajo nivel escolar, que apenas había recibido preparación milita y que carecían
de los conocimientos y pericias sobre cuestiones policiales muy necesarios para
acometer esta tarea. Aunque debemos de decir que en todas las columnas del I
frente se destinaron compañeros a los que se le llamo instructores que enseñaba
cuestiones elementales: como se peleaba detrás de una mata ,como moverse de una
posesión a otra ,como se confeccionaba una granada con una lata de puré de tomate o de leche condensada
,como se organizaba una emboscada, como se ponía un boniato (mina) El propio Abelardo
Reyes Trejo dice a propósito: -
Preparación de policía yo no tuve ninguna, sino que los compañeros que me
asignaron como policías, que eran unos 15 ó 16, habían pasado la escuela de
Calabazas de Sagua, unos compañeros muy buenos, gente muy consciente, muy
revolucionaria, pero como te dije, con muy bajo nivel cultural, la preparación
especial que poseíamos era nuestra propia conciencia, el sentido
revolucionario y humano ,lo que no se aprende en ninguna escuela ,nace con el
hombre ,no fuimos formando en la preparación que era el propio trabajo, así
empezamos a trabajar en San Luis -.
Esa escuela de Calabazas era una escuela
de adiestramiento militar, fundamentalmente de preparación de infantería, al
estilo de la existente en Minas del Frío, en la Sierra Maestra. Luego de
pasarla, fueron destacados a la Comandancia Central del II Frente, donde
permanecieron hasta ser enviados a San Luis. Hay que señalar la preparación
política que en tan corto tiempo pudieron recibir, pues el Frente se
caracterizó siempre por ser muy politizado. Quien mayor preparación tenía de
todos era su jefe “Nike”, Reyes Trejo, quien había pasado la escuela de
formación ideológica y política “José Martí”, en Tumba - 7, dependiente
directamente de la Comandancia Central. Alli por
primera ves oí hablar de imperialismo, de la explotación, me di cuenta que nosotros
éramos campesinos explotados ,pero no sabíamos que éramos explotados, los
terratenientes con tanta tierra sin trabajar y tantos hombres sin tierra ,las clases las daban compañeros preparados y en ocasiones el
propio Raúl, Nike había sido un destacado combatiente y jefe durante su
permanencia en la tropa al mando del Capitán Abelardo Colomé Ibarra, “Furry”,
por lo que había sido seleccionado en noviembre para recibir instrucción
especial y luego dejado en el puesto de mando Central del Frente, allí es
donde lo conozco, más tarde sería
designado en la jefatura de San Luis.
Un cura que levanta actas.
Nike debía enfrentar personalmente
dificultades tremendas para organizar la jefatura de policía de San Luis y para
desarrollar todo el trabajo que venimos resaltando, en primer lugar no tenían
local y tan pronto como lo tuvieron se vieron obligados a dormir en el suelo (el inmueble no tenia donde amarrar las hamacas) dormían cuando
tenían ocasión de hacerlo, es decir, debido a las difíciles condiciones impuestas
por la guerra, los policías estaban obligados a hacer vida de guerrilleros.
Por otro lado, no tenían leyes ni
reglamentos a que atenerse en el ejercicio de sus funciones, excepto la
Circular No. 1 que tenía un carácter más bien preceptivo. Alfredo y yo nos
movíamos conjuntamente con las tropas en la misión de ir constituyendo los
puestos policiales, por lo que las posibilidades de establecer una comunicación
y ayuda constante se veían seriamente afectadas, mientras tanto, la policía de
San Luis tenía que tomar decisiones unilaterales, sin poderse atener ni
siquiera a una experiencia similar anterior, pues esta era la primera vez que
se enfrentaban las fuerzas revolucionarias a estas situaciones. William dice se repite
Nike se veía obligado a aceptar que un
cura, simpatizante de la revolución, se encargara de levantar las actas, pues
ninguno de sus policías sabía escribir a máquina ni entenderse con cuestiones
técnicas tan especiales. Veamos como el mismo recuerda esta anécdota, el cura
del pueblo era el que me levantaba las actas, este cura nos ayudó mucho. Cuando
nosotros estuvimos en la zona de San Luis, de Magueyal para adentro, que yo
tenía un campamento allí, él iba con el pretexto de que iba a dar misa a
Miranda; él se llegaba al campamento y se estaba un día conversando allí.
Entonces ya en San Luis, él
permanecía siempre allí, ya abiertamente permanecía más en la jefatura
(de policía) que en la iglesia, así ese cura se mantuvo hasta el 62 ó 63, que
por motivos de enfermedad, no por ninguna cuestión política, lo mandaron a
buscar de España y se fue -.era un hombre delgado alto
de tez trigueña ,de poco pelo ojos claros ,rostro agradable, de poco hablar,
muy observador, y el peculiar acento español, era oriundo de Mallorca en las
islas Baleares, o de cataluña persona instruida, hablaba el catalán y el
francés con fluidez ,dos de sus tios habían venido a pelear a Cuba en el
Batallón Provisional de Baleares, uno enterrado por algún potrero de la isla y
el otro se enamoro perdidamente de una Cubana y por la zona del Cienfuegos hizo
su familia después de la guerra de independencia, a pesar de la presión del
clero reaccionario mantuvo muy buenas relaciones, creo es el único cura que fue
policía honorario del Ejercito rebelde.
Las necesidades de aquel momento eran
perentorias, había que actuar, no cruzarse de brazos en espera de mejores
condiciones. Era necesario organizar con un mínimo de requisitos el aparato
policial para, garantizada la defensa y el orden público, la mayor parte del tiempo lo ocupaban
en la perenne vigilia sobre. Los acontecimientos que
venían desarrollándose en el país
a través de las noticias y el orden de la población.
La Policía como Estado.
En San Luis la Policía Rebelde se
enfrenta a un lógico vacío de poder producido por el desalojo de las fuerzas
represivas batistianas y los mecanismos de mando político a que ellas servían
al efectuarse su liberación por el Ejército Rebelde. Entonces esta policía
tiene que asumir como depositaria de
la autoridad de éste, muchas de las funciones propias de un Estado, como se
planteo: la administración de justicia, el mantenimiento del orden público, la
represión del delito común, la salud pública, la defensa del enclave y la
protección de la población, etc.
Sin asumir la instrucción general, descollaba
entre otras funciones, la función educativa como tarea también inherente al
Estado, por lo que cada medida de tipo coercitivo que se tomaba era acompañada
invariablemente de una explicación exhaustiva, así como que no se aplicaba una
sanción sin un convencimiento previo del infractor. Entre las medidas que más
impactaron a la población se encuentra el empleo del trabajo como medio para
lograr la rehabilitación.
Por supuesto que en San Luis había una
cantidad de vagos habituales, como
en cualquier otro pueblo del país, producto de la sociedad en que vivíamos,
borrachos y personas que daban frecuentes escándalos. A los primeros se les
hablaba para que se integrasen al trabajo, incluso se gestionaban fuentes de
empleo y si no aceptaban, se les ponía a realizar diversas tareas sociales. A
los otros, si no habían causado daños de consideración, se les amonestaba
primeramente y si reincidían se les sancionaba.
En San Luis, teníamos que ejercer la
función de juez y de salud pública, y esto, ¿cómo lo ejercíamos?, bueno, la
función de juez la hacíamos sencillamente porque éramos la autoridad rebelde.
Ante la alteración del orden que había dentro del pueblo, las riñas y una serie
de hechos, teníamos que detener a las personas y allí, en la misma policía, los
sancionábamos a 5 ó 10 días, según la gravedad del hecho, sanción que se
cumplía limpiando las calles, porque como no había salud pública nosotros
teníamos que hacer eso, estas medidas sencillas
educativas se empleo también en otros lugares como en Guantánamo, y se extendió
a otras zonas sin previa coordinación al parecer era algo inherente en los
rebeldes .recuérdese que la organización que existía como estado se derrumbo y
que lógicamente todo el control paso a mano del ejercito rebelde por lo cual mientras
se volviese a la normalidad teníamos que asumir todas las funciones, y lo
hicimos de una manera natural,
acorde con nuestras propias concepciones.
Esta sanción y otras como arreglar
aceras y lugares públicos averiados y el embellecimiento del ornato público
constituían medidas educativas efectivas que repercutían en los infractores e
influían sobre los potenciales. El bochorno de los primeros tendía a
neutralizar a los segundos. Hay que ver en esto la cuestión de la educación
social, éramos un ejemplo. La población nos veía distintos, gente sencilla y
sana. Le di indicaciones a Nike de
tomar medidas de no permitir a los policías relacionarse con prostitutas, explicándole la necesidad de preservar la
honestidad del cuerpo policial, ya que debíamos actuar en un medio difícil con zonas de tolerancia o prostíbulos,
asimismo evitábamos confundir a los rebeldes con los policías anteriores que
controlaban estos lugares de acuerdo con sus intereses. Así aumentábamos el
prestigio de la Policía Rebelde.
La policía iba ampliando estos métodos y
en esa proporción se convertiría en una fuerza persuasiva y política, es así
como comienzan los trabajos de orientación e información a la población, se
sitúan carteles en lugares visibles, invitando a la ciudadanía a no arrojar
basuras en solares yermos y otros sitios frecuentados, y a los choferes a
moderar la velocidad de sus vehículos a fin de evitar accidentes.
