viernes, 2 de octubre de 2015

La Policia Rebelde

LA POLICIA REBELDE

 Por Alfredo Ballester Parra

INTRODUCCIÓN.


Corría el año 1958 en Cuba, la cual estaba dividida. Por un lado el tiranuelo, ex sargento  Fulgencio Batista Zaldívar y sus lacayos, como exponentes de la clase en el poder; del otro las tropas rebeldes lideradas por Fidel Castro Ruz, como exponentes del pueblo.
El aparato burocrático - represivo de la clase gobernante concentraba todas sus fuerzas para ahogar en sangre la insurrección, el país estaba sumergido en la violencia, el abandono y la corrupción; existía un clima de terror, a diario se asesinaba a personas, los sindicatos en manos de politiqueros.
El deterioro político-administrativo de los gobiernos se inició desde el surgimiento de la República, era parte del panorama; desde la cúspide hasta el último funcionario saqueaban el tesoro público y disponían de él como algo propio; el engaño, las enfermedades, el hambre, la falta de hospitales, la prostitución,  el juego y las drogas era  algo normal.
A partir de 1933 las fuerzas armadas de Cuba estuvieron comandadas por cabos y sargentos que en su mayoría resultaron delincuentes comunes uniformados, alguaciles de las propiedades yanqui, una República bananera en manos de unos cuantos manengues [1].La meta de  un oficial era llegar a ser jefe de un escuadrón o puesto de la guardia rural para controlar el juego y la prostitución y así enriquecerse.  La imagen que se tenía de Cuba en el exterior, para muchos, era la isla de la rumba, el son, el café, el tabaco y las maracas, pero para otros también era el traspatio de la USA, la zona de tolerancia de los marinos  y  de una mulata desnuda como isla sumergida en el Mar Caribe, con los pezones fuera del agua y una palma real en la mano.
Las tropas rebeldes ubicadas fundamentalmente en las montañas orientales, trataban de desgastar al enemigo, consolidar sus posiciones y extender la guerra. El pueblo tenia un viejo sueño de justicia, necesitaba un cambio y había pasado al apoyo total de la insurrección armada, y no sólo daba los hijos y los héroes necesarios para continuar la lucha; era una ola cada vez más creciente que
 desafiaba la represión de la tiranía y se integraba a las células clandestinas o se levantaba dentro de las ciudades a fin de no darle tregua al enemigo común, ni
aún en sus madrigueras. La lucha armada se iba extendiendo como una mancha de aceite de la Sierra hacia el llano y su influencia era mayor en las zonas controladas por los rebeldes.
A lo largo de los últimos nueve meses de la guerra, el Mando Central del II Frente Oriental decide crear algunos mecanismos organizativos que propiciaran un orden interno más sólido en sus territorios y que sirviera para normar la vida dentro de ellos de un modo más generalizado.
El 28 de octubre de 1958 Raúl Castro Ruz, Comandante Jefe del II Frente Oriental Frank País dictó la Orden Militar No. 49, que se conociera como la Ley Orgánica, que en su artículo 14 planteaba la Sección de la Policía Rebelde como una de las secciones de  la Dirección de Personal e Inspección y en su artículo 18, sus funciones.  
Una fría mañana del mes de noviembre de 1958, fui llamado por el entonces capitán Augusto Martínez Sánchez y Manuel Piñeiro Lozada (Barba Roja) (fallecido, para plantearme la misión de organizar lo que sería la Policía Rebelde del II Frente Oriental Frank País. Por aquel entonces la Comandancia radicaba en Mayarí Arriba (en el lugar donde hoy está el Museo).
El compañero Reyes Carbonell ya había dado algunos pasos iniciales en la organización de ésta. Mi primera tarea en este cargo fue organizar la seguridad de la Comandancia Central con los compañeros de la Policía Rebelde.
Por indicaciones de Piñeiro contacté con Alfredo Reyes Trejo, que estaba en la zona de Olivera, y fue designado para trabajar conmigo y posteriormente no solamente él, sino los hermanos Trejo realizaron un meritorio trabajo en la organización de la Policía Rebelde.
El compañero Raúl  Barreda tenía en la zona de Calabaza de Sagua una escuela de reclutas, de donde fuimos nutriéndonos de cuadros, aunque el núcleo inicial fue un personal que ya se encontraba en la Comandancia Central y compañeros bajo mi mando que se encontraban en Soledad de Mayarí. En aquel momento las acciones de nuestros frentes eran ofensivas y se ganaba terreno al enemigo.
 Al ser liberados los pueblos la labor de la Policía era mantener el orden y realizar los menesteres propios de ese cuerpo. Por supuesto operábamos con concepciones distintas a los cuerpos policiales que habían existido antes en Cuba. Con anterioridad, desde que los cubanos teníamos uso de razón, la Policía era una plaga temida; la corrupción y el asesinato andaban juntos de la mano, no podía ser de otra forma cuando aquel 25 de noviembre de 1898 los norteamericanos intervencionistas trasladaron hacia Cuba al propio jefe de la policía de New York para que organizara un cuerpo similar en nuestras principales ciudades para reprimir y responder a los intereses de los poderosos, esta  institución había nacido enferma y su historia a lo largo de su existencia es un mal recuerdo de nuestro pueblo.
Al recibir esta tarea, Trejo y yo pensamos que teníamos que confeccionar unas normas, reglas o guía para que los compañeros la tuviesen presente en esta función completamente nueva para todos, elaboramos con nuestra propia concepción e imbuido del espíritus de lo que avizorábamos en el futuro una circular a mediados de Diciembre de 1958 que decía en síntesis lo siguiente:
...”Nos ha tocado a los hombres que constituimos el Cuerpo de la Policía Rebelde la ardua y responsable tarea de ocupar y mantener el orden en los territorios liberados por el Ejército Revolucionario 26 de Julio, sobre cada uno de nosotros gravita de manera directa tal responsabilidad y debe constituir nuestra mayor preocupación el hecho de salir airoso y con éxito de esta responsabilidad que la Revolución ha puesto en cada uno de nosotros.”
...“La Policía Rebelde es un cuerpo no solamente creado para mantener el orden de los territorios ocupados por nosotros, sino sus funciones deberán ser más amplias y profundas, ya que como en los pueblos liberados por el Ejército revolucionario, es la representación ante el pueblo del Ejército Rebelde.”
...“La Policía Rebelde, deberá estar presta en cualquier lugar en que se encuentre, a ejercer su autoridad y respaldar con esa autoridad, la justicia a los humildes, origen y causa de nuestras luchas.”
...”Todo policía deberá cuidarse de no aceptar halagos ni regalos interesados que tiendan a menoscabar el ejercicio pleno de su autoridad, cosa esta corriente en los policías anteriores, habidas en nuestra República, donde un tabaco, una cajetilla de cigarros o cinco pesos disimulaban y cubrían inmoralidades.”
Aquellos días se sucedían en forma vertiginosa, prácticamente no nos dio tiempo a organizar la Policía en el territorio que tradicionalmente ocupábamos. Como dije, nuestra labor se encaminó a organizar los poblados ya liberados. La primera experiencia la tuvimos en la zona de Jamaica, Yateras, cuando ya se estaban tomando las medidas para el asedio a Guantánamo,  y Villa organizaba la emboscada de la entrada al valle de esta ciudad. Allí en Jamaica de Yateras hicimos contacto con Roberto Castilla, oficial rebelde a cargo del lugar lo impusimos de las indicaciones que teníamos de Raúl y dejamos constituida la Policía Rebelde en ese poblado, después nos dirigimos a Caimanera, donde estaba  el comandante Villa, jefe de la columna # 20, el mismo se encontraba en una segunda planta, el local del Club de Guerra, le explicamos nuestra misión y nos envió con el compañero que estaba en una de las casas de la salida del pueblo Jorge Suárez Lorenzo (hoy general ®) realizando  con él , el trabajo de coordinación de constitución de la Policía.
El trabajo o experiencia más positiva la tuvimos en San Luis,  La Policía Rebelde se constituía en cada poblado con personal de las mismas tropas de las columnas que operaban en la zona y milicianos del M.26.7.
Todo sucedía a gran velocidad; los muros corroídos de la dictadura se derrumbaban, no podíamos darle respiro al enemigo. Liberábamos poblaciones, pequeños poblados y constituíamos la Policía. Los documentos de la época, que acompañan este trabajo  permiten evaluar como nuestras tropas avanzaban y también  el orden se organizaba en la retaguardia.
Después de esta introducción... necesaria... comencemos esta Historia...



1.    ANTECEDENTES DE LA POLICIA REBELDE


Las patrullas


Inmediatamente  después de su llegada a la zona de Piloto del Medio, al norte del municipio de San Luis, el recién estrenado joven jefe de 26 años del II Frente Oriental, sin perder tiempo, sólo las horas necesarias para acampar, dormir y comer algo, explora el terreno. En su recorrido inicial, desde el 12 de marzo al 10 de abril, la ruta seguida fue en forma zigzagueante hacia el noroeste rumbo a la Sierra Cristal, para después dar un viraje hacia el sur. Una vez comprobada la inutilidad táctica de la Sierra Cristal para operar, con un vasto territorio adyacente que brindaba  posibilidades amplias desde todos los puntos de vista necesarios para crear un frente guerrillero, que comprendía los antiguos municipios de Mayarí, Sagua de Tánamo y Baracoa por el norte y Yateras, Guantánamo, Alto Songo y San Luis por la banda meridional, que abarcaba más de 12 000 km2, poblados con medio millón de habitantes. Esta región tenía una variada vegetación, abundaban los bosques, matorrales espinosos, pinos y palmas; su clima variaba entre 18 y 33oC, eran frecuentes las lluvias, tenía una alta humedad, pocos caminos transitables donde en primavera solamente podían usarse arrias de mulos. Todo esto contribuía al aislamiento de esa inmensa zona y a su panorama de incultura.