No obstante la propaganda política más
fructífera era la directa, la emanada de la actuación sana del cuerpo policial
y de la conducta de cada uno de los policías, caracterizados por su serenidad,
su celo y su moderación en todos los sentidos, esto era lo que más
trascendencia y alcance social tenía en la comunidad.
Las medidas que
se tomaban eran novedosas y educativas
y es así como la policía va copando la simpatía de toda la población.
Otra anécdota significativa en este sentido, al principio toda una serie de
“sociedades” representativas de la mentalidad burguesa creyendo que los
policías rebeldes estaban “cortados con la misma tijera” que los anteriores,
para usar una expresión de Nike Reyes Trejo, visitaba al jefe de la policía a
fin de saber si quería pertenecer a alguna de ellas, pero éste había constatado
la entraña racista de casi todas estas instituciones “fraternales” o
“filantrópicas”, las había para blancos, otra para mulatos, otra para negros, por
lo que sin dar una respuesta negativa, les contestaba que les avisaría y así
ganaba tiempo para analizarlas a todas. Una sola sociedad, la Old Fellows Unidos,
formada por negros y gente muy humilde, no había ido a ver al “señor jefe de la
policía de San Luis, por su condición de segregados y porque disponían de una
iglesia que se estaba cayendo, no acostumbraban hacer lo que hacían los
miembros del club de Leones, o los de Caballeros de la Luz, al tratar de
integrar a su favor a la que creían una alta personalidad pública. Fue a la
directiva de esta institución humilde a la que se mandó que buscara el jefe de
la Policía Rebelde y les explicara porque deseaba establecer nexos con sus
miembros. Al afiliarse a ella, aunque fuera por breve tiempo y sin sentirse
realmente identificado con dichos cultos, se había ganado la confianza del
sector más explotado de la ciudad y se ponía al lado de los humildes.
No se tomarían medidas radicales que
afectaran a los propietarios de bares las circunstancias no lo permitían, por
lo demás, más bien se hacía un trabajo colateral para lograr el apoyo de la
población en la supresión de algunas de las fuentes de ingresos en los grupos
parasitarios que vivían del juego ilícito y las ganancias de los prostíbulos y
la neutralización de la acción de lo que entonces se denominaba “las clases
vivas”. No podían tachar de desmanes en el empleo del poder de inmoralidad a la
nueva policía, la que había procedido limpiamente desde el primer momento en
que fuera ocupado el municipio. Había realizado un arqueo del tesoro público, a
la vista de todos los ciudadanos. El despojo y el soborno no prosperaban con el
nuevo cuerpo.
Frente a estos cambios lentos de la vida
que se estaban operando, el resto de la clase dominante iría reaccionando. Como
se observa en uno de los documentos que anexamos, del 22 de diciembre de 1958
al 15 de enero de 1959, se levantaron “35 actas de delitos comunales y 45 por delitos
antirrevolucionarios” (SIC). Como puede apreciarse la actividad política en
contra del orden impuesto por el Ejército Rebelde era considerable, aunque debe
tomarse en cuenta que el abultamiento de esta cifra corresponde sobre todo al
período inmediato posterior al 1ro. de enero, cuando se producen allanamientos
de casas, la presentación y captura de elementos masferreristas, de chivatos y
el descubrimiento de civiles que habían trabajado estrechamente con la
dictadura de batista, o de militares a su servicio.
Tan pronto como las circunstancias me lo permitían, visitaba el Puesto de San Luis, las
órdenes casi siempre eran personales, debido a que no existía comunicación telefónica.
En ese momento Se hace hincapié en las
instrucciones verbales, en el comportamiento de la policía con el pueblo, en el
trato, las relaciones y las formas para orientar a las personas y aún sobre
cómo se debía actuar en posibles situaciones difíciles. Raramente dichas
orientaciones fueron dadas por escrito. Se establecerían lazos permanentes y un
chequeo periódico del desarrollo de la actividad policial de este pueblo y del
resto de los puestos que se irían conformando.
San Luis después de enero de 1959.
El derrocamiento de la dictadura crearía
condiciones para ampliar y fortalecer la labor policial comenzada en San Luis.
El grupo original de policías se mantendría en sus puestos, aunque no sólo se
incrementaría el apoyo del pueblo en su avituallamiento y el de la milicia en
diversas actividades como las guardias, los patrullajes, etc., sino que se
darían los pasos pertinentes para obtener nuevas incorporaciones. Dos factores
condicionaban esta decisión, el orden público y otras actividades inherentes a
la policía pasaron al primer plano. No hubo disminución del volumen del trabajo
ni de su dureza, pues la persecución de chivatos, masferreristas, registros a
estos y miembros del ejército de la dictadura, así como el apresamiento de
esbirros, nos obligaba e introducían una técnica
violenta en los momentos inmediatos posteriores al 1ro. de enero. Este
destacamento especial no tendría tiempo de pasar la escuela para policías
existentes ya, ni adquirió por otra vía que no fuera la práctica conocimiento
técnico alguno.
En las cuestiones administrativas seguía
existiendo la misma situación crítica, no había nadie que supiera escribir a
máquina, por sólo poner un ejemplo. La estación de policías situada en el local
de un antiguo sindicato, azucarero necesitaba de modo inexcusable de un
carpeta, este cargo exigía conocimientos que no poseíamos
experiencia, escribir a maquina, pues era la persona que levantaba el acta del
delito que se tratase. Se incorporaron una serie de compañeros jóvenes
procedentes de las milicias, sobre todo aquellos más conscientes que habían
venido trabajando voluntariamente en la policía y tenían un mejor nivel
escolar.
El jefe de la policía de San Luis ordenó
la investigación de algunos expolicías de la dictadura que no tuvieran
implicaciones graves en la represión
del pueblo para evaluar la posibilidad de integrarlos al trabajo
administrativo. La información arrojaba que no había tenido participación en
hechos de sangre, manteniendo buenas relaciones con la población, había uno de
ellos que tenía antecedentes positivos, había ayudado a algunos revolucionarios
y se decidió mandarlo a buscar a Baire, donde vivía. Se llamaba Nogera Según relata Nike, el hombre vino insultado,
pues no sabía para qué era, tan pronto como se le explicó que era necesario
servirse de sus conocimientos como carpeta, aceptó el trabajo sin objeciones,
de inmediato se dedicaría a atender las funciones propias de este cargo, pero
sobre todo a instruir y enseñar a los policías, en lo cual demostraba tener
gran conocimiento y pericia. Frecuentemente se presentaban diversos problemas
que se resolvían de una mejor manera, en gran medida ayudados por sus
sugerencias.
Así, el puesto de policía de San Luis
iría adquiriendo preparación, merced a su trabajo tenaz y a la ayuda de este
hombre que lo demostraría con su permanencia en este pueblo durante 8 ó 9 años
sin ser señalado por nadie. En los días últimos de diciembre, ni después había
tiempo para pasar escuelas ni recibir instrucciones especiales. Se lograba con
esto que el trabajo revolucionario no se detuviera ante ninguna dificultad en
San Luis.
Se vivían momentos de extrema tensión,
se recibían informaciones de la población sobre esbirros, masferreristas y
chivatos cautivos, se les perseguía y capturaba. En muchas ocasiones aumentaba
la vigilancia, el grado elevado del celo de aquellos policías lo da esta
anécdota que nos fue contada, además estaban dichos policías en la viva también
(como decíamos en aquel tiempo). Recuerdo que un día se aparecieron dos
policías que habían encontrado un desconocido quitándose los zapatos, y como
ellos eran de San Luis, supieron que no era de allí.
Fue conducido a la policía y resulta que era Carlos Chaín, coordinador
provincial del movimiento 26 de julio en Oriente al cual se subordinaba la
policía.
En ocasiones soldados rebeldes de otras
columnas que estaban de tránsito en San Luis violaban la prohibición de tomar
bebidas alcohólicas y la Policía Rebelde del pueblo intervenía, poniendo las
cosas en orden.
Se producen envíos de masferreristas y
esbirros a Santiago de Cuba así como traslados de casos no esclarecidos
totalmente, según criterio de los compañeros de San Luis. El trabajo de
saneamiento y de rehabilitación de los más disímiles elementos antisociales es
perseguido por la Policía Rebelde. Pero ésta tiene que enfrentarse con la
resistencia de las “clases vivas”, que empiezan a reaccionar contra el nuevo
orden y organizan una huelga que paralizó el transporte del municipio.
Afortunadamente la comunicación con el mando central de Santiago de Cuba en ese
momento ya es buena, por lo que esta situación es trasladada a la capital de la
provincia y se reciben orientaciones precisas de parte de Piñeiro, de cómo
debía procederse para neutralizar el conflicto e impedir que pudieran
trasladarse a otras zonas. Es así como, con mucho tacto, pero a la vez con toda
la firmeza que caracteriza al Ejército Rebelde, se conversa con los dirigentes
del movimiento huelguístico, resolviendo el problema y evitando que aquello
tuviera cualquier efecto.