Existían un sin números de pequeña pistas de aviación  para avionetas operadas por sus propietarios utilizadas como taxis aéreos
Las escuelas eran insuficientes. Su población era en su mayoría analfabeta y no tenían recursos ni atención médica. Predominaba el latifundio y una gran masa de campesinos con poca o ninguna tierra. La región era gran exportadora de café. Todo esto contribuía a que la situación  del obrero agrícola fuera desesperada.
De inmediato Raúl comienza a crear condiciones organizativas y políticas para ello se apoyo en los oficiales del Ejercito Rebelde además, se contacto con lideres campesinos se les explico los objetivos de la Revolución. El jefe del frente tenia la convicción de la incorporación del campesinado a la lucha en formas, de abastecimientos, información, prácticos, con las armas en la mano etc [2].En  modo alguno es casual que el Comandante Raúl Castro dirija su atención hacia la población campesina de cuyo apoyo e incorporación plena a la lucha dependía en gran medida el éxito de la misión encomendada por Fidel a la Columna No. 6  Frank País traía las experiencias de la Sierra Maestra y el conocimiento desde su niñez de la situación secular social y política del campesino de la montaña y del llano de la isla sabia de la nobleza del hombre de campo, conocía de la tradición de luchas de aquellos lugares.[3].
En muchos de los territorios habían operado grupos de alzados donde algunos, los más avanzados, habían creado algunas formas organizadas y operaban en determinadas zonas. El grupo del teniente Raúl Menéndez Tomassevich, que había tomado el cuartel de Mayarí Arriba el 5 de Marzo, se destinó a operar en la zona de Songo y el del capitán Demetrio Montseny  (Villa), que asaltó el cuartel de guarda jurados de Nicaro el 27 de Febrero, a operar en la zona de Guantánamo.
Existían otros grupos guerrilleros, uno de 30 hombres, en la zona del valle de 
2. El compañero Juan M Rill del buró agrario del II frente recuerda: Por ejemplo  Raúl, contactó, con el compañero  Candido Betancourt, Antidio Gonzalez, viejos militantes del PSP, líderes campesino de Mayarí arriba y Soledad que a la ves, se informo a Pepe Ramírez, Romarico Cordero, Juan Frómeta Fornaris etc y comienza a glutinarse los compañeros del Movimiento campesinos, este movimiento ya  estaba fraguado en la lucha contra el desalojo , la explotación de los terratenientes y comerciantes a los cuales tenían que pagar el 20% de interés de una a otra cosecha,20 % de valores retenidos, el campesino encuentra el apoyo del Ejercito Rebelde y se crea el buró agrario.,nosotros podemos decir que admiramos la visión del comandante Raúl, los rebeldes se nutrieron de campesinos y hubo momentos que no se pudo absorber en numero a todo el que se incorporo.
3.Juan M Rill: se nos oriento por Raul, buscar Campesinos que tuviesen tierras baldías, para que se las cedieran a campesinos que la trabajasen y producir, que era una forma de cooperar, las mujeres campesinas se acercaban a los campamentos rebeldes, para buscar las ropas y lavarlas pues ya veían a los rebeldes como su ejercito
Caujerí dirigido por el teniente Carlos Lahite y el sargento José Durán Zapata,  otro, de cerca de 30 hombres, en la Sierra de Canasta bajo el mando del sargento Guicho Herrera, autorizados todos por la dirección del M-26-7 de Guantánamo.
Existían otros grupos de alzados por la libre, es decir,  no autorizados por el M-26-7, pero que después de la apertura del II Frente muchos se integraron al mismo. Guantánamo, se encontraba un grupo de cerca de 200 escopeteros, al mando de Armando Castro (traidor), sin estar autorizado, además, sin hacer nada. También
Había en el norte de Guantánamo un grupo de 23 hombres dirigidos por el sargento Filiberto Torres que llevaba 8 meses en la zona y habían realizado acciones con el fin de obtener armas y en la Sierra Sagua-Baracoa, había un grupo numerosos al mando de Evan Rosales.( fallecido) En Filipina, cerca de
habían otros grupos en Guayabal de Yateras, La Veguita, San Román, etc., que actuaban sin autorización y no respondían a los fines del movimiento revolucionario, dedicándose algunos de ellos a cometer fechorías, muchas veces a nombre del 26 de Julio y de esa forma este problema de los malhechores es tan viejo como nuestra historia, en nuestras campos siempre existió el bandolero, desde el bandolero social hasta el  delincuente rural estos últimos suelen aumentarse como una plaga en los conflictos que se sucedían en el país
La Sierra Maestra era muy cuidadosa en la creación de grupos. Fidel en cuanto a esto había planteado no hacer grupos independientes  y enviar las armas para la Sierra, no obstante, se analizaba las proposiciones y se precisaba el mando, pues cuando una guerrilla actúa independiente el jefe tiene mucho poder y se requiere gente probada.
Así, la existencia de las patrullas rebeldes  se remonta a una etapa posterior a marzo de 1958. Ellas actuaban en lo fundamental amparándose en la oscuridad de la noche, situación que propiciaba el requisamiento de armas a terratenientes o a elementos batistianos y el ajusticiamiento de chivatos. Estas patrullas integradas espontáneamente, a veces, por personas de las poblaciones, también se armaban con donaciones voluntarias de armas, que generalmente eran escopetas de caza y armas cortas. Personalmente soy testigo del trabajo de estas patrullas, en ocasiones, nos trasladábamos de la ciudad  de Guantánamo al campo ,junto a la Compañera Telma Bornot, salimos para la zona de ,Bayate,  y la Lima en misión de venta de Bonos del M-26-7,que vendíamos a los terratenientes y comerciantes ,por las noches junto a estas patrullas integradas por campesinos de la zona de Marcos Sanchez  que pertenecían al movimiento y que conocían quien las poseía salíamos a recolectar armas, las patrullas era integrada por 5-6 personas, rodeábamos la casa nos dábamos a conocer como el M-26—7 dábamos la cara nosotros, los demás se mantenían escondido para no ser reconocidos  encomiábamos al propietario entregar el arma para el movimiento, nunca encontramos una real oposición ,por lo regular se trataba de pequeños comerciantes, o campesinos medios,
La fundación por Raúl de los Comités de Campesinos Revolucionarios en diversos puntos de la zona controlada por la Columna 6: Majaguabo, Aserrío de Corea, Monte Ruz, Bayate, Limonar, San Juan, el Guacil, la Escondida, Pozo Azul, etc., posibilitaba mejor las tareas logísticas, a la vez que permitía organizar un servicio de información basado en una red de enlaces. Uno de los elementos directivos de estos comités, el delegado militar, tenía la función específica de cuidar el orden de su zona con una patrulla de no más de 10 hombres, quienes se armarían con lo que se pudiera encontrar.
Así, las patrullas rebeldes, derivadas de los Comités de Campesinos Revolucionarios, se convirtieron en los primeros grupos de rebeldes que tenían la misión de resguardar el orden, para lo cual recorrían a pie o a caballo cada zona, con el objetivo expreso de impedir: el juego ilícito, fiestas nocturnas sin previa autorización, el tránsito después de las 9 de la noche en todos los caminos y llevar a cabo otras funciones que redundaban en beneficio de las leyes honradas, con este lenguaje tal como estipulaba, a manera de ejemplo una disposición interna sobre la creación de un cuerpo de patrullas en la zona comprendida entre San Andrés y Santa Catalina, bajo la jurisdicción de la Compañía “B”, Columna 19 “José Tey”. Estas patrullas recibían la colaboración de los campesinos, quienes se presentaban a los campamentos rebeldes para notificar las actividades delictivas o de otra índole donde había que actuar; además de los recorridos en los primeros tiempos las patrullas investigaban denuncias que nos llegaban como el caso del dueño de una despulpadora de café que arrojaba los desperdicios de la misma al río al punto que los peces morían, pues esta persona no quería entender y hubo que obligarlo a construir una fosa para residuales. el campesinado va teniendo fe en la revolución, observando el comportamiento de los hombres que representan la autoridad en su alrededor, existían dueños de fincas grandes que recibían todos los años para la zafra de café a numerosos recogedores del grano, estos dueños fabricaban una lata tan grande que hacían casi dos latas de las que se utilizaban a la que se conocían por latas de gas, si los recogedores no estaban de acuerdo con esta lata ,pues tenían que irse a mendigar trabajo en otro lugar, eran padres de familia que andaban descalzos, con los hijos durmiendo en el suelo ,había un gallego que le decían Delfín invento una lata tan grande que casi llenaba una canasta de café, por 20 y 25 kilos,(centavos) nos pasaban las quejas, íbamos y le decíamos que tenían que cambiar la lata, así  fueron viendo estas humildes gente  que estaba sucediendo algo nuevo ,lo intuían
En realidad, el propio ejército rebelde sin especializarse hasta entonces había sido la garantía del orden interno en el territorio bajo su control. Las patrullas que a partir de ellas se organizaban tenían la particularidad de ser la primera fuerza que se dedica a esta tarea, sin descuidar los objetivos que realizaban las primeras patrullas.[4] Es por haber enfrentado las tareas necesarias para el establecimiento de un orden interior, por lo que estas patrullas rebeldes, organizadas en lo adelante sobre una base más firme, constituyeron un antecedente del cuerpo más[5] especializado en esta función que se crearía posteriormente.

 

4.Cuenta[1]Juan M Rill que en una ocasión, luego de una reunión con el comandante Piñeiro en Soledad, el se metió en un arroyo a bañarse ,cuando salio cojió el M2 y tiro unos tiros al aire, al poco rato los campesinos lo rodearon, me dijo ahora si creo lo que dijiste sobre la vigilancia de las patrullas campesinas.

 

 




El Servicio de Observación Campesina

La estructura de las fuerzas recién ingresadas en la zona se configura aún más al establecerse relación con los grupos de alzados que operaban en ella y al procederse a la fusión de éstas con los pelotones procedentes de la Sierra Maestra. Como resultado de esto se crea  una forma nueva de unidad combativa; la Compañía, cada compañía asume la responsabilidad de operar en un sector específico del Frente, así se van estableciendo las bases de una organización de defensa y operación en este nuevo territorio rebelde.
Los mencionados Comités de Campesinos son aprovechados para organizar un servicio de inteligencia que pronto abarcaría desde Majaguabo hasta el poblado de Mayarí, extendiéndose más tarde para  todo el Frente. Dicho servicio disponía de una red de enlaces para mantener informado al mando rebelde de los movimientos, cantidad de hombres, operaciones, etc., del enemigo. Este mecanismo de información era bautizado con el nombre de Servicio de Observación Campesina (SOC).
La relación que puede tener esto con la Policía Rebelde que se organizaría más tarde es que, ciertamente, estos mecanismos no eran destacamentos armados con funciones represivas, sino más bien informativas, pero junto con los Comités Campesinos Revolucionarios constituyeron las primeras formas organizativas que permitieron ir integrando la población civil a la Revolución, es decir al nuevo orden que debía irse instituyendo. Además, no debe escapársenos el hecho de que la información aportada por las redes del SOC era de mucha importancia para mantener una estabilidad mínima en cada zona y prevenir con tiempo los ataques e infiltraciones del enemigo, comunicando oportunamente la presencia de elementos sospechosos en el territorio rebelde.

 

 

El cuerpo de Inteligencia Rebelde.