Este hecho, igual que otros referidos en
este trabajo, ilustra muy bien como en el momento en que la revolución destruye
la maquinaria burocrático-represiva del estado anterior para implantar un nuevo
estado, la clase dominante frente al nuevo orden estatuido intenta boicotearlo,
mientras que la clase explotada se esfuerza por crear una nueva organización de
este tipo que sea capaz de servir no a los explotadores, sino a los explotados.
Esto pone en evidencia la necesidad de poner en juego el apoyo de las masas a
las medidas de la Revolución.
En estos momentos ya el mando central de la Policía
Rebelde ha adquirido un nivel superior de organización, teniendo como sede a
Santiago de Cuba, despliega una labor más intensa de atención a los puestos de
policía de toda la provincia. La orientación oportuna, el chequeo y control
personal, además de las ventajas que propicia el dominio del conjunto del
proceso, no faltaron aún desde estos inicios. La preparación ideológica y
política recibida por nosotros en las montañas del II Frente, es transmitida y
empieza a dar sus frutos. La policía se hace cada vez más una policía política,
no sólo cumplía un puesto importante en la defensa de la revolución, sino que
era también un factor más de consolidación del triunfo.
Lo realizado en San Luis,
desconocido por muchos
compañeros, no constituirá un
hecho aislado, a pesar de ser excepcional por haberse comenzado antes de enero
y porque fue la primera experiencia de envergadura de la Policía Rebelde en un
territorio liberado. Tuvo pasajes memorables la labor policial desarrollada en
ese municipio. Es una de las experiencias más ricas que ilustra la seriedad de
los cambios operados por nuestra policía en tan difíciles circunstancias. Nos
hemos adentrado en el tiempo para estudiar el fenómeno de la policía en San
Luis. Ahora es preciso saber qué paso en la Comandancia Central poco antes de
enero de 1959 y cómo se estructuró la policía en el resto de los territorios
liberados del II Frente.
Los últimos días de la Comandancia
Central.
La Comandancia Central en el mes de
diciembre de 1958 es ubicada en la Yaya y se moverá mayormente entre Songo y
San Luis. Su desplazamiento de Mayarí Arriba obedece a razones tácticas, la
necesidad de acercarse a las líneas de fuego, o a la
direccion principal debido a que las tropas están librando combates en
las plazas más importantes del llano, hará que ella funcione como un puesto de
mando avanzado. 1 Estamos en plena batalla de
Oriente y desde ella se dirigirán muchas de las más importantes operaciones de
esta campaña final.
La defensa y seguridad de la Comandancia
en la Yaya siguen estando al cuidado de la Policía Rebelde. La guarnición que
ésta bajo su mando organiza las guardias, una en la entrada principal que daba
al camino real, otra en el puesto de la policía propiamente dicha y una tercera
aproximadamente a kilómetro y medio de la Comandancia, en el abastecimiento de
combustible que había al pie de unos árboles frutales.
Esta reserva de veinte o más tanques de
gasolina era importantísima para el avance motorizado de una parte del Ejército
Rebelde que operaba en esta dirección. Conjuntamente con esta labor, la
organización de la Comandancia debía preparar el envío de los hombres que se
necesitaban en los diferentes puestos de policía que se estaban construyendo.
Esta tarea de ir nutriendo esos destacamentos la compartiría con la escuela de
policía fundada ya en Dos Caminos de San Luis, al frente de la cual estaba
Enrique González. La responsabilidad de la guarnición aumentaría
sustancialmente.
En efecto, el jefe del Frente saldría de
la Comandancia sobre el 25 de diciembre para asistir a una conferencia con
Fidel. Inmediatamente detrás de él
sale Augusto, que me lleva con él y otros de los oficiales de la C.C.
Las operaciones militares que se desarrollaban y las que se avecinaban
reclamaban que la dirección de las tropas se acercara cada vez más al teatro de
los hechos. Al frente de la Comandancia quedaban los tenientes Ayala y Guerra,
fiscales que habían trabajado allí y Rafael Suárez (“Fito”) atendiendo la
guarnición, éste precisamente nos narra lo acaecido el día del triunfo: - Yo
tenía dos carros que eran de la policía, un jeep y un Willy pisicorre, un muchacho de apellido Vázquez, de Mayarí
Abajo, que había venido con el abogado Hirán
Sánchez, había salido de recorrido con un chofer en el jeep ese día, oigo un
tiroteo por la entrada de la Comandancia; pensé que habían asaltado la primera
posta y preparo al personal que tenía allí, pero al ver que venía el jeep y
reconozco al chofer y a Vázquez que venía parado con un San Cristóbal, cuando llega al frente de la policía hace
otro tiroteo, pensé de momento que le había dado un ataque de locura o algo de
eso, dijo hasta unas palabras obscenas y que se había acabado la guerra, que
Batista se había ido. Ese primer día Ayala mandó a que nos calmáramos y
siguiéramos las cosas con cordura y que
estuviéramos cada uno en su
puesto, yo fui para el campamento y situé los muchachos, porque ya por la tarde
los muchachos de la guarnición querían ir para sus casas, al oír la noticia esa
-.
Empezaba así una lucha por evitar las
deserciones, la responsabilidad de guardar la Comandancia con todos los
documentos valiosos que contenía, hacía que los jefes se esforzarán por lograr
la retención, mientras buscaban información del mando superior. Ayala estaba en
espera de las órdenes de Raúl.
Llegó la noticia de que en los
pueblecitos aledaños la gente se había tirado a la calle tomando ron. Se
estaban produciendo desórdenes en varios lugares. En
dos caminos y en la Prueba, todo el mundo en la calle, los vecinos se habían
metido en la casas de juegos y habían rotos los billares, para combatir el
juego en una forma violenta, dimos instrucciones que no se vendiera mas bebidas
alcohólicas, pues elementos maleantes podían aprovecharse de la situación.
Se decide prevenir a la policía de Songo, al frente de la cual estaba Francisco
Quiala Lopez, (profesor de ingles) y a la de La
Maya, en estos dos lugares, más en la Prueba y en Dos Caminos, donde las
personas habían llevado la instrucción de que no se jugara al extremo de romper
la casa de juego, se orientó prohibir la venta de bebidas
alcohólicas. Además se precisaban las formas de tomar el dominio de la
situación y evitar que los elementos maleantes se aprovecharan de los
desórdenes.
La situación en la Comandancia iría
empeorando, Ayala encomienda su cuidado a Fito y le da instrucciones en
especial sobre el almacén que contenía zapatos y ropa verde olivo destinadas a
la entrada de los rebeldes a Santiago de Cuba, sólo con una orden de Raúl
podrían entregarse estos avituallamientos, más de un desagradable incidente
tendría que pasar Fito por cumplir estrictamente esta
1 Cuenta Fito que cuando salen para la Yaya, los últimos de salir
de la CC fueron Senen Casas y el, al recoger y revisar para que no se quedara
nada, vi un par de botas, cuando Senen las vio, me pregunto de quien eran, le
digo tienen que ser de Lince y me
dice de Lince o de Ballester que son lo mas regados.
orden, y hasta que no llegó un documento
firmado por el jefe del Frente no fue entregado lo que contenía el almacén.
Después que se retiraron Ayala y el otro
encargado, se fue produciendo una dispersión
gradual, pese a todas las presiones impuestas, algunos simplemente bajaban a
los territorios liberados a ver a sus familiares. Pero hubo un grupo encabezado
por Fito que quedó hasta el final, venciendo la falta de noticias del mando
central y los deseos de bajar al llano. Esto demuestra la fidelidad de aquella
guarnición a la misión que la había sido encomendada.
Fito se traslada a Santiago donde ve al
jefe de la policía de Oriente que lo manda con Aldo Cigarreta para liquidar las
cuentas de la Comandancia con los campesinos y trasladarlo todo a la capital.
Pasan los días y no se produce lo planificado y en uno de los frecuentes
recorridos que hago, llego a la Yaya y, me asombro de encontrar en ella a
aquellos alzados, cuando todo había sido liberado, entonces doy la orden de
regresar a la capital para coordinar el desmantelamiento. En este segundo viaje
es que se viabilizan los fondos y el envío de los camiones que debían realizar
el traslado. Veamos como se produce este último acto según cuenta Fito:
-Liquidé todo lo que había en la Comandancia, se cargaron los camiones y lo
último que me quedó fue la gasolina. Pagué a todas las gentes que les debíamos
algo, unos cobraron, otros no quisieron cobrar y hubo una que tenía un chivo y
dijo que no (una señora muy humilde, que posiblemente tendría muy pocos
recursos) nos dijo que el chivo ella no lo cobraba todo
lo pagamos, el lavado de ropa, las viandas, 1 Quintal de boniato y 1 de yuca. Lo único que me
quedaba eran tanques de gasolina. En La Prueba se había quedado Curí con una
pequeña guarnición y a él le entregué esos tanques. Así fue como cerramos la Comandancia, la cerramos
y el local se lo entregamos a sus dueños, a los Milanés que no querían que lo
limpiaran, me despedí de los vecinos A los
muchachos que estaban conmigo los traje para la escuela, se los dejé a Enrique
González y arranqué con un chofer que tenía para Santiago y me uní a Ballester
en lo que era el Palacio Provincial, frente al Museo Bacardí.
De este modo responsable, el Ejército
Rebelde respetaba la Ley que se había implantado en el monte, pagar todo lo que
se tomara, se saldaba una deuda que con la precipitación del triunfo había
sobrada razón para descuidarla. El capítulo del cuidado de la Comandancia se
cerraba con el mismo grado de seriedad con que se había efectuado su custodia a
lo largo de toda la guerra.
Otras actividades organizativas
antes del triunfo de enero.
Después de establecer el puesto de San
Luis, el mando móvil de la policía va dejando parejas de policías en pequeños
poblados liberados por los rebeldes o abandonados por la tiranía ante su
avance. Es así como se dan pasos para dejar constituidos otros puestos, resulta
un hecho significativo el que nos relata Alfredo Reyes Trejo: - Tenemos aquí un
caso muy interesante, me acuerdo que situamos gente en Borjitas, donde dejamos
a los dos hermanos Molina, en Dos Caminos, ya como orden público, y situamos a
un compañero que hoy es uno de nuestros combatientes internacionalistas
inmortales junto al Che, Israel Reyes “Braulio”, lo situamos en Santa Ana de
Auza, de pareja -.
Realmente eran pocas las fuerzas
policiales para cubrir tantos enclaves, pero además del gran prestigio de los
rebeldes, esta insuficiencia era suplida con el enorme apoyo que recibían de
toda la población en los lugares en que eran destacados. Así se correspondía a
la actitud responsable ante la tarea de guardar el orden y proteger la
ciudadanía.
Por orientaciones de Piñeiro, doy los
pasos preliminares para organizar en Dos Caminos una escuela de policías, para
la cual se utiliza una casa situada a la salida del pueblo, en la carretera que
va para Puerto Boniato. Es situado al frente de ella a Enrique González,
compañero que poseía conocimientos militares y experiencias sobradas.
Generalmente los milicianos que se
habían sumado a los rebeldes durante los combates eran captados y enviados a
esa escuela.
Parto en dirección a Guantánamo (este
lugar todavía en manos de la dictadura) para los trabajos organizativos de la
policía. En Jamaica de
Yatera, establezco contactos con
los hermanos de “Aníbal”, Atón y Roberto Castilla y les impongo de las indicaciones dadas por Raúl en una carta
dirigida a los jefes de columnas y
conozco a los compañeros que estaban en la policía desde antes, los que
incluso llevaban bastante bien las cosas. Luego, realizo un recorrido por Río Frío, contacto con Jorge
Suárez en Caimanera, quien estaba realizando un trabajo de guarnición y
policial, ya allí establezco las
coordinaciones y luego de una brevísima es
expresar
su pesar porque no pueda cumplirse la misión tal como se había pensado. Él dirá: - La guerra se terminará muy
pronto y a ustedes no se les ha dado la oportunidad de que organicen la policía
en todo el Frente.
Como se ha podido observar, el control
rebelde se extendía por gran parte de la provincia de Oriente y la policía se
convertía en la práctica, en el medio cada vez más eficaz para ayudar a
garantizar ese control de las zonas liberadas. Sin embargo, la complejidad de
los problemas que ello implicaba hacían cada vez más necesarios mecanismos, que
propiciaran no ya tan solo el control que podía lograrse de forma militar sobre
dichas zonas, de un modo uniforme,
sino también disponer de normas comunes de dirección.
Es en base al conocimiento de esta
necesidad que se explica mejor la siguiente medida:
La extensión de los territorios
liberados por las fuerzas rebeldes del II Frente Oriental hacía necesaria la
unificación de su administración civil. A estos efectos, el 16 de diciembre el
Comandante Raúl Castro dictó la Orden Militar No. 53 que reglamentaba el
sistema de administración municipal. En cada uno de los municipios
liberados se designarían tres comisiones de entre aquellos ciudadanos que
gozaban de prestigio moral y revolucionario para atender todo lo relacionado
con la sanidad, educación, finanzas y abastecimiento de la población civil.
Estos comisionados responderían de su gestión ante el Comisionado General de
todo el territorio liberado.
No hubo un solo jefe rebelde que se negara a cooperar con el mando de la
policía en la tarea de reclutar hombres en las distintas columnas del II
Frente.
La Policía Rebelde devendría en la
mayoría de estos municipios en uno de los instrumentos posibilitadores de la
aplicación de esta reglamentación en todo lo concerniente a las actividades de
administración civil. Incluso sería algo más, un medio catalizador de la
implantación del orden estipulado por la mencionada orden militar y un elemento
decisivo de su éxito. Como ya hemos visto en el caso específico de San Luis, la
Policía Rebelde asumirá las funciones propias de cualquier administración
pública.
Todas estas medidas organizativas de
gran alcance y seriedad, indicadores de la futura estructura social que se
impondría, demuestran que real e históricamente se pensaba en la posibilidad de
una guerra prolongada. El mando de la policía actuaba también en consecuencia
siguiendo esta misma lógica, daba pasos para fundar escuelas, organizaba en
todas las direcciones puestos policiales, etc.
En este sentido Alfredo Reyes Trejo recuerda:- No
pensamos que la guerra iba a acabar tan rápido, seguíamos preparando a nuestra
gente, fortaleciéndola, y dándole armas. Tan es así que a mí la caída de
Batista me sorprende en el Alto de la Güira cuando iba a llevar 5 fusiles a los
policías nuestros de Baltoni-.
El grado de organización alcanzado por
la policía se refleja en la mejoría que experimenta el mando en la Comandancia de la Yaya, ya
tenía una especie de carpeta con oficial de guardia, etc. Los puestos recién
constituidos recibían mayor atención, sus armas se ajustaban mejor al desempeño
de las tareas y el mando móvil los visitaba para conocer sus necesidades.
Por suerte, había pasado la etapa
en que un fusil era una cosa rara, porque las armas arrebatadas al enemigo,
obtenidas como trofeos de guerra, llegaban al Frente con mayor regularidad.
Se instituyeron procedimientos para
aumentar y mejorar el armamento, además, cuando pedíamos los hombres a una
capitanía, el que tenía armas las llevaba, su jefe de compañía no les podía
quitar el arma. Recuerdo que había allí un muchacho con una Thomson que le
había dado un martillazo a un guardia en un tren y se la había quitado.
Nosotros los mandábamos a buscar y ellos venían con sus armas, porque era una
orden de Raúl.
Todos estos trabajos organizativos y de
control cobrarían otro carácter tan pronto como triunfara la Revolución. Ahora
se hacía lo que realmente las
circunstancias permitían hacer.
4. LA POLICÍA REBELDE DESPUÉS DE ENERO.
Los últimos momentos de la gran ofensiva
rebelde fueron arrolladores, todo sucedió sin dar mucha tregua a la reflexión,
se trataba ahora de avanzar, ocupar todo lo más que se pudiera abarcar y entrar
en Santiago de Cuba. La cadena de acontecimientos precedentes apresura la huida
de Batista.
En los lugares liberados por el Ejército
Rebelde el júbilo lo envolvía todo; el pueblo fue el primero que se lanzó a la
captura de los asesinos, que hacían lo inimaginable para escapar de la justicia
revolucionaria, y la entrega de chivatos. Se hacía materialmente imposible
imponer alguna fuerza para controlar esa situación tan embarazosa. San Luis, La
Maya, Alto Songo, Dos Caminos, La Prueba y otros lugares en que se había
trabajado para organizar la policía, fueron conmocionados por esta ola.
Salgo con el Capitán Augusto
Martínez rumbo al central América para la entrevista de Raúl con Fidel, Raúl
había salido antes solo. Llegamos a Palma Soriano, el fuego de los guardias
parapetados en el BAMFAI era intenso y no pudimos pasar, aunque aprovechamos
para tirar unos tiros.( 1) Augusto
decidió no continuar adelante sino dirigirnos a Puerto Boniato, por San Luis, a
encontrarnos con Raúl.
Nos reunimos con Raúl,
realmente el lugar exacto no lo recuerdo en el Puerto había personas de otros
frentes.2 Desde este lugar observábamos como los guardias corrían de un
edificio a otro en la Cárcel de Boniato. Como anécdota, nos reunimos aquí con Alfredo Reyes
Trejo que andaba por otro rumbo, me presentó a Pardo Llada, también estaba el
actor norteamericano Errol Flyn, desde donde estábamos en uno de los miradores
se veía la Fragata, creo la
José Martí en el medio de la bahía, existía un hueco de un cañonazo al parecer
de la fragata en el mismo centro de la pared frontal del mirador.(3)
Salimos rumbo al poblado del Cristo
atravesamos este y asistimos a la entrevista que tuvo Fidel con Regó Rubido, el
jefe militar de Santiago de Cuba, en el Escandel negociando la capitulación.
- en Palma había unos 300 soldados enemigos
que hicieron una gran resistencia.