El 26 de marzo se establecía la Comandancia Central del Frente en el Aguacate, término municipal de Guantánamo, lugar ventajoso por sus condiciones topográficas y fácil de defender, también se fundó el cuerpo de Oficiales de Inteligencia Rebelde con Arturo Lince (fallecido) al frente del mismo. Este se valía de compañeros situados generalmente en lugares no dominados por los soldados rebeldes y que informaban el movimiento de las tropas enemigas, la existencia de chivatos y confidentes de la tiranía, los que estaban en los cuarteles, etc.
Mediante un servicio colateral que dirigía Piñeiro, se mantenía informado al mando superior del Frente sobre la situación de las jefaturas subordinadas.  Pero lo más significativo es que se trata de los primeros intentos de especializar funciones dentro de las fuerzas rebeldes, aunque los miembros de estos cuerpos seguían teniendo como su principal tarea las misiones combativas. Es por eso que posteriormente, a partir del mes de octubre, la Policía Rebelde se nutre en su mayoría de los compañeros procedentes del servicio de inteligencia, de las distintas zonas del Frente.
Esta primera fase corresponde al período de asentamiento de la guerrilla: se comienza la formación de una fábrica de bombas, se dan algunos pasos en la organización de los hospitales el departamento de propaganda y se establece una especie de puesto de mando en la Juba, el Aguacate, pues con anterioridad, este no existía realmente como sede de direccion todavía en los primeros días de junio, el puesto de mando era móvil, radicaba donde estaba Raúl. En la Juba, éste es integrado  por el jefe del Frente conjuntamente  con una serie de compañeros que conformarían un aparato de dirección político-militar del Frente. Este dispositivo de dirección central de las operaciones se instituyó como mecanismo permanente durante la guerra y sería conocido por todos con el nombre de Comandancia Central. (CC)
Pudiéramos hacernos una imagen sobre la posterior organización policial si no somos capaces antes de dibujar las condiciones en que se están dando estos pasos que prefiguran la Policía Rebelde.
Debemos tener presente dos cosas importantes: la situación por la que atravesaba Cuba y el estado de cosas que halló la Columna No. 6 Frank País a su arribo a la parte nordeste de Oriente;  además, que a consecuencia del ensanchamiento de la base social de apoyo a la insurrección, la tiranía se desenmascaraba y comenzaba a emplear métodos más criminales de represalia, intentando detener lo indetenible.
Por su proximidad al llano y su fácil acceso, debido a su enorme extensión geográfica, todo el territorio del  II Frente se vio afectado por los alzamientos masivos sin autorización, ni coordinados entre la clandestinidad de la ciudad y la sierra, por lo que existía posibilidad de infiltraciones del enemigo y delatores, además de todos los problemas fácilmente imaginables, entre los que se encontraba uno grave: la comida; estos alzamientos se precipitaron a raíz del aplastamiento de la Huelga de Abril. Se hizo necesario efectuar una depuración entre los cientos de hombres alzados e integrar a los mejores en patrullas móviles subordinadas a cada compañía y el resto sumarlos al servicio de observación campesina.
Por su insuficiente preparación militar y la falta de armamento en la mayoría de los casos, estos alzados por la libre crearon diversos problemas, por lo que se creó un mecanismo para regular la entrada al Frente. Se dictó una circular que controlaba esto, y el problema de la confiabilidad se solucionó, estableciendo que los alzados no enviados por la clandestinidad debían quitar al enemigo un arma, como prueba de que sus cualidades estaban definidas. Con esta medida se lograba aumentar el número de armamento,  y contener  los alzamientos masivos que a veces se producían, claro que  existían envíos por el movimiento  de algunos compañeros,  para preservarles la vida, más tarde también el Partido Socialista Popular (PSP) incorpora algunos compañeros. A nadie se le preguntaba a qué partido pertenecía, ni de qué religión era,  y en ocasiones la selección  no era la más acertada.

 

El Cuerpo de Auditores Rebeldes.


La columna que irrumpe en la zona norte de Oriente y funda el II Frente el 11 de marzo de 1958, encuentra como hemos referido grupos de alzados del M-26 de Julio que actuando sin unidad de mando entre  ellos, ajusticiaban chivatos y ejecutaban diversas acciones militares. También existían los merodeadores, asaltantes, violadores y bandidos que a nombre del movimiento cometían casi impunemente sus fechorías. Es por eso que a poco más de un mes de su arribo, se empiezan las depuraciones, como el caso de Armando Castro. A este le aparecían una serie de acusaciones: ajusticiamiento sin juicios, una mujer que mató, Reynerio Hernandez de la columna #17 recuerda el caso de los Cintras  una familia completa de bandoleros, el padre Chano Cintras ,al que  le decían el tuerto pues con una puya de palo le habían sacado el ojo, se le celebro juicio y hallados culpables.
Marden Bringuesu,;Col # 17 cuando yo subí todavía no estaba constituida la Col # 17,había unos cuantos campamentos regados por las Cuevas ,por Río Seco que cojian las cosas por la fuerza, no eran mala gente, pero era un desastre ,yo me dije, si Raúl se entera de esto hay fusilados ,todavía  no estaba Furry como jefe en la zona, cuando  llego todo cambio,  organizo todo
Alberto Lopez Rodriguez: Col # 17 existían grupos que asaltaban y robaban, llegaban a una tienda y  decían”’aquí llego el 26-7 y los dueños de la tienda creían que era verdad y le abrían, los bandidos le quitaban todo el dinero y robaban la mercancía, cuando esto llega a oído de Raúl, empezamos a actuar contra estas bandas a celebrarle juicios y a fusilarlos, pero nadie podía tomar la justicia por sus manos
 Así, la Columna No.6 comandada por Raúl se hace de un cuerpo de auditores que de inmediato asume las funciones propias de la administración de justicia y apoyándose en las armas rebeldes y un reglamento penal comienza a contribuir al establecimiento del orden rebelde.
Lo que venía sin atenerse a una norma común por parte de los grupos de alzados, a veces siguiendo los criterios de los jefes basados en un código moral, pero sin tener en cuenta a las leyes o a un reglamento oficialmente establecido y aceptado, debido a las apremiantes condiciones en que antes se desarrollaba la guerra, ahora sería competencia de lo que se denomina la Auditoria Rebelde, creada  para orientar la administración de justicia en los territorios liberados.
Al detenernos en este cuerpo de auditores, existente ya desde el 19 de abril y que más tarde se denominaría oficialmente Departamento de Justicia en virtud de la Ley Orgánica, hallamos en él el antecedente más directo y claro de la Policía Rebelde. Este cuerpo de auditores, más tarde especie de Ministerio de Justicia en pequeñas dimensiones, derivado de la experiencia del propio Ejército Rebelde en su célula original de la Sierra Maestra, se vale de las propias unidades rebeldes para actuar, sobre todo para neutralizar a los malhechores armados. Más tarde este Departamento llegaría a contar con 10 Delegaciones atendidas por abogados y estudiantes de derecho. La ley vigente para los delitos militares y contrarrevolucionarios era la ley de la Sierra Maestra después ampliada. La fuerza misma de la Columna No. 6 impone un orden en el estado confuso de cosas existentes, viéndose en la necesidad de eliminar físicamente a los bandidos más peligrosos, los que mantenían aterrorizada a la población campesina. Se le celebró juicio en la Tontina  al civil Balbino Herrera, por corrupción de menores y a Emilio Ramos por masferrerista; fueron condenados a la pena máxima y cumplida esa misma tarde. Con ello no sólo se ganaba confianza de la población sino que se obtenía su incorporación a la lucha y mayor apoyo recuerda. Manuel Perez Perez ex miembro del departamento de justicia del II frente: yo trabajaba en asuntos de certificaciones ,investigaciones, radicaciones de causas, juicios civiles y consejos de guerras ,que se constituía el tribunal cuando se formaba ,se celebraban los juicios y tomábamos juramentos a los declarantes, hacíamos matrimonios, se hicieron hasta matrimonios colectivos, esto era en el lugar conocido por El Paraíso, que era un pobladito en la división de Songo Mayarí, los auditores eran Concha Alonso: Hiram Sanchez y Adalberto Parúa
El Frente necesitaba de un ordenamiento jurídico conforme al cual se juzgarían las violaciones y se impartiría justicia. Para ello se pusieron en vigor códigos, leyes y reglamentos de una importancia extraordinaria para el desarrollo de los acontecimientos como futura institucionalización de la Revolución. Adelantándose precozmente en el tiempo, se ensayan elementos legales y experiencias que servirían para la organización del Estado Revolucionario. No se olvidó el registro civil, las defunciones, los nacimientos y las bodas de la población civil y entre los miembros de las tropas. Yo mismo soy testigo de esto último pues después de terminada la guerra apareció registrada legalmente mi boda en el registro del llano.
En realidad poco antes de terminarse la guerra ya estaba constituido un pequeño estado revolucionario dentro de Cuba, en violenta negación del aparato burocrático-militar de la tiranía.
Un cúmulo de factores hace inobjetable la existencia de un verdadero Estado Revolucionario durante la insurrección. Es cierto que la guerra genera un conjunto de situaciones que obstaculizan la consolidación institucional de la guerrilla, pero es difícil poner en duda el hecho de que el Ejército Rebelde cumple los requisitos mínimos, al consolidarse la lucha para ser considerado como un ejército regular. La correlación de fuerzas iría variando a favor de las Fuerzas Armadas Revolucionaras, lo que posibilitará la fundación de un cuerpo especial que ejercerá la función propia de la policía de los territorios liberados. De modo que tendremos los dos instrumentos fundamentales del poder estatal en el período insurreccional: el ejército y la policía.
El cuerpo de auditores va contribuyendo paulatinamente a que se vaya estructurando una administración rebelde, entraban en su jurisdicción los asuntos militares, así como también los civiles, los que inicialmente eran atendidos sin especializar los medios para uno y otro. Posteriormente se logró instituir medios para atender a cada cual en todos los territorios liberados del Frente. La justicia había sido administrada por los jefes de unidades en las faltas menores que se reducían a su competencia, pero para juzgar otras se disponía de los consejos militares, compuestos de auditores y miembros de las tropas respectivas y de los consejos civiles, en los que participaban representantes vecinos de la zona, cuya función era juzgar los delitos cometidos por los ciudadanos que habitaban dentro del territorio libre.  Otros de carácter político, militar, de algunos que equivocaban el camino. El 28 de septiembre  en el lugar conocido como Puyán,  en Mayarí Arriba,  se le celebra el juicio a Nino Díaz. Este, habiendo sido designado  jefe para una zona, y en complicidad con el taimado abogado Lucas Morán, que dirigió inicialmente el Departamento de Tesorería, que fuera degradado y expulsado del Frente tres días antes, realizaba una política solapada de críticas al mando; con una gran dosis de ambición personal, intentaba crear el descontento y la indisciplina, aprovechando sus recorridos por el Frente al crear las Delegaciones de Tesorería. El otro personaje, Higinio Díaz, enviaba informes militares y administrativos falsos con turbios propósitos mantenían contacto con el exterior a espaldas de la jefatura y hacían concesiones a personal desafecto a la revolución por negligencias en el mando, entre otras de cosas. En este juicio  actuó de fiscal el Capitán Jorge Serguera Riveri (Papito) y fue presidido por Raúl. Comenzó el mismo como a las 8 de la noche y se terminó a las 4 de la madrugada, a esa misma hora se degradó y luego Raúl nos habló de la justeza de la medida. Todos los allí reunidos estábamos de acuerdo, nos alertó a darle mayor atención al personal, pues teníamos que estar en alerta permanente contra estos falsos revolucionarios con ambiciones personales, politiqueros, pues este había complicado a oficiales que trabajaban con é, y todo esto hacía mucho daño. Producto de este caso se emitió un Decreto?
La justicia rebelde tiene que encarar problemas de diversa índole, primeramente, enfrentar las injusticias históricas cometidas por los terratenientes contra los campesinos: desalojos, desmanes, abusos y la explotación, para lo cual se vale de mecanismos jurídicos (mediante leyes) y de la protección directa de los derechos civiles. Más adelante, con la creación del buró agrario,  entonces tuvimos un aparato seguro de enlace entre el ejercito Rebelde y los campesinos, se contó con una fuente de información en los casos de litigios y otras injusticias contra la población campesina .También tiene que encarar la violación de las leyes y la alteración constante del orden establecido por las armas rebeldes. Por ejemplo, el caso de algunos compañeros que operaban en una zona lejos  de la Comandancia. Hasta allí se enviaron a jefes rebeldes a tomar las medidas, el juicio fue presidido por el comandante Efigenio y los capitanes Villa y Samuel Rodiles, los acusados fueron: Roberto Pérez Cruzata (traidor) jefe del Servicio de Inteligencia Rebelde (SIR) de la Compañía A, acusado de maltratar a detenidos e ingerir bebidas alcohólicas, la sanción impuesta fue su degradación, traslado de Columna y separación de su cargo.  Bernardo  Heredia, intendente de la Columna A, por cometer errores que se pudieron probar no eran de mala fe, se sancionó a destituirlo del cargo y dejarlo en el Departamento como auxiliar. Julio Lara y Domingo Heredia que actuaron con ligereza, fueron trasladados de la Columna.  David Tamayo por irresponsabilidades menores. La sanción fue 15 días de mozo de limpieza. Así con otros compañeros, se tomaban las medidas que el caso requería, además de enfrentar otras tareas no menos importantes: litigios de tierras, matrimonios, reclamaciones, etc., que dan una medida del grado de organización social alcanzado.