- sobre Santiago
avanzaban la Columna #1 Jose Marti.3,9 y 10 bajo el mando directo de Fidel
3 Dentro de la bahía estaban 2 fragatas el mando rebelde
situó en la entrada de la bahía
cañones sacados a vehículos de trofeos, el enemigo tenia 1 batallón en el
Caney,1 batallón en Boniato,1 batallón en la loma de Quintero y un batallón en
el cuartel Moncada ,además de fuerzas en varios edificios de la ciudad unos
5,000 hombres ,en la toma de Santiago se emplearían unos 1200 rebeldes,
Se dio la orden a todos los vehículos de
continuar hacia Santiago, la marcha fue prudencial hasta el Caney, veníamos en
un jeep pequeño detrás. Raúl Castro y Vilma que abordaron
un auto de dos puertas, creo que un Sedán del cuarenta y pico. En el
jeep veníamos Creak , el jabaito, manejando, Juanito Escalona Regueiro, Augusto Martínez, y yo. Cogimos
la carretera, hasta esto nos era extraño, estábamos adaptados a los baches de los caminos reales y el rodar sobre el
asfalto era una sensación olvidada. Nos acercamos al Caney, cuando miré y vi a los guardias
encaramándos en el muro del Cuartel, saludando, con las manos dando vivas, creo
que hice como los gatos cuando ven un perro, me ericé todo, era sencillamente
que al guardia solo lo veíamos como contrarios en
los combates. Al parecer el olor de la ciudad o la cercanía influyó de alguna
manera, y a partir de allí aquello
fue un maratón a ver quién llegaba primero a la ciudad. Entramos,
temprano en la noche, nos encontramos al pueblo de Santiago de Cuba tirado a la
calle, con una alegría tremenda. A mí creo que me arrancaron no sé cuantos
pelos de la barba. Las mujeres se
tiraban arriba de los carros, arrancaban los brazaletes, nos pedían balas, nos
alaban la barba de una forma dolorosa y tuve que encaramarme en el capó de un
jeep, valga que una viejita se tiró allí dijo cuatro cosas y parece que las
mujeres entraron en razones. Había una especie de
locura, era un sueño. La entrada fue una cosa indescriptible, era claro
las ansias de libertad que tenía la gente y lo que nosotros representábamos.
La noticia por la radio de la huida de
Batista me había sorprendido muy temprano en el mañana, acostado en Soledad de
Mayarí. Sencillamente no lo creía y sólo lloré, me llaman a la comandancia, y
se da la orden de avanzar sobre Santiago de Cuba, y
otras ciudades estábamos, en los finales de
la gran ofensiva en toda Cuba.
1 era el día 1ro de Enero de 1959 hubo que acelerarlo todo, cuando
se produce el golpe de estado en la capital.
En medio de todo existía un estado de
confusión terrible, los miembros de una Columna se entremezclan con las
restantes, mientras que los masferreristas caminaban armados por las azoteas y
muchos soldados y oficiales de la tiranía, algunos con ametralladoras, huían o
esperaban su oportunidad para actuar .Augusto o Piñeiro me habían ordenado
acompañar a Fidel en todo el recorrido que hiciera por Santiago, pues cuando
entramos a Santiago fuimos para una casa antigua en alto de una tía de Vilma. Después
de estar un rato allí se me envía para el parque Céspedes. Antes habíamos
estado con Fidel en la Emisora donde habló. Ya en el Parque Céspedes, Fidel se
dirigió a la población, pero por el ruido que hacían los tanques el público no
lo oía y él los mando a callar. Cuando estaba hablando pregunto por Raúl, se
vira para atrás y pregunta si hay alguna de la gente de Raúl, yo le digo que
si, me pregunta si sabía dónde estaba y le respondo afirmativamente, entonces
me manda a que lo busque. Bajo la escalera, se va conmigo un hombre joven de
pelo claro, gordito, vestido de militar de la tiranía, que todavía hoy me
pregunto quién seria. Al llegar a la casa de la tía de Vilma, esta me abre la puerta, después supe
era en el callejón del Carmen en los altos de la Levadura Frestman, le comuniqué a Vilma el mensaje de Fidel a Raúl, este sale
los dos nos encaminamos al parque, era 4 ó 5 cuadras. En el corto trayecto Raúl
me pregunta que yo iba a hacer en lo adelante. Yo le contesté, pues ahora que
la Revolución ha terminado y yo he cumplido con mi patria, pienso irme para el
garaje a trabajar con el viejo. Al escuchar esto se detuvo, él estaba en la
acera y yo debajo en el contén, me pone una mano en el hombro y me dice, ahora
es cuando no podemos abandonar la lucha, ahora viene la parte más difícil,
ahora es que comienza la Revolución, hasta aquí hemos hecho lo más fácil, queda
lo verdaderamente difícil. Yo solo pensé,
coño si esto ha sido fácil lo difícil será de madre. No pudimos seguir
conversando pues se nos acercaron unas muchachas, que increíblemente a pesar de
mi pelo y barbas largas una me reconoció, había sido condiscípula mía en los Colegios Internacionales del
Cristo, quisieron que Raúl y luego yo le firmáramos un autógrafo y yo firme el
primer autógrafo de mi vida. Al llegar donde se encontraba Fidel ambos
conversaron y partimos para una casa en la entrada de Vista Alegre donde
comimos, una paella el dueño se llamaba Ferreiro, cuando se retiro la
gente Juanito Escalona me
invitó a dormir en su casa cerca del Zoológico, a pesar de su buena voluntad de
ofrecerme la habitación de su hermana con una mullida cama, me sentí mejor
durmiendo en el suelo, por falta de costumbre.
Al contactar de nuevo con Reyes Trejo me
cuenta que no había podido cumplir con la misión de acompañar a Fidel porque se
le fue de las manos y que estuvo cinco días deambulando hasta contactar de
nuevo con Raúl, que éste lo había enviado a que se hiciera cargo de una tropa
que había en Artes y Oficios, donde había estado ya yo, que permaneció allí
escasos días hasta que lo llamó Belarmino Castilla, entonces jefe del
Regimiento, para que se hiciera cargo del edificio del Gobierno Provincial,
ocupado por gente de la Milicia del M-26 de Julio de la ciudad.
La ocupación de este local no se realiza
exenta de momentos de tensión que ilustran precisamente el estado de confusión
reinante, analicemos lo que cuenta Trejo: - Llegamos allí, la misión nuestra
era ocupar aquel edificio para la policía y desarmar a todos los milicianos,
les hablamos. El Palacio Provincial tiene unos pasillos arriba, unos salones
que se ven desde abajo y ellos estaban arriba, eran bastantes milicianos
armados todos con buenas armas, armas automáticas y yo les dije: Compañeros, yo
soy el jefe de esto ahora, vayan bajando y pongan las armas ahí, en ese rincón,
ellos se miraron y empezaron a cuchichear, al momento bajaron y depositaron
todas las armas allí, yo les dije que el que quisiera quedarse se quedara,
entonces bajó el jefe que era el compañero Rey y me entregó el mando de aquello
-.
Reyes Trejo dará algunos pasos
organizativos en lo que será la Estación de Policía de Santiago de Cuba, que
funcionará precisamente allí, en el edificio del Gobierno Provincial.
Primeras medidas de estructuración de la policía.
Luego de los turbulentos primeros días
que siguieron al triunfo, en la capital Oriental las fuerzas revolucionarias
empiezan a establecer mecanismos de organización militar y política. En el
gobierno es designado al Capitán Carlos Chaín como Comisionado Provincial del
Movimiento 26 de Julio. En el edificio que sería de dicho gobierno y funciona
un grupo de policías.
Yo había sido citado por Raúl a través de Juanito a la casa de Ruiz
Bravo, al llegar y verme, le
indicó a Húbert Matos que fungía
como ayudante de él, que yo estaba
ascendido a capitán y que fuera y tomara la escuela de Artes y Oficios. Entonces comencé a
simultanear las dos cosas, esto y la policía.
El 6 de enero estando en la casa de
Juanito Escalona, donde paraba desde la entrada a Santiago, dictando las
primeras instrucciones referentes a la organización de la policía a una
compañera del III Frente que servía de oficinista, Leda López, mi cuñada en ese momento recibo una nota por escrito de Raúl y una carta de
nombramiento como Jefe de la Policía de la provincia y que me ponga bajo las
órdenes del Comisionado y Coordinador Provincial del 26 de Julio en Oriente.
Dos días después tengo una entrevista con Chaín, que despachaba en una oficinita especie de una barbacoa en casa de Anita
Céspedes o de los Cespedes cerca del Pikin Chiken, en el Reparto Sueños, me
indica realizar un recorrido por toda la provincia enconmendandome así mismo
que dejará estructurada la policía en toda esta vasta zona.
EJERCITO REVOLUCIONARIO “26 DE JULIO”
SEGUNDO FRENTE ORIENTAL “FRANK PAÍS”
COMANDANCIA CENTRAL
Cap. Ballester:
Ponte bajo las
órdenes del Comisionado y Coordinador
Provincial del M-26-7 quien te dará instrucciones referente a tu trabajo.
Raúl Castro
Ruz
Enero51957
EJÉRCITO REBELDE
JEFATURA PROVINCIAL DE ORIENTE
Yo, RAÚL CASTRO RUZ, Comandante Jefe de las
Fuerzas Conjuntas de Oriente,
H A G O C O N S T A R:
Que el Capitán ALFREDO
BALESTER PARRA, se encuentra prestando sus servicios, a las órdenes del
Comisionado Civil de Oriente, en los trabajos de organización de la Policía
Rebelde en todo el territorio de esta Provincia, por lo que se interesa de los
Mandos Militares de la misma, le presten toda la cooperación y ayuda que
precise, poniendo a su disposición los Miembros del Ejército Rebelde que fueran
necesarios al cumplimiento de su función.