 

La Policía Judicial.


El cuerpo de auditores a partir de octubre, convertido en Departamento de Justicia, propicia la creación de un destacamento especial. Este cuerpo, si bien no se diferencia categóricamente del resto de las unidades armadas rebeldes, se valía de ellas. Era el medio idóneo para asumir la función de policía judicial correspondiente a dicho cuerpo.
Entre las funciones de la policía judicial estaban la de localizar y conducir a los detenidos ante los auditores, así como la de investigar todo lo concerniente a cualquier delito, ayudar a la radicación de las causas y participar en el resto de las tareas jurídicas. Asimismo  intervenía como custodia de los presos en las cárceles rebeldes, una de las tareas más riesgosas la constituía el trabajo con los detenidos del ejército de la dictadura. El compañero Manuel Pérez  Pérez, que fue jefe de la cárcel del Paraíso recuerda que casi siempre que teníamos un detenido se llevaba hasta el campamento donde se le  celebraba juicio, se le preservaba la vida a menos que tratara de escapar; en ese caso, se le tiraba. Si tenía causa de asesinato, de crímenes de guerra, se quedaban presos. Recuerda que a algunos se desarmaban y quedaban libres, más tarde la dirección del Ejército Rebelde disponía de ellos y eran entregados a la Cruz Roja.
Aunque las tareas derivadas de la función de policía judicial se canalizaron primero a través del cuerpo de inteligencia rebelde en los finales de la guerra es importante señalar a dicha función, como un importante mecanismo instituido en medio de la lucha, cuyo objeto expreso era imponer un orden en el territorio rebelde. Por esto, sin alcanzar un grado de especialización completa y sin alcanzar a ser un destacamento armado especial, esta policía judicial llena parte de los requerimientos exigidos a cualquier policía, por sus funciones específicas
El soldado rebelde. Frank Zaldivar Ramos recuerda que cuando el departamento estaba ubicado en Calabaza de Sagua de Tanamo, el responsable era Tico Fernandez auditor y la secretaria judicial la compañera Dalida L Cobo Stable ,el tenia el cargo de investigador, encargado de citaciones y detenciones ,cuenta que su primera experiencia fue cuando un detenido se fugo, saliendo en su persecución y con la cooperación de los compañeros que estaban en la zona del Achotal lograron su captura, fue responsable de investigar un accidente de armas de fuego ocurrido en  la avanzada rebelde de la Loma de Margot un fallecido por tiro escapado, un revolver del tipo Vizcaíno que tenia desperfecto que cuando lo cerraban se disparaba solo
Rafael Suarez (Fito,,) Policía Rebelde, jefe de la seguridad de la comandancia Central: cuenta: pase a trabajar en un campamento en Peladero como policía judicial ,también estaban los auditores,,alli se levantaban actas ,sobre denuncias de robos y distintos problemas que se sucedían en la zona ,en Seboruco existía otra oficina que dirigía Andrés Aranda, todo este frente era responsabilidad del Capitán Augusto Martines Sanchez, celebrábamos juicios sobre raptos, problemas de vecinos, los de menor cuantía los resolvíamos alli mismo, reuníamos a los encartados ,a los padres de la menor, según el caso que se tratare, les explicábamos las razones  de nuestra alzamiento ,porque luchábamos, que fines perseguíamos, después de estas charlas muchas veces los soltábamos ,y si era por una fajazon hacíamos que salieran amigos, si se tratara de un robo ,los dejábamos alli 2-3 meses con nosotros ,como cocineros o auxiliares, nosotros investigábamos las denuncias ,cojiamos  declaraciones iniciales y luego se enviaba un investigador al lugar del hecho, se reunían los encartados y se celebraba el juicio
El resultado de nuestra información, en este sentido, es suficiente para determinar todo el alcance de la policía judicial en cuanto a los servicios prestados en la administración de justicia en las diferentes delegaciones judiciales que existieron. Sabemos que también contribuyó a luchar contra el delito común,  los juegos ilícitos y los delincuentes. Por su trabajo en la conservación del orden merece ser tenido como uno de los antecedentes más antiguos de la Policía Rebelde, quien la absorberá posteriormente, integrando en sus filas a muchos de aquellos policías judiciales.
No podemos perder de vista la situación en que se desenvuelven estos tipos de acciones, en un teatro con difíciles medios de comunicación y en medio de combates, estas funciones se entrecruzan con las misiones combativas que debían ser ejecutadas por todas las unidades armadas, por lo que todo no puede suceder con el grado de diferenciación y claridad que pudiéramos suponer. Es lógico que esta policía judicial no se diferenciara externamente del resto de los soldados rebeldes debido a que lo esencial era en ese momento combatir y más cuando había que hacerlo en tan difíciles condiciones. Cabe reiterar la importancia de la nueva función que debía desempeñar esta policía.
En el fondo, claro está, Ejercito Rebelde y cualquier otro mecanismo jurídico o político derivado de él perseguían un único objetivo, derrocar el régimen de facto e imponer un orden de cosas distintas. Todas las energías se concentraban en este interés primordial.





2.  CONDICIONES ORGANIZATIVAS DEL FRENTE HASTA OCTUBRE DE 1958

Paralizada y vencida la ofensiva que desató furiosamente la dictadura batistiana, después del fracaso de la Huelga de Abril, ofensiva que fue una prueba de fuego para el nuevo bastión rebelde, el II Frente Oriental reinicia el proceso de organización de su aparato militar y administrativo.
Si se sigue con detenimiento la evolución organizativa de la Comandancia Central, se observará que, sin dejar de ser por definición un dispositivo creado para la dirección de la guerra, va adquiriendo paulatinamente la configuración de un aparato de gobierno militar, que amplía cada vez más sus funciones al plano de la organización social. Este cambio no es externo, sino que es la respuesta de esta dirección a las circunstancias distintas en que se va desenvolviendo la insurrección. Esta labor reorganizativa tomará dos direcciones muy relacionadas entre sí, la política-militar y la social propiamente dicha.

 

Ubicación en la Comandancia en Naranjo Agrio.


Precisamente, por necesidades de índole táctica estratégica, avizorando el desarrollo de la guerra en un futuro cercano, la Comandancia se traslada del Aguacate a Naranjo Agrio este es un poblado a 8 Km. de Calabaza y 15 de Sagua de Tánamo, buscando un lugar para el departamento de propaganda, llego hasta la pista de aviación a la casa de Américo Masare de nacionalidad Húngara este tenia un avión el que dedicaba a taxis aéreo y había sido ajusticiado por confidente pero resultaba muy lejos. La comandancia se  ubica en un chalet, propiedad del Dr. Piña que luego servirá también de alojamiento para los norteamericanos de la Moa Bay Company, apresados con el fin de detener los indiscriminados bombardeos de la aviación batistiana. La fase de asentamiento de la guerrilla da lugar a otra etapa en que se buscan las vías de comunicación y otros factores que viabilicen la dirección de la guerra. Se busca un acercamiento con las tropas de una de la dirección principal, Santiago de Cuba donde están Luzón, Tomassevich, Olivera, la dirección secundaria, no menos importante en Guantánamo con Efigenio, Villa, Pena  y otros jefes para coordinar de un modo más eficaz las acciones.
En Naranjo Agrio existen mejores condiciones económicas, grandes terratenientes y fincas más ricas que ayudan al mantenimiento de los rebeldes. Aquí el futuro Departamento de Propaganda está más organizado, se hacen algunas pruebas del Periódico Surco, se continúa con una de sus tiradas y se ensayan emisiones de radio.
Existían pues, condiciones objetivas suficientes para que se produjera un cambio cualitativo en este sentido. El Frente se extendía geográficamente por casi todo el norte de la provincia de Oriente, abandonando el núcleo original operativo restringido antes a las zonas montañosas, más intrincadas de la región. Al ampliarse, a su amparo y protección quedaba una población que apoyaba en su gran mayoría a los rebeldes desde todos los puntos de vista, engrosando sus filas, pero que sumaba problemas extra-militares a su jurisdicción. Esta población civil hacía que se pensara en buscar mecanismos que regularan la vida en los territorios libres. Ya  no se libraba una guerra de guerrila, ahora era mantener un territorio aprovechando todas las ventajas que el terreno nos ofrecía[6]




Por otro lado, la antigua Columna de 67 combatientes que había fundado el Frente pocos meses atrás, se había multiplicado numéricamente varias veces y cualitativamente se convertía, por obra de los incesantes combates, en una fuerza cada vez más experimentada y aguerrida, se aprendía a combatir combatiendo.
La guerrilla inicial, pues, se iría convirtiendo en una fuerza político-militar organizada y unificada en un ejército, debido a la incorporación de efectivos del llano y campesinos así como por la complejidad de las tareas y funciones que asumía, entre otras razones.
6. Aunque ya en un momento determinado no fuera ya lucha guerrillera, sino una lucha de fuerzas mayores, de maniobras y de posiciones. Fidel: comparecencia noveno ciclo  de la universidad .Habana 1961

 

 

Nuevas Sedes de la Comandancia.