Y para constancia se extiende
el presente en Santiago de Cuba, a los ocho días del mes de Enero de mil
novecientos cincuenta y nueve.
POR EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN.
Raúl Castro Ruz
Comandante Jefe
Fuerzas Conjuntas de Oriente
EJÉRCITO REBELDE JEFATURA PROVINCIAL DE ORIENTE.
POR CUANTO: Para la mejor
atención de las funciones atribuidas al Comisionado Civil de esta provincia, es
necesario ordenar los traslados que sean menester, entre los miembros de
nuestro Ejército.
POR TANTO: En uso de las
facultades que me están conferidas,
R E S U
E L V O:
PRIMERO: Trasladar al capitán
Alfredo Ballester Parra, a las órdenes del Comisionado Civil de Oriente, para
que atienda todo lo referente a la organización de la Policía Rebelde.
SEGUNDO: Que se comunique
la presente Resolución al trasladado y al Jefe de la Unidad Militar donde el
mismo venía desempeñando sus servicios, a los efectos pertinentes.
Dado en Santiago de Cuba, a
los ocho días del mes de Enero de mil novecientos cincuenta y nueve.
POR EL TRIUNFO DE LA
REVOLUCIÓN,
RAÚL CASTRO RUZ
Comandante Jefe
Fuerzas Conjuntas de Oriente
Llego al Edificio de Gobierno y
establezco contacto con Reyes Trejo, me traslado a la planta superior ocupando
un ala del edificio del Palacio, donde se valen de un grupo de compañeras para
dejar constituida la Jefatura Provincial de la Policía Rebelde. Esas
compañeras, procedentes de la clandestinidad, se dedicarían al trabajo de la
mecanografía, de los archivos y aún de la carpeta, ellas laboraban con carácter
voluntario. Por primera vez en nuestro proceso revolucionario eran utilizadas
mujeres en la policía, la primera fue la compañera Gloxinea Mariño (la Rubia)
que había regresado del exilio y se sumergió con alma y corazón en estas tareas
con una eficiencia tremenda.
Desde aquella oficina, en el edificio
del gobierno, próxima a la de Carlos Chaín, se darán algunos pasos
organizativos. Como ya he dicho me traslado al II Frente, que es el momento en que me encuentro con Fito
todavía alzado en la Yaya, y traigo para trabajar conmigo a gentes de mi
confianza ,luego contacto con mi compañero del frente
.Amel Escalante Colas ,mando a buscar a los compañeros
LuisdelMazo,JuanBeltránTamames,ñiquitomichoferRaul y otros………………………………..
El desconocimiento de los problemas
administrativos provoca que se utilicen diversos miembros del aparato de la
policía anterior para obtener información sobre su estructura y funcionamiento,
y en algunos casos, se les puso a trabajar en las tareas de carpeta. Al
principio en una reunión en la oficina que había sido de Chaviano ahora de
Piñeiro, donde participa Belarmino Castilla,(Aníbal) y otros jefes se me
entrega al Comandante de la policía anterior y jefe de Santiago, de apellido Aza, un tipo alto gordo con
la cara llena de hoyos de un acné juvenil severo, a mí el encargo no me gusta
mucho, pero esto dura poco pues al otro día le salen al personaje un sin número
de acusaciones hasta de asesinatos .este individuo
trato de colarse en la revolución, pero era un connotado asesino ,fue juzgado y
ajusticiado
Queda establecido el mecanismo de
dirección central, yo como Jefe, Alfredo Reyes Trejo como Segundo al mando y el
compañero Luis Del Mazo de Jefe de Despacho y Amels Escalante como inspector
territorial, mientras que el resto de las milicianas atenderían las cuestiones
de oficina. En los bajos del edificio gubernamental funcionaría una estación de
policía que atendería el trabajo operativo, a la manera de un grupo de
guardias. El alma de este grupo de abajo era la compañera Gloxinia Mariño (la rubia). Ella había regresado del exilio inmediatamente
despues del triunfo
Tareas emergentes.
Santiago, había dejada detrás hacia muy poco
tiempo el estruendo de las bombas
en las noches de calles desiertas ,el olor a pólvora, la espera angustiosa de
lo que va a pasar después de la detonación, el lamento de las sirenas en los
aparentes quietos amaneceres, el asesinato de sus hijos el ruido de cristales rotos de las
vidrieras, el toque de queda, las patrullas de los odiados uniformes azules y
amarillos, la tensión de los disparos asesinos en las madrugadas calurosas,
querían doblegar la ciudad con el miedo y el terror, pero no lo lograron
,ahora era el tiempo del pueblo, del ruido
periódicos de los disparos justicieros
de los milicianos del 26 de Julio y los rebeldes capturando a
Masferreristas chivatos y asesinos
fugitivos, se sucedían a diario en cualquier lugar de la ciudad, los uniformes verdes olivos con las
barbas y los pelos largos
escondiendo rostros juveniles decididos, aprendiendo a andar en el asfalto por nuestra parte una visita detrás del
Lido Club del recién
estrenado presidente Urrutia, con
Diaz Lan, jefe de lar fuerzas aéreas,
la boda de Raúl y Vilma la alegría de la gente ,era como el despertar de
una larga y angustiosa pesadilla, tal era el panorama que vivíamos.
En aquellos días vivíamos momentos de real convulsión a
consecuencia de la guerra que acababa de terminar, l. A cada rato se formaba un
tiroteo en cualquier lugar y uno sabía que era que se estaba produciendo la
captura de uno de esos
mpesinos,
se actuó de inmediato y se desarticularon estos grupos.
A estas escaramuzas con la
contrarrevolución, en las ciudades había que sumar los desórdenes públicos, los
borrachos, los rebeldes que tomaban bebidas alcohólicas y no eran controlados
por la Policía Militar Revolucionaria. En el barrio de Barracones a cualquier
hora se me llamaba por la micro onda, que un rebelde con tragos de más, se le
detenía por la policía, había que correr para allí, el cuadro por lo regular
siempre era igual, este fusil me lo dio el Comandante fulano de tal y si no es
a él no lo entrego y el que lo quiera tiene que cogerlo por el cañón, teníamos
que hacer prodigios de nuestras posibilidades de persuasión para que el
compañero nos acompañara y evitar cualquier uso de violencia, los escándalos y
sobre todo el incremento exorbitante de las violaciones de las leyes del
tránsito y de los accidentes automovilísticos. Para la atención de los casos que con carácter urgente iban
llegando a la estación de la policía del Palacio, no se contaba con personal
calificado, ni capacitado, que levantara las actuaciones y realizará toda la
serie de procedimientos jurídicos que el trabajo policial requería. Es por eso
que se decide mantener aquellas carpetas de la policía anterior, a los que se
le había comprobado no estar involucrados en hechos de sangre. Se utiliza el
mismo calabozo para encarcelar los casos que lo exigían.
Ya habíamos organizado en los pocos vehículos de patrullas que heredamos las
rondas nocturna por toda la ciudad, me habitué a estas rondas nocturnas, y los
amaneceres en la plaza del mercado en la fonda de chinos el Pacifico, con su
arroz frito, los plátanos maduros y el bistec de palomilla que por todo el día me encontraba soñoliento
Con estos elementos comenzará el
aprendizaje de la Policía Rebelde en el marco de una gran ciudad como era
Santiago de Cuba. La garantía del orden público, la persecución, etc. de los
grupos armados ocuparían casi todas sus energías, haciendo que las 24 horas
resultarán insuficientes para enfrentar tanto trabajo. Aunque estas de ahora
eran las mayores responsabilidades que había tenido que enfrentar la Policía
Rebelde, aún quedaban otras menos importantes.
El Mando de la Policía.
Subordinado verticalmente al Gobierno
Civil Provincial del “Movimiento 26 de Julio máxima jerarquía civil de la naciente administración creada
por el Ejército Rebelde, el mando de la policía tiene ante sí la tarea de
extender la organización policial al resto de la provincia. Ya no tiene la
preocupación de la atención de los numerosísimos casos de desórdenes y
actividades delictivas que se producen en la capital donde la estación de la
policía establecida en ella funciona bastante eficaz bajo el cuidado de Reyes
Trejo.
Existían numerosos puestos policiales
cuyos encargados habían sido designados por los jefes de las unidades rebeldes
que habían tomado los poblados donde ellos operaban,
otros lugares donde el mando móvil tampoco había instituido la policía, como
por ejemplo Mayarí y Guantánamo, por lo que se hacía necesario unificar todos
estos puestos en una sola estructura. Lo primero que se impone es efectuar un
recorrido de reconocimiento todo lo más amplio posible.