Las Calabaza de Sagua  centro de una, rica zona cafetalera caserío de unas 1600 habitantes, marca un puesto intermedio de provisionalidad en el proceso de estabilización del Frente. Existe mayor organización y mejoran los medios de comunicación, pues con el funcionamiento del aparato de  “obras públicas” que dirigía Oriente Fernández, se mejoran los caminos, mientras que por otro lado se producen los primeros intentos de comunicación por alambre y las pruebas de radio han dado algunos frutos. La propaganda rebelde logra estabilizar más o menos las tiradas de su periódico Surco. Este llega a las Organizaciones campesinas, se distribuía por toda la montaña, el compañero Bresf, con su arría de mulos y Rebeco Tomps con sus 2 mulos era un material de estudio se enviaba también   alas ciudades
En esta sede se efectúan las negociaciones con el cónsul norteamericano  en Santiago, Park Wollam, para la devolución de los ciudadanos estadounidenses capturados por las fuerzas del Frente de acuerdo con la orden 30 dictada al efecto, con el fin de paralizar los bombardeos de la tiranía contra la población civil.  
ocurrió con este hombre algo simpático ,pues cuando era conducido a la presencia del jefe del Frente, le contaba con bastante jactancia a los rebeldes que lo acompañaban en el jeep, que el en la II guerra mundial había piloteado un caza de combate y los combates resultaron duros en eso aparece una avioneta conocida por los rebeldes como la chismosa y empieza a disparar contra el vehiculo, dicen los compañeros que el cónsul puso pies en polvorosa hacia una zanja a la velocidad de un rayo, probo de su propio caldo . Pero tan pronto son devueltos los
gringos se repiten  con más violencia las incursiones aéreas, a consecuencia de las cuales prácticamente el caserío de las Calabaza quedó destruido y con víctimas campesinas, entre ellas una joven campesina, sus dos niñas pequeñas y el abuelo. [7]
El jefe del Frente se mueve alrededor de Soledad de Mayarí, cerca del hospital de este mismo lugar, y en una de las casas,  la de Antidio González ,fallecido dirigente campesino y militante del PSP, despacha con los jefes de Columnas; además, recibe allí a Asela de los Santos, las hermanas Rodiles, Romárico Cordero, fallecido y otras personas. En este lugar también se realiza el análisis  de la conducta traidora del abogado Lucas Morán.
En esos momentos, varios compañeros por orden de Piñeiro y Augusto nos dedicábamos a buscar y luego acondicionar algunos locales de lo que sería la próxima sede de la Comandancia Central.

7. Al jefe del frente le habían enviado una cámara pequeña de tomar películas creo de 16mm con las instrucciones de su funcionamiento, al conocer del caso fui enviado al Hospital de Soledad a tomar la película para su denuncia, cuando llegue ya  habían sido enterrada las victima, volvimos a desenterrarlas en un ataúd estaban las 2 niñas y en otro la madre, cumplimos nuestra triste tarea y al final. En un rasgo de ternura enterramos a la criatura más pequeña en el mismo ataúd con su madre en el cementerio de Soledad

 

Mayarí Arriba: Plena consolidación del Frente.


Muchos factores determinaron la ubicación permanente de la Comandancia en ese lugar. Tácticamente se facilitó mucho la labor de dirección de las tropas, puesto que este poblado ubicado en un valle intramontano al sur de la sierra Cristal era el centro de un amplio territorio en el que operaban las unidades rebeldes. Su posición topográfica facilitaba el movimiento de las tropas rebeldes y dificultaba por el contrario el fácil acceso del enemigo. Las necesidades de la guerra tendían a mejorar con la elección de esta sede. Además, esta zona era de más importancia económica que las anteriores: una zona más rica, provista de grandes latifundios y de ricas haciendas ganaderas que garantizarían el apoyo logístico de la lucha, existía una pista de aviación de 700 mt que enlazaba con las existentes en todo el frente y se avizoraba la creación de las Fuerzas aéreas rebeldes como sucedió posteriormente con su sede en ese lugar en la casa del portugués. Estas pistas facilitaron la llegada de alguna ayuda del exterior. Había que pensar hacia dónde se extendería el Frente, de modo que fuera probable el avance sobre poblados y ciudades de importancia del llano. Dicho avance debía tener una retaguardia sólida que lo apoyara y esto lo facilitaba Mayarí Arriba. El seleccionar este lugar no deja lugar a duda la capacidad de estratega militar ya desde ese entonces del jefe del frente, además ,muy funcionable, se recibían constantemente, personas sobre todos mujeres, que eran las mensajeras y contactos con la clandestinidad en las ciudades principalmente de Santiago de Cuba, por esta vía salía el periódico surco
No fortuitamente Mayarí Arriba corresponderá con la fase de madurez de las guerrillas del II Frente y se configurará allí la Comandancia Central como un real aparato de dirección de las tropas o puesto de mando consolidado en los últimos meses de la insurrección. Es que una serie de elementos organizativos en los que venía trabajándose desde los primeros días de la inauguración del Frente, ahora empiezan a consolidarse; además, desde el punto de vista técnico de la guerra, se creaba de hecho el Puesto de Mando Avanzado (PMA) pues la red de caminos que aunque se encontraban en mal estado comunicaban con Guantánamo ,La Maya, Calabaza de Sagua ,Naranjo Agrio, Cananova, Ocujal, Nicaro ,Mayarí y Songo lo que posibilitaba al jefe del Frente moverse en cualquier dirección.
En lo que se llamaba “la casa de Puyán”, un poco alejada del centro del pueblo, se instalaron los equipos de radio y se termina de consolidar el Departamento de Propaganda a cuyo frente estaba Jorge Serguera Riverí (Papito). En el centro mismo del poblado funcionaba Finanzas o tesorería con Jorge Gómez (traidor) y Raúl Camacho’ (el abuelo) que dirigía el Departamento de Abastecimiento del Frente.2 Las comunicaciones por alambres y por caminos mejoran notablemente. Se brindan servicios sanitarios en el hospital de Soledad con el Dr. Gilberto Gonzalez y Enrique Font y en el de Majimiana, con  Ramón Machado Ventura (machadito)  no sólo a los rebeldes, sino a toda la población civil. Del mismo modo funciona la Administración de Justicia. Las tareas educativas se habían ampliado enormemente, multiplicándose las escuelas su direccion radicaba cerca de  Soledad y en Margot el buró agrario  todo alrededor de la Comandancia Central
En este caserío, el más importante de toda esta  zona, formado por casas de madera en su gran mayoría, se ubicaría la Comandancia Central. Era una casa tipo chalet [8] en el camino hacia Mícara, propiedad de los Arias, dueños del Central La Esperanza, en Guantánamo , que tenía al lado una pequeña construcción,  también de madera, que serviría de oficina al  joven jefe del Frente Mayarí Arriba sería escenario de importantes transformaciones antes de que finalizara la guerra.
El Frente ya no era sólo un bastión armado que había probado su fortaleza en el enfrentamiento con las fuerzas de la dictadura, era ya una vasta zona liberada, con muchos accesos, en lo que quedaban englobados un número elevado de civiles, de pequeños poblados frecuentemente hostigados por la aviación enemiga cuando por ellos se movían rebeldes. Estos conglomerados humanos reclamaban soluciones para sus ancestrales problemas y nuevas formas de organización social.  Al hacerse conscientemente sensible de estas necesidades y al asumirlas creando cuerpos de sanidad y justicia, además de enfrentar tareas educativas, entre otros medios, el II Frente se convertía de hecho en una administración pública en medio de un país tiranizado.
8 (hoy museo del II frente)
9 Ramón Castro nos enviaba camiones con diferentes tipos de ayudas material, también se recibía mercancías de las capitanías por ejemplo se capturo una goleta que llevaba cigarros y otras vituallas para en Ejto de la dictadura en Yamaniguey. En Moa

 Ajustes Rebeldes.


La situación de la guerra se inclinaba a favor del campo insurrecto, por cuanto los rebeldes no podían ser desplazados mediante los medios empleados por la tiranía y en consecuencia había que readaptar los mecanismos de combate rebelde, con el fin también de prepararse contra la revancha enemiga. Debía trabajarse en lo organizativo pensando en la posibilidad de una guerra larga, tal como daban a entender los líderes máximos de la insurrección lo cual era más adecuado a las tácticas de la lucha guerrillera. Ya a los combates se iba en vehículos, y el Frente poseía un gran número de estos. En las columnas se organizaban talleres de mecánicas y en Soledad un almacén de piezas de repuestos, Se contaban en todos los campamentos con arrías de mulos para la temporada de lluvias.
En lo social, de acuerdo con las nuevas circunstancias, se buscaban los mecanismos que contribuyeran a mantener un orden interno basado en la protección de la población civil; campesinos medios y pobres, obreros agrícolas en su gran mayoría, en aquellos territorios que íbamos liberando, garantizando el buen funcionamiento de las relaciones entre los efectivos rebeldes y esa población. Además, se trabajaba pensando que el área liberada terminaría por abarcar poblados mayores hasta alcanzar grandes ciudades y entonces estaría próxima la liberación nacional, porque siempre luchábamos pensando en el triunfo total.
Hubiera sido improcedente mantener las formas organizativas anteriores, o no perfeccionarlas, como lo hubiera sido no crear otras que se adecuaran a las nuevas condiciones existentes. Estas reclamaban la insistencia en los mecanismos de dirección política, por lo que se verá, al seguir los desplazamientos de la Comandancia Central en lo que hemos insistido, como se subrayan las funciones educativas y sociales que desde los primeros momentos  fueron atendidas en el Frente: la propaganda, las tareas educativas, la justicia, etc. dirigidas tanto a los combatientes como a los civiles.
Con el fin expreso de crear estas nuevas formas organizativas, a partir del mes de julio comienza un período de reorganización político-militar que se extendió a lo largo del tiempo que duró la guerra. Mediante órdenes internas se constituyen nuevas Columnas, se unifica su nomenclatura y se designan los mando de las mismas, clarificándose el fin de las misiones combativas de cada cual.

 

 

 

 

 

 

Intensificación de la actividad bélica.


El período de julio a octubre es de gran movilidad para las fuerzas rebeldes, son numerosas las operaciones realizadas en este período a lo largo del frente. En mayo el enemigo había lanzado una ofensiva contra el I Frente en la Sierra Maestra, pero sufrió un descalabro. Después del 20 de julio inicia la preparación aérea con el fin de lanzar sus tropas terrestres contra el norte de Oriente. Es entonces que se elabora el Plan Preliminar Conjunto que contemplaba, entre sus objetivos, el ir desalojando a los rebeldes y situando en sus posiciones abandonadas enclaves fortificados para impedir su retorno; de este modo, las tropas rebeldes serían empujadas hasta dejarlas acorraladas en determinados puntos donde finalmente serían aniquiladas.
Sin embargo, como resultado de las derrotas mencionadas y de la respuesta efectiva de las fuerzas revolucionarias del Frente, los desesperados proyectos del mando de la tiranía sufren otro descalabro. Por otra parte los rebeldes nos movemos con frecuencia de nuestras posiciones y lanzamos esporádicos ataques, incrementando incluso las operaciones de rescate ejecutadas por comandos que penetran en los poblados para liquidar enemigos y llevarse sus armas.
Las acciones militares de los rebeldes alcanzan un nivel superior de preparación táctica, es evidente que para realizar el cerco a la toma de un enclave o poblado ocupado por el enemigo se requería un conocimiento más amplio de la preparación bélica. Existían muy pocos compañeros alzados con una formación anterior en este sentido, pero los mandos rebeldes fueron adquiriendo los conceptos y destrezas necesarios en la escuela del ejercicio de la guerra, lo que faltaba en conocimientos técnicos se compensaba con el sentido común, la lógica, la imaginativa estrategia y una sagaz táctica, todo esto en mentes jóvenes, patrióticas y audaces.10 No hay que olvidar que la guerra es la continuación de la política por otros medios y que la dirección del Frente que nos ocupa era una
dirección en extremo politizada. Es significativo que sea en estos momentos cuando se intensifican las escuelas de instrucción militar (de infantería
principalmente) en Calabaza y la José Martí de Tumba Siete de instrucción política.
Ya teníamos un mejoramiento relativo del armamento rebelde, favorecido en primer lugar por los trofeos de guerra de las derrotas sufridas por el enemigo y por las armas arrebatadas en poblados y ciudades,[9] algunas que entraron por vía aérea, enviadas por el movimiento del exterior y las construidas en nuestra fábrica. No era comparable, sin embargo, con la superioridad de los medios ofensivos y de defensa del enemigo, que incluso recibía ayuda norteamericana mediante el empleo de la Base Naval de Guantánamo como trampolín y aprovisionamiento a sus aviones de municiones, bombas de napal, cohetes aire-tierra (Rochets), gasolina y apoyo técnico, que realizaban diariamente incursiones aéreas contra el Frente.[10]
En el mes de agosto recibimos armas del exterior (muy pocas) y se produce un hecho aparentemente sin tanta relevancia, la captura de dos aviones DC-3 de transporte comercial, que fueron destruidos posteriormente por la aviación enemiga y un Ryan Navion 260, también 2 P-51 Tigres, voladores estos últimos comprados por el movimiento en Miami. Como hemos dicho existía una pequeña pista de aterrizaje en el aeropuerto de Mayarí Arriba, donde fueron ubicados varios aparatos y estos recién incorporados inciden en la reactivación del cuerpo de industrias que fabrican bombas incendiarias y de fragmentación para la Fuerza Aérea Rebelde (FAR) a cuyo frente estaba Orestes del Río. Lo que importa aquí es subrayar el factor psicológico de confianza que daba al soldado rebelde pensar que se disponía de una fuerza aérea para enfrentar a un enemigo que intensificaba el empleo de los medios aéreos para hostigar y debilitar a los insurrectos, asimismo, este factor golpeaba al enemigo, que se esforzaba por destruir estos aparatos.




Síntomas de un viraje.

Como efecto del éxito de las acciones rebeldes y del fortalecimiento de sus unidades combativas, el enemigo se iba sintiendo cada vez más inseguro, pero precisamente a causa de ello, sus operaciones se volvieron cada vez más desesperadas, aumentando sus métodos de destrucción y arrasamiento masivo. Las posibilidades de error y fracaso del enemigo aumentaban con el empleo del poder destructivo, ciego por consiguiente.
Las incursiones terrestres enemigas a las montañas se irían reduciendo en número y se realizaban acompañadas por el miedo, su radio de acción se iba achicando también paulatinamente hasta el dominio-defensa de sus enclaves fortificados, poblados y grandes ciudades, resguardada por la superioridad de armamentos y municiones y la concentración excesiva de efectivos.
Estábamos arribando a la etapa final de la lucha donde era esencial la guerra de posiciones. El enemigo se parapeta en sus fortificaciones principales y refuerza sus defensas en los poblados de consideración y ciudades, mientras que el Ejército Rebelde  ha tomado la iniciativa, las ataca y avanza sobre ellas con el fin de cercarlas y tomarlas. No se le da tregua al enemigo en estos momentos se realiza una guerra agresiva como estrategia. Los rebeldes habíamos alcanzado la fortaleza suficiente para pasar a la ofensiva a fines de octubre.1
Es precisamente en esta crucial coyuntura en que las fuerzas revolucionarias se disponen a asaltar los enclaves enemigos y a destruirle su aparato militar, atacando a ciudades importantes, en la que se dan los primeros pasos para la organización de un cuerpo de policías en el II Frente Oriental, pero antes es necesario describir una importante estructuración administrativa que tenía lugar entonces.
1 Teníamos unos tres mil hombres con armas de guerra.
Fidel; Declaraciones en el juicio contra el traidor Hubert Mato. Ciudad Libertad, Habana 14 Diciembre 1959

La Ley Orgánica: expresión de la consolidación del Frente.


En medio de esta situación de extrema movilidad del Frente se dicta la Orden Militar No.49, el 28 de octubre, mediante la cual entró en vigor lo que se conoció en la guerra como la Ley Orgánica. Su objetivo era dejar oficialmente denominado el Frente como el II Frente Oriental “Frank País” y establecer su estructura militar y administrativa. En el fondo, esta Ley era el resultado de un proceso organizativo interno del Frente, extendido a lo largo de la duración de la guerra, y que evidenciaba el grado de coherencia y eficacia de los mecanismos del gobierno rebelde que venían elaborándose para enfrentar las circunstancias que se avecinaban.
Es difícil pasar por alto el hecho de que se estaba legalizando en la práctica parte de lo ya existente, a la vez que se le daba forma más acabada, pero sobre todo se estaba preparando una estructura administrativa para que asumiera del modo más efectivo las tareas y los problemas provenientes de los poblados y ciudades que se iban tomando. Se observa un incremento de la actividad y una proyección política superior en este ordenamiento puesto en juego. Es preciso describir lo operado por esta Ley en la esfera de lo administrativo, de acuerdo con nuestro interes.

 





    

EJERCITO REVOLUCIONARIO “26 DE JULIO”
SEGUNDO FRENTE ORIENTAL
“FRANK PAIS’’


BOLETIN LEGISLATIVO DEL SEGUNDO FRENTE ORIENTAL ‘’FRANK PAIS”
TERRITORIO LIBRE DE CUBA, 28 de Octubre de 1958.

Año No. 1 Boletín Extraordinario No. 2.

CAPITAN AUGUSTO R. MARTÍNEZ SÁNCHEZ, Jefe del Departamento de Justicia del Segundo Frente Oriental “FRANK PAÍS”.

 HAGO CONSTAR: Que el Comandante Jefe del Segundo Frente Oriental “FRANK PAIS” ha aprobado y por este medio se publica para su conocimiento y cumplimiento,  la siguiente Orden Militar:

POR CUANTO: Es una realidad tangible la ocupación de gran parte del territorio de la provincia de Oriente llevada a cabo por las Fuerzas Rebeldes del Ejército Revolucionario “26 de Julio” que procedente del Primer Frente de la Sierra Maestra, constituyeron el Segundo Frente Oriental, al que en honor y memoria del gran líder revolucionario se le puso por nombre “FRANK PAÍS”

POR CUANTO:  Desde la introducción de dichas tropas al Segundo Frente Oriental ‘FRANK PAÍS” se ha venido ampliando más y más territorialmente, aumentando por consiguiente de modo considerable no sólo las fuerzas y equipos materiales, sino también la población civil comprendida en el territorio liberado.

POR CUANTO: No obstante, el crecimiento a que nos hemos referido y teniendo en cuenta las características propias de este Frente, es necesario dotar al mismo de su Ley Orgánica por la cual habrá de regirse, a fin de dejarlo definitivamente organizado y señalar a cada uno de los componentes de las Fuerzas Rebeldes sus atribuciones y deberes, dando así lugar a una mejor fiscalización y vigilancia y poder lograr, con más facilidad, el objetivo único que nos hemos impuesto de libertar al pueblo de Cuba.

POR CUANTO : Con todo ello se contempla, asimismo , la mayor protección a la población civil comprendida en nuestros territorios ocupados y liberados, lo que ha constituido siempre una de las máximas preocupaciones de este Mando Militar.-

POR TANTO : En uso de las facultades que me están conferidas,

RESUELVO:

Aprobar y poner en vigor la siguiente:

 

ORDEN MILITAR No. 49


LEY ORGÁNICA DEL SEGUNDO FRENTE ORIENTAL “FRANK PAÍS”


Artículo  1.  El Segundo Frente Oriental “FRANK PAÍS”es un mando militar del Ejército Revolucionario “26 de Julio” que opera y operará en todo el territorio ocupado y que se ocupase por sus Fuerzas Rebeldes y tendrá a su cargo la organización , dirección y administración de sus territorios.

Artículo 2. El Ejército Revolucionario “26 de Julio” en el segundo Frente Oriental “FRANK PAÍS” se compondrá por la Comandancia Central, como organismo superior del Mando Militar, y por siete Departamentos que como organismos auxiliares se denominarán.
a)  Departamento de Guerra.
b)  Departamento de Justicia.
c)   Departamento de Sanidad.
d)  Departamento de Propaganda.
e)  Departamento de Educación.
f)     Departamento de Construcciones y Comunicaciones.
g)  Departamento de Finanzas.


Artículo 14.  A los efectos de la distribución y organización de sus labores, la Dirección de Personal e Inspección se dividirá en cuatro Secciones que se denominarán:
a)       Sección de Personal.
b)       Sección de Inspección Territorial.
c)       Sección de Radio, Claves y Mapas.
d)       Sección de Policía Rebelde.

Artículo 18. La Sección de Policía Rebelde, estará encargada de cumplir y hacer cumplir las órdenes militares y demás disposiciones vigentes en el Segundo Frente, prevenir los actos delictivos y perseguirlos; de la identificación, custodia y seguridad de los prisioneros de guerra; y del control del orden público en los territorios liberados y ocupados por las Fuerzas Rebeldes.

Dado en Territorio Libre de Cuba del Segundo Frente Oriental “FRAK PAÍS”, a los veinte y ocho días del mes de Octubre de mil novecientos cincuenta  y ocho.


                                            LIBERTAD  O  MUERTE
                                             
                                              RAÚL CASTRO RUZ
Comandante Jefe
SEGUNDO FRENTE ORIENTAL “FRANK PAIS”

Extrato de lá ley orgânica del II frente donde se refere a lá                         creacion de la Policia Rebelde






Los Departamentos.

Además de establecer la denominación, composición y mandos de las nuevas Columnas y demás Unidades de combate Rebelde, esta Ley estipulaba la existencia y funcionamiento de 7  Departamentos adscriptos a una jefatura única del Frente donde se centralizaban las decisiones como dependencias auxiliares de la Comandancia Central. Estas configuraban un aparato de dirección que atendía ya no sólo los asuntos de la guerra (en virtud de las condiciones enumeradas más arriba) y la regulación del funcionamiento interno del Ejército Rebelde, sino también todo lo concerniente a la población civil del territorio libre y de las áreas circundantes, atendiendo con especial cuidado los problemas de este segundo aspecto.

 

Las direcciones intermedias. 