En aquella etapa la antigua provincia de
Oriente estaba dividida en su organización militar: el primer Distrito Militar
(DM) de Santiago de Cuba y el DM 7 de Holguín. Aunque no se tomó parte en la
organización militar de este último distrito, el Comisionado y el Jefe de la
Policía, con nosotros viajaron
Doulefeux ayudante de Chaín y Ramonita Ruiz Velasco, que fungía como secretaria
también de éste, en uno de los primeros viajes de recorrido se llega hasta
Holguín, se intercambian opiniones con Delio Gómez Ochoa Jefe del 7. Distrito
Militar y el Delegado del 26 de Julio, se efectúan coordinaciones y se
establecen relaciones. Posteriormente uno de los puntos visitados por el
inspector de la Policía Rebelde, Amels Escalante, pertenecería a la costa norte
oriental, de modo que en esto como en otras cosas se estudiaba minuciosamente
el terreno para dar pasos firmes. Además estamos en los momentos iniciales de
tanteos y ajustes organizativos.
Estos primeros recorridos permiten
conocer a los nuevos jefes de policía, establecidos unos por aquel mando móvil
y otros por el mando de las fuerzas rebeldes, e indagar sobre sus necesidades y
problemas más candentes. También los jefes de puestos reconocieron a su
jefatura provincial y fueron impuestos de su organización, entre las que
estaban, informar por escrito o verbalmente de todo lo ocurrido en sus
jurisdicciones a la capital. Así conjuntamente con las indicaciones impartidas, en cuanto a su
funcionamiento, el mando tenía la información que se necesitaba para
desarrollar su trabajo de dirección.
A consecuencia de los tanteos organizativos
y ciertas indefiniciones, en la base existía todavía incertidumbre respecto al
mando que debía obedecerse, según puede observarse en las anotaciones de uno de
mis informes del recorrido. Incluso había problemas a ese mismo nivel con el
mando de las Columnas Rebeldes, las que en muchos casos suministraban las
provisiones y la ropa a los puestos policiales. La subordinación de estos en el
aspecto militar se producía a la instancia de esa Columna, mientras que
recibían orientaciones técnicas y administrativas de parte de la Jefatura
Provincial de la Policía, que a su vez articulaba directamente con el
Comisionado del 26 de Julio.
Era lógico, por lo demás, que existieran
tales indefiniciones a causa precisamente de esa difícil articulación
político-militar, en un momento en que el Estado Revolucionario daba justamente
sus primeros pasos en un país recién liberado.
El trabajo de dirección y la incansable
actividad desplegada por el mando de la Policía Rebelde debían allanar muchas
de estas dificultades iniciales. Era necesario ampliar las vías de información
mutua entre dicho mando y los puestos de Policía, así como también tenían que
entrar en juego mecanismos de control más rigurosos. A fin de cumplir este
último objetivo se hacen más periódicas las visitas de chequeo y control de las
dependencias y se decide crear un cuerpo de inspectores policiales. A mediados
de enero hablo con Amels Escalante Colas para que trabaje en la policía e
inmediatamente se produce su designación y nombramiento oficial de Inspector
General de la Policía Rebelde en toda la provincia. Este describe así su
actividad: - inmediatamente Ballester me explicó que tenía que hacer un
recorrido por la provincia para ver en qué situación se encontraban las
diferentes unidades de la policía y que al regreso le hiciera un informe,
después de esto Ballester me dio un carro, recuerdo que era un Chevrolet año
1952, con él partí hacía San Germán, era el primer puesto de mi recorrido. Allí
me identifiqué con el compañero que se encontraba al frente de la unidad, le
hice las preguntas necesarias de acuerdo al trabajo concreto que debía realizar
y luego de un recorrido por las instalaciones salí rumbo a Manzanillo, que era
el segundo puesto planificado. En este pueblo realicé el mismo trabajo, incluyendo
la visita a la cárcel de la localidad. No recuerdo por qué razón, pero de
Manzanillo regresé a Santiago donde confeccioné el informe pedido por
Ballester. Estas actividades debieron realizarse a finales de enero o
principios de febrero de 1959. Puedo añadir que en mi salida del cuerpo de
policías no medió documento alguno, sino que todo fue verbal. Además, si mal no
recuerdo el entonces Comandante Jiménez Lage había sido recién nombrado Jefe de
la Policía en la provincia de Oriente, pero yo casi no tuve contacto con él en
este trabajo. Por eso es que no me es posible dar detalles de la organización
existente y de sus escalones de mando.
Aunque el cuerpo de inspectores fuera
efímero, es un indicador del aumento del control policial. También aumenta la
cantidad de información recíproca. Se cursan circulares detallando
masferreristas o asesinos prófugos, órdenes de prohibición de determinadas
actividades, etc. En sus recorridos de observación de los puestos policiales,
el Jefe de la Policía informa al Comisionado Civil del “26 de Julio” los
siguientes aspectos inspeccionados en estos: Cantidad de agentes,
aprovisionamiento, organización de oficinas y cocina, comportamiento, aspecto
personal de los agentes, orden del pueblo y áreas y parques.
La organización de la policía marchaba
hacia su consolidación.
Formas Organizativas.
En efecto, el conocimiento de los
diversos puestos y establecimientos policiales es ampliado por los recorridos y
visitas de inspección. Eso permite ir moldeando las formas organizativas
existentes para crear una estructura más definida que englobara todas estas
dependencias y estableciera mejor tanto las relaciones entre ellas como con la
jefatura central. Era más práctico adoptar las formas tradicionales que
aventurarse a inventar otras, por lo que se decide por la variante más
funcional.
La policía estaba organizada en
Delegaciones y Sub.-delegaciones según puede verse en los anexos. Por ejemplo,
a la Delegación de San Luis estaban subordinadas algunas Sud-delegaciones como
las de Santa Ana de Auza del Central Borjita y la de Dos Caminos. Nosotros la
policía la organizábamos con la misma estructura que existía, que tenía allí el
régimen anterior. No hicimos una estructura nueva, o sea, creo que en esa misma
forma estaba organizada la policía de Batista, aquella forma la cogimos y la
adaptamos.
Desconocemos a qué principio jerárquico
exactamente respondía esa estructura, pues no hallamos razón suficiente para la
inclusión de enclaves tan importantes como Alto Songo y La Maya en la misma
categoría de sub-delegaciones que tenían Santa Ana y Borjita. Parece que esta
denominación al igual que la de los distritos que nos encontramos en la etapa
antes de 1959, respondía al traslado de la forma organizativa policial
existente a las nuevas condiciones. De acuerdo con esta estructura estaban
organizados el resto de los establecimientos policiales, como Cueto, Palma,
Baltoni, Guantánamo, Caimanera, Santiago de Cuba, etc., hasta en el extremo
este de la provincia fue establecida una Jefatura de Policía. A todos llegaría
la actividad de control y orientación del mando central. El nivel de
organización de estos puestos iría aumentando paulatinamente del mismo modo que
la pericia en el desempeño de sus funciones. Esto puede inferirse a partir de
la observación de los documentos anexados y en el de los testimonios usados
para la confección del presente trabajo. Pero hay un hecho de más valor, la
calidad humana y la moral del cuerpo que hacía que los policías no fueran sólo
respetados, sino también queridos por el pueblo. En esto intervenía el que los
mismos policías del monte fueran los que ocuparan estas plazas, su sola
presencia prestigiaba el cuerpo ante el pueblo.
Las escuelas de la policía.
Hemos visto que desde sus primeros días
de existencia la Policía Rebelde empezó a ser preparada, militar y
políticamente, mediante las escuelas de infantería existentes en el II
Frente. Antes del 1ro. de enero se
habían dado los pasos preliminares para fundar escuelas para policías.
Precisamente ahora se hacía aún más
patente la necesidad de nuevos establecimientos dedicados en lo fundamental a
la preparación de agentes policiales. Aunque el énfasis seguía descansando en
todo lo relacionado con la infantería y los ejercicios propios del soldado, se
trataba de relacionarlos con los aspectos que debían observar los policías en
su trabajo, además las escuelas de la policía se convertían en la práctica en
un medio para aumentar el bajo nivel de escolaridad de los soldados que se
preparaban para esta nueva labor.
Para conseguir estos objetivos son
estructuradas las ya existentes Escuelas para la Policía Rebelde de Jamaica y
Yateras, a cuyo frente es designado Roberto Reyes Trejo, y de Dos Caminos en
San Luis, dirigida por Enrique González Candelario.
Se crean condiciones para fortalecer
estos elementos, tales como reforzar sus instructores, procurar una base de
estudio y atender sus necesidades materiales. Con los grupos de combatientes
que salían de estas escuelas de adiestramiento militar y de instrucción
policial fueron cubriéndose las demandas de policías de los puestos policiales
situados en los más apartados puntos de la provincia e incrementándose los
restantes.
Pese a que en ellas no se impartirían
programas especializados en materias policiales, sino que la preparación
fundamental de los soldados descansaba en las cuestiones de infantería y
táctica, se instruía en sentido general en cuanto a la misión específica que
debían realizar los futuros policías una vez que fueran destacados en los
poblados o ciudades. Se educaban en el comportamiento que debían tener los
agentes ante las más diversas situaciones a enfrentar.