Estos Departamentos fueron creados en primer lugar con el objetivo de conformar una estructura administrativa cuya sola mención provoca la admiración. Estos Departamentos eran los siguientes: Departamento de Guerra, Justicia, Sanidad, Propaganda, Educación, Finanzas, Construcciones y Comunicaciones. También eran constituidas dos direcciones intermedias: personal e inspección y funciones derivadas de la jefatura del mismo. Esta dirección, encomendada al entonces Capitán Manuel Piñeiro Losada, se componía a su vez de 4 secciones:
Personal, dirigida por Senén Casas Regueiro
Inspección Territorial, bajo el mando de Manuel  Piñeiro Lozada
Radio, Claves y Mapas, dirigida por Léster Rodríguez
Policía Rebelde, dirigida por Alfredo Ballester Parra.
Existe una resolución firmada por Raúl en la que se nombra al teniente Maximiliano Reyes Carbonell Jefe de la Policía, con fecha 9 de Noviembre de 1958, pero fue un nombramiento solamente y algunos pasos preliminares dados, no se produce sustitución, ni nombramiento oficial como Jefe de la Policía. Pero el hecho concreto es que recibo prácticamente virgen la policía, la que ahora en lo adelante la iremos organizando en los territorios liberados, apoyándome fundamentalmente en mis vivencias y en varios de los testimonios de protagonistas principales y en documentos hasta ahora inéditos que se relacionan de modo directo con la Policía Rebelde. Bosquejaremos el marco histórico en que surgió, cómo funcionó y qué logros alcanzó en aquella violenta situación de la lucha armada contra la tiranía batistiana, aquella policía de vida efímera que se prolongó hasta ahora con nuevas formas.

La Policía Rebelde.


La  Policía Rebelde es un capítulo de la historia del II Frente, entrelazadas con varias historias, hay que empezar a contar  desde el inicio del nacimiento del frente, hasta llegar a la necesidad o al parto de este cuerpo especializado, no puede ser un relato detallado, realmente es una pequeña historia, el telón de fondo, fueron los acontecimientos apresurados que nos toco vivir, por lo demás llena de momentos apasionantes, así debe referirse y relacionarse con este conjunto histórico mayor en el que encuentra su cabal explicación. Aunque la orden militar No.49 que oficializaba su constitución es de fines de octubre, en realidad desde antes ya venían operando diversos elementos que delineaban difusamente su existencia y que subrayan su necesidad. Ya hemos relacionado más arriba algunos de sus antecedentes principales: las patrullas, la Policía Judicial y el Cuerpo de Inteligencia Rebelde, los que hay que tomar en cuenta de manera permanente al hablar de la policía, pues ellos funcionaban  paralelamente a ella. Ahora analizaremos un último factor que fue de sus fuentes nutricias, la guarnición de la Comandancia Central.


3. SITUACIÓN DEL FRENTE DESDE OCTUBRE HASTA EL FIN DE LA GUERRA.


Como he dicho, la situación y el desplazamiento de la Comandancia Central hacia zonas más ventajosas, desde varios ángulos, dan la medida del alto grado de organización alcanzado por el Frente en su totalidad. En el momento en que se ubica en Aguacate y Naranjo Agrio, la Comandancia Central existe como tal por la presencia del Comandante Raúl y un grupo de sus jefes más capaces. Pero el estado nómada de la guerrilla y la inestabilidad propiciada por la guerra condicionan la existencia de un aparato de gobierno en proceso de organización.
Cuando nos situamos en Las Calabaza, observamos de inmediato un cambio cualitativamente superior, la Comandancia empieza a funcionar como un puesto de mando, pero sabemos que esta sede tuvo un carácter provisional.
La Comandancia Central funcionará como dispositivo central de dirección de tropas cuando está ubicado en Mayarí Arriba, término municipal de Alto Songo, sin dejar por ello de funcionar en un plano político-social, aquí es donde permanecerá el mayor tiempo, durante toda la etapa insurreccional, aquí también se consolida como un aparato de gobierno.
Este es el primer poblado mayor en que se ubican las tropas rebeldes del II Frente; antes, éstas habían hecho una vida estrictamente monte adentro durante la campaña, ahora es como si salieran al exterior y con ello desafían abiertamente al enemigo, el que no puedan ser abatidas por él es una muestra más de la impotencia del régimen imperante.
Cabe recordar que estamos ubicados en el corazón del territorio libre, su posición topográfica y táctica es ventajosa para los rebeldes, pues desde él se domina con relativa disposición el teatro de la guerra. A tiro de cañón para hablar metafóricamente se encuentran importantes poblados: Dos Caminos, San Luis, Songo, La Maya, La Dirección Santiago, acortados por los caminos existentes desde Mayarí hasta esos lugares.
Es digno de observar que debido precisamente a la magnífica posición para el desarrollo de la guerra de esta nueva sede, incluso donde el mando rebelde establece un sistema de comunicación por hilo y radio con las unidades subalternas, es que el enemigo se obstina en bombardear por aire este centro del bastión rebelde. Finalmente la aproximación relativa de la Comandancia Central al lugar de las operaciones, constituye un indicador de su fortaleza a la vez que un síntoma de la debilidad enemiga y de un viraje de la guerra. Cuando ella sea ubicada en la Yaya cerca del poblado de la Prueba, en la finca de los Milanes, por razones tácticas, se convertirá en una especie de Puesto de Mando Avanzado. 1Este complementado con el Puesto de Mando Móvil (PMM) personificado con la presencia del jefe del frente, permitiría a Raúl realizar sus constantes visitas a los distintos frentes para dirigir el curso de la guerra.

1 Luzón  también había adelantado su PM hacia La Caridad ,frente a la línea de ferrocarril que sale a San Benito y un camino vecinal que va a Songo este lugar de Luzón  lo utilizábamos parte del personal de ;a comandancia central,,Piñeiro, Augusto, etc alli conocí a América Domitrus la novia de Frank País

 

La guarnición y seguridad de la Comandancia, embrión de la Policía Rebelde.


El poblado de Mayarí Arriba reclamaba una guarnición para protegerse de cualquier ataque por sorpresa o infiltración de enemigos, aunque esto último era poco menos que improbable. La Comandancia más propiamente posibilitó un sistema de guarnición y seguridad que permitió la creación de una especie de destacamento armado. Con esta especial fundación, integrada por un pequeño grupo de soldados rebeldes, los que inicialmente no podían ser catalogados como policías aleccionados por su mayor comprensión y cierto nivel escolar, superior en relación con el nivel medio del Ejercito Rebelde.
Al compañero Rafael Suárez (Fito) se le encomendó hacerse cargo de la organización de las postas alrededor de la Comandancia. La primera estaba en el camino de Sabanilla, funcionando las 24 horas, la segunda se ubicaba en lo que era el campamento de la guarnición, que luego se denominaría de la Policía Rebelde y la tercera se hacía rondando la casa donde se dormía, que tenía su entrada por el camino que va hoy a la escuela de Mícara y se rondaba además alrededor de la vaquería donde continuamente se trabajaba hasta horas avanzadas de la madrugada. Este servicio de guardia, integrado por 20 ó más  compañeros,  Realmente esta es una fase de tanteos; se proyecta crear delegaciones de policía en las columnas y compañías, pero, lo que funcionaba como policía en la práctica era este cuerpo de guarnición que a veces se ocupaba del servicio interno de la Comandancia. Recuerda Fito que la composición de este grupo era heterogénea por las tareas que realizaba además de las guardias. Ya a fines de octubre, cuando llegué a la Comandancia, había un grupito de combatientes; estaba de cocinero Santiago Wash, había otros combatientes en ese tiempo, llegó Israel Reyes, que cayó después en Bolivia junto al Che, y estaba Enrique González, que luego fue instructor de la Escuela de Policía que tendríamos cerca de la Yaya. Estaba también el sargento Guillermo Rivas, de suministro, que fue nombrado por el propio Raúl, también otro muchacho de apellido Chaveco, que era chofer y auxiliaba a Rivas en el abastecimiento, conocedor de aquella zona pues era del mismo pueblecito de Mayarí. A mediados de octubre se incorporará a la Comandancia  con 5 hombres del servicio de inteligencia rebelde, Alfredo Reyes Trejo , quien provenía de la zona del  Capitán Filiberto Olivera. Reyes Trejo sustituye a Reyes Carbonell y de inmediato empieza a incorporar a un grupo de aproximadamente veinte compañeros, venidos de San Luis, a hacer trincheras para protegerse de los ataques aéreos. Por orden de Raúl, también estos se irían incorporando a la célula original de la Policía Rebelde.
La aviación bombardeaba diariamente a Mayarí, luego del bombardeo grande, cuando no era en la mañana era por la tarde, en el lugar aparecía una neblina espesísima hasta bien tarde en la mañana que duraba hasta las 8,9 am en los meses de octubre-Noviembre  y principio de Diciembre.
La Policía Rebelde, pues, se empieza a constituir a ese nivel inicialmente. Es importante señalar el hecho de que esta guarnición se convierte en una especie de célula-madre, cuyos miembros serán los primeros en portar el monograma de la Policía Rebelde, fabricado caseramente en Mayarí Arriba, célula de la que se irán desprendiendo continuamente los campamentos que asumirán la función policial en los diversos poblados que se irán liberando. Por su adiestramiento, preparación y confianza, este destacamento armado rebelde será una fuente constante de la que se nutrirá la Policía Rebelde. Pudiera decirse que más que funcionar como policía, su papel será ese: ser fuente nutricia, por cuanto su misión de cuerpo de guardia le impedirá en la práctica convertirse en un cuerpo policial. No obstante debemos subrayar que a fin de cuentas esa guarnición quedaría bajo el mando de la Policía Rebelde y se encargó hasta incluso después del triunfo, de la protección y seguridad de la Comandancia Central, para lo cual se convertiría en un celoso vigilante de las preciadas vidas de sus integrantes y de todos los bienes que ésta contenía, incluidos los documentos. Es justo reconocer que si los miembros de la Comandancia apenas dormían, sumidos en el intenso trabajo de la conducción de la guerra y de la dirección de la Revolución, aquellos compañeros de la Policía Rebelde encargados de la custodia, propiciaban esta fecunda vigilia con su anónima labor.
También este destacamento de guarnición se encarga de la custodia de presos rebeldes y del enemigo, además de realizar las tareas de servicio interno y de seguridad apuntadas. Como a 5 u 7 kilómetros del poblado en Tumba Siete, existía una casa inmensa con un amplio granero que había servido inicialmente de campamento al Comandante Casilla y que era utilizado para alojar a los prisioneros militares hechos al ejército de la tiranía. En la Comandancia no había cárcel, pero llegó a darse el caso de tenerse que improvisar una especie de casita de guano a la orilla de un río, cuando el caso del Piloto Mario Díaz Saumel ajusticiado el 3 de diciembre luego de probársele fehacientemente su culpabilidad. Por un tribunal revolucionario Este hombre se captura en una acción comando en una pequeña pista entre el Central  Palma  y el cuartel, dueño de una avioneta se le obliga a aterrizar en Mayarí arriba  dedicada  a taxi aéreo ,al ser cortadas las carreteras por los rebeldes se dedico a trasportar a oficiales y soldados de la tiranía y al conocido asesino Campos Pontigo jefe del escuadrón 14 de la Guardia Rural de Palma Soriano, al traslado de la correspondencia y el dinero del pago a las fuerzas de la tiranía destacadas en Palma  .Estaba vinculado al  sanguinario Coronel Alberto del Río Chaviano en jugosos negocios  Los días antes de que concluyera este caso fueron días de no dormir y de intensa agitación para la guarnición, según recuerda aún hoy Rafael Suárez.(Fito)

 

El mando de la Policía.


A principios de noviembre los Capitanes Manuel Piñeiro y Augusto Martínez me llaman a la Comandancia Central y me encargan la organización de la Policía Rebelde del II Frente.
Yo había estado realizando en Soledad, por encomienda del Comandante Raúl, otro trabajo como era recoger una cantidad de vehículos volcados, algunos en lugares verdaderamente difíciles de sacar,  ponerlos en funcionamiento y los que no pues desarmarlos y hacer un almacén de piezas de repuestos en un almacén de café que existía en el lugar;1 al presentarme al nuevo cargo encuentro organizado el destacamento de guarnición antes referido, el que quedó bajo mi mando a partir de ese momento.
El Capitán Manuel Piñeiro me instruye sobre cómo iba a funcionar y cómo debía formarse la Policía Rebelde, e incluso me sugiere algunos compañeros que podía utilizar en esta  misión, entre los que estaba Alfredo Reyes Trejo, quien fungirá como segundo al mando de la policía. Comienzan aquí realmente a darse los primeros pasos para la organización de un cuerpo policial.
Existirá una comunicación y contacto permanente entre el mando de la policía y estos dos miembros de la Comandancia, lo que de hecho se convierte en el puente directo a través del cual se canalizan las órdenes de la autoridad rebelde máxima  a dicho mando. En el trabajo futuro se irán perfilando aún más las condiciones en cuanto al funcionamiento y alcance de la policía.
Siguiendo las indicaciones de estos jefes superiores, la policía empieza a ser nutrida con reclutas guerrilleros procedentes de la escuela de Calabazas de Sagua, dirigida por Raúl Barreda, compañero de Guantánamo que siendo agente del servicio de inteligencia enemigo(SIM) se había incorporado al M-26-7, prestando valiosos servicios, además, yo  incorporo a un grupo de soldados que  estaban bajo mi mando en Soledad. La primera misión policial  todavía sigue siendo la protección de la Comandancia, a esta casi se reducirá lo hecho por la policía en lo que era el territorio tradicional del Frente.
En realidad, de acuerdo con las exigencias propias del momento, existía una especie de puesto policial en uno de los  puntos de la guarnición, pero no había una jefatura de la policía organizada y estructurada. Nunca llegó a existir un escalón de mando policial. En su aspecto material contábamos en la Comandancia Central  con un pequeño local de trabajo y las orientaciones las recibíamos a través de los compañeros mencionados (Piñeiro y Augusto). Generalmente estábamos muy poco tiempo allí. No se puede pensar cuando hablamos de
1  al mirar a la distancia, pienso que fue el 1er intento de la creación de la especialidad de Tanque y Trasporte del frente, se logro poner de alta varios vehículos, los llamados zapa de 3 diferenciales y  camionetas Power Vagón que por órdenes de Raúl se le entrego a Efigenio  se creo un Stop de piezas de repuestos


jefatura de policía en una cosa organizada. Realmente ejercíamos, yo, como jefe de la policía y Alfredo Reyes Trejo, como segundo. Por lo regular andábamos juntos, prácticamente el puesto de mando nuestro estaba arriba de un jeep y continuamente nos estábamos moviendo, organizando, supervisando, controlando y otras cuestiones, también instituyendo policías en los poblados que se habían liberado.
La dirección de la policía se convierte en un mando móvil, por la urgente necesidad de organizar estos poblados, montada en un jeep, para trasladarnos de un lugar a otro según el rápido desplazamiento de las tropas rebeldes. Este mando móvil no es el resultado de un estilo de trabajo, sino de las necesidades impuestas por las circunstancias de la guerra.

 

La ofensiva rebelde general.


Este es un período culminante de la lucha armada, los hechos se producen con una velocidad vertiginosa, estamos en el comienzo de la gran ofensiva rebelde en que se combate por arrebatarle al enemigo el máximo de terreno y cuando el combate va pasando, de la toma de cuarteles y puestos militares ubicados en poblados medianos a la lucha por las ciudades. Es un momento de gran movilidad de las fuerzas rebeldes, las que van abandonando sus territorios tradicionales y avanzan sobre las posiciones del enemigo en el llano. A consecuencia de esta ofensiva general se van liberando enormes territorios y poblados en las cercanías de las diferentes Comandancias de las Columnas.
El Ejército Rebelde está en medio de un frente de combate amplio al desatarse la ofensiva de todas las columnas por la “Operación Gancho”, pero iría quedando entre la dirección  central del Frente y las líneas de combate una zona formada por los poblados y ciudades liberadas que había que controlar mediante el funcionamiento de un cuerpo que fuera la garantía de la firmeza de estos triunfos. Se hacía necesario no sólo cubrir esta retaguardia sino dejar un orden constituido en estos nuevos territorios para impedir cualquier acto que pudiera poner en peligro este proceso, es por eso que se toman adecuadas medidas organizativas, sobre todo, sopesando la contingencia de la prolongación de la guerra y pensando en las situaciones que pudieran sobrevenir de cualquier cambio súbito en ella.
Por otro lado, la extensión territorial de la contienda creaba otro problema, los lugares de combate o en ocasiones las líneas de fuego del Frente se habían alejado tanto del centro de dirección de las tropas rebeldes que se hacía casi imprescindible dejar consolidada la retaguardia, o sea, todo el territorio que se iba ocupando y además era necesario crear enlaces entre esos dos puntos tan distantes. El que se pudiera garantizar el control del territorio liberado determinaba en gran medida la obtención de tales objetivos y en esto intervendrá con un peso considerable la Policía Rebelde, la que se encargaría de mantener el orden en ellos, administrar justicia y contribuir a la reorganización de la vida social, entre otras de sus múltiples tareas.
Pero en este contexto, la misión fundamental de todo soldado rebelde, la de combatir, pues lo primero era derrotar al enemigo, no permite que el mando policial se entregue de lleno a su tarea de organización de la policía. Así, de las acciones y tareas militares emanadas de la Comandancia Central se destaca la operación contra Songo y La Maya, plazas donde no se deja organizada la policía porque la misión del mando policial era en ese momento otra, debido a las necesidades de esa coyuntura concreta. En La Maya  acompaño al compañero Augusto Martines y Raúl Camacho,(el abuelo) jefe de intendencia del II frente y hacemos un requisamiento de víveres y otros, fundamentalmente de almacenes de connotados batistianos del poblado, dejando constancia de lo que se requiso, mientras que en Songo, a pesar de haberse tomado esta plaza, considerada por la dictadura como inexpugnable, no se dieron tampoco pasos organizativos en el sentido apuntado de inmediato.
Ubicándonos completamente en aquel contexto podremos comprender mejor por qué aquel momento específico exigía participar en el combate por encima de cualquier otra tarea, así como determinadas circunstancias en ocasiones impedían a los jefes de la policía dedicarse a otra cosa que no fuera  redundar en la solución de las necesidades bélicas del II Frente, a veces simplemente había que hacer lo que dicta la lógica de los hechos de guerra.
Más tarde, sin haberse liberado todavía las principales plazas de la provincia, se volvería sobre estos dos grandes poblados para dejar constituida en ellos la Policía Rebelde. También se irían sumando otros lugares de menor importancia como Jamaica y Caimanera en una dirección  y Dos Caminos, Borjita, Santa Ana de Auza y Baltoni en otra. La dirección norte el mando de la policía tendría que dividirse por imperativos de la extensión del Frente. También se organizaría la policía en Cueto.
En otros lugares, el mando mismo de las unidades rebeldes: Columnas y Compañías, que realizaban su liberación, constituyen en ellos especie de puestos de guarnición, que no pertenecen a la policía en toda su propiedad, pero que posteriormente fungirían como puestos policiales. A veces ésta no es más que una situación provisional, dictada por la marcha agitada de los hechos y que es modificada tan pronto como el mando de la policía llega a estos lugares para realizar su labor organizativa.
Por lo regular en estos momentos iniciales de la ofensiva rebelde el mando móvil de la policía visita las plazas que están liberando, aún en medio del fragor del combate o recién terminado éste.
Enfrentadas al estado de confusión, propio de esos sitios recién liberados, los jefes de la policía del Frente asisten a la constitución de esos pequeños destacamentos rebeldes que se dejan para garantizar la defensa con una mezcla de entusiasmo y furor característicos. El mando policial, después del acto de constitución, marcha al lado de las tropas que avanzan aceleradamente. Hay sobradas razones para que exista este apresuramiento, casi a mediados de noviembre se recibieron órdenes precisas de la Comandancia General en la Sierra Maestra donde en esencia se señala que: Las columnas del II Frente deben seguir su avance, sitiando y rindiendo a todos los cuarteles posibles en la zona comprendida entre Cueto, Mayarí, San Luis y Guantánamo, mientras que las columnas que rodean a Santiago de Cuba deben continuar vigilando e impidiendo el menor movimiento de tropas enemigas.
El 23 de noviembre, coordinadas las tropas del II y III Frente Oriental, se iniciaba una cadena de combates que han sido denominados la “batalla de Oriente”, que traerían como resultado la liberación de las plazas más importantes por parte de los rebeldes. El camino del debilitamiento y posterior derrumbe del régimen  está abierto.

 

Desde Baracoa hasta Cueto.


Es en medio de esta ofensiva final, vorágine revolucionaria marcada por la toma de la iniciativa militar rebelde y la correspondiente desmoralización del enemigo que este rinde muchas de sus posiciones, incapaz de contener aquel empuje revolucionario. Fuimos tomando poblados y ciudades y armando gente por el camino, es en medio de esta situación que la policía se convierte en una necesidad militar y política de primer rango, por esta razón, el Jefe del II Frente da instrucciones al mando de la policía para ir “desde Baracoa hasta Cueto” y autoriza para reclutar en las columnas los hombres necesarios con el fin expreso de organizar el cuerpo policial en todo el territorio liberado.
Se inicia el período de trabajo más intenso para el mando móvil de la Policía Rebelde, como podrá calcularse con facilidad, la fundación y existencia de ésta se circunscribirá cronológicamente a los últimos días de noviembre y sobre todo a diciembre, por lo que todas estas medidas organizativas fueron fugaces. Específicamente, sin embargo, será todo lo contrario, hubo que recorrer enormes territorios, separados por grandes distancias, para cumplir la misión que el comandante Raúl Castro había encomendado. Teníamos que dar rodeos, pues muchos lugares estaban aun en manos del enemigo, atravesábamos poblados, en las noches o madrugadas, muchas veces desiertos, escuchando a lo lejos el ruido del combate que se desarrollaba sin tener claro en manos de quien estaban el lugar.

 

 

 

 

La Policía Rebelde antes del triunfo.


Es así como empiezan a darse los primeros pasos para la organización de la policía