Estas escuelas, unidas a la educación
directa ofrecida por el mando de la policía en sus frecuentes recorridos, eran
un factor más que intervenía en el proceso de adquisición de un espíritu de
cuerpo por parte de la policía y en su concepción y fortalecimiento. Esto
contribuye a que la función restringida a cuidar el orden alcanzado mediante
las mismas armas rebeldes que habían obtenido el triunfo, se fuera ampliando
hasta desembocar en una función mucho más compleja para la que la Policía
Rebelde se había estado preparando largamente.
Nueva misión de la Policía Rebelde.
En los lugares en que fueron
establecidos sus puestos, la Policía Rebelde amplía a cabalidad la función de
garantizar el orden público. Importantes plazas estaban aseguradas gracias al
celo mostrado por estos agentes, e incluso esta labor se extendía a la
protección de enlaces económicos como el central azucarero de Borjitas. La lucha
contra los vicios y las lacras heredadas de la
sociedad burguesa, entre los que
se destacan la prostitución, el alcoholismo, los juegos ilícitos y la plaga de
delitos comunes pasaba ahora al primer lugar de la atención de la
Policía Rebelde. Aunque se actúa continuamente para capturar masferreristas o
esbirros que son informados como cautivos, interesa sobre todo sanear la
sociedad de todas las miserias para propiciar que crezca la nueva vida.
En pocas palabras, esto es
responsabilidad de todo el Ejército Rebelde y de la Administración que se va
conformando y de todas las fuerzas revolucionarias. La policía iba cobrando
conciencia de su nueva y profunda misión, ésta no consistía ya sólo en la
garantía del orden público, sino la posibilidad de creación de un nuevo orden.
Alcanzada con sangre y fuego la
liberación, se hacía imprescindible trabajar incansablemente por la libertad.
Tal era la misión difícil pero necesaria a la que debía contribuir en gran
medida el cuerpo de la Policía Rebelde. Sin la fuerza de las armas y sin estos
destacamentos armados con funciones especializadas no se podrían iniciar las
transformaciones que aquella sociedad pedía a gritos y que la Revolución no
tardaría en emprender.
Camino y fin de la Policía Rebelde.
Por supuesto que el camino para realizar
esta misión no estaba allanado, hemos visto como en San Luis algunos propietarios reaccionaron
contra el orden establecido por los rebeldes y trataron de desencadenar una
huelga que hubiera podido traer funestos resultados. De igual manera en
Santiago de Cuba la reacción
interna se movía constantemente tratando de organizar un movimiento de
resistencia para detener los cambios o al menos para intentar ponerle límites.
El clero es uno de los factores de mayor reacción, se hablaba de salir en
especie de una procesión religiosa de protesta.
Estamos frente a uno de los primeros
síntomas con los que se manifiesta la lucha de clases en este tipo de proceso.
El resto de las clases dominantes a las que se les destruía su aparato
burocrático-represivo reacciona para tratar de establecerlo. Las armas rebeldes
ya están más organizadas y las patrullas militares, conjuntamente con la labor
de la policía, contribuyen a neutralizar algunas situaciones. Además la
Revolución triunfante es respaldada por los más diversos sectores sociales y
pronto dará los primeros pasos para movilizar las grandes masas populares a fin
de neutralizar las maniobras de estos sectores reaccionarios, cuestión esta que
comunico de inmediato a Piñero que me da indicaciones concretas al respecto y
esta situación no se produce.
Se hace visible la necesidad de
mecanismos que atendieran estos delicados problemas y que actuaran para
solucionarlos. Se produce una reunión con los principales jefes militares en el
antiguo Cuartel Moncada a la que asisto,
en calidad de Jefe de la Policía de Oriente, presento un informe al
Comandante Belarmino Castilla que sustituye en esos momentos al jefe de las
Fuerzas Conjuntas, comandante Manuel Piñeiro de
un conjunto de problemas surgidos y de situaciones que venían gestándose.
Recibo indicaciones de “Anibal”, pero
luego al regreso de Manuel Piñeiro
establezco un contacto más directo con él para enfrentar estas situaciones, salgo de la policía sin
mediar ningún documento oficial del mismo modo que mi entrada y tampoco le
entrego el mando a nadie.
Es así como soy designado jefe de un
aparato de control al que se le da el nombre inicial de Departamento de Control, después Departamento de
Información, S-2, luego G-2 y por ultimo DIER, que seria
el embrión de lo que mas adelante seria el
Ministerio del Interior que emprendería una lucha incesante sin tregua contra
el enemigo de nuestro pueblo el que se a mantenido a través de largos años. Me traslado a la Habana por
órdenes de Piñeiro donde hago contacto con Ramiro Valdés, el que me
provee de dinero y un oficial que me acompaña en la
adquisición en comercios del genero de cámaras fotográficas y otros
medios para la nueva tarea, así como me orienta los pasos de la misma. Pienso
que también este Departamento jugó su papel, pero esto es otra historia
El actual General de brigada Amels
Escalante recuerda cómo se dio a la búsqueda de compañeros con qué estructurar
ese Departamento y la organización de un archivo de datos para llevar a cabo un
mejor control. Una vez avanzado el trabajo organizativo, se enfrentarían dos
líneas de trabajo claramente definidas: Actividades contrarrevolucionarias de
índole político y actividades delictivas comunes.
Entre los casos más notorios seguidos y
resueltos por aquel incipiente aparato están los siguientes:
La búsqueda y captura de “Papito
biberón”, connotado asesino de Santiago de Cuba, capturado en una de las casas
aledañas al Cuartel Moncada.
El apresamiento del individuo que lanzó
una granada de manos en la peregrinación que se efectuó en el año 1959 a la
Iglesia del Cobre.
La desarticulación de una red de
traficantes de marihuana en la zona del puerto de Santiago.
La captura de un grupo de jóvenes, algunos
excombatientes rebeldes y otros civiles, que pretendían dirigirse a Santo
Domingo para organizar un movimiento guerrillero.. En los primeros meses de la revolución algunas personas organizaron por
su cuenta expediciones para ir a luchar contra gobiernos dictatoriales del Caribe. Entre sus integrantes se
encontraban desde jóvenes románticos e irresponsables hasta aventureros Estas expediciones se
organizaron sin el reconocimiento del gobierno y fuera de la ayuda
internacionalista que le brindo a pueblos hermanos la revolución desde sus
primeros momentos con un alto sentido de la responsabilidad y la solidaridad.
.
Como puede apreciarse, este mecanismo
continuará la labor enfrentada por la Policía Rebelde en lo concerniente al
establecimiento del orden revolucionario después del triunfo. Pero más tarde se
especializará en las tareas de índole político y al fundirse con otros órganos
daría lugar al G-2. El DIER y la
policía se fundirían más adelante para convertirse en parte integrante del
Ministerio del Interior (MININT).
La policía Nacional Revolucionaria.
Pero ya estamos en el mes de febrero y
la policía adquiere una organización nacional. Es precisamente en este mes
cuando se funda la Policía Nacional Revolucionaria, cuyo primer jefe fue el
Comandante Efigenio Amejeira y el jefe del primer distrito militar de Oriente
el Comandante Manuel Piñeiro quien traslada a Reynerio Jiménez Lage de la
capitanía de Bayamo a la Jefatura Provincial de la Policía, en Santiago de
Cuba.
Es precisamente en ese momento cuando se
produce el cambio de uniforme, los agentes de la Policía Rebelde cambian el
uniforme característico de todos los soldados rebeldes por el de la policía con
especificaciones propias. Hasta ese preciso instante existe la Policía Rebelde,
pionera de nuestra actual policía y uno de los principales puntales de los que
ella se nutriría.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
1.
Bosquejo
Histórico de la Policía Rebelde. II Frente Oriental “Frank País”. Folleto
Inédito.
2.
Para
una Historia de la Policía Rebelde de Teresa Valdés y Andrés Vallin. Revista
Moncada. C. De la Habana: Año XII, número 2, Junio 1977.
3.
Historia
de la Columna 20 “Gustavo Fraga” (Primera versión).
4.
Fuerzas
Aéreas Rebelde Segundo Frente Oriental “Frank País”. Comisión de Historia.
5.
II
Frente Oriental “Frank País”. La Habana: Dirección Política de la FAR.
6.
El
II Frente Oriental “Frank País”, Oscar Reyez: Revista Bohemia, 11/ 3/ 78.
7.
Un
Congreso en tierras liberadas.
Juan Chongo Leyva: Rev.
Bohemia, 29/ 9/ 75.
8.
Refugio y Combate. Raúl Menéndez Tomassevich y
José Angel Gárciga Blanco. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1996.
9.
Entrevistas
realizadas a:
· Álvarez, Andrés: Policía Rebelde.
· Beltrán, Juan: Policía Rebelde.
· Cisneros, Leocadio: Policía Rebelde.
· Escalante Colas, Amels: Inspector
Policía Rebelde.
· González Blanco, Miguel Ángel: Policía
Rebelde.
· Pérez Pérez, Manuel: Policía Judicial.
· Reyes Carbonell, Maximiliano: Miembro
C.C.
· Reyes Trejo, Abelardo (Nike): Policía
Rebelde.
· Reyes Trejo,
Alfredo: 2do. Jefe Policía
Rebelde.
· Suárez, Rafael (Fito): Jefe Seguridad
Policía Rebelde de C.C.
·
Entrevistas a miembros de la Col # 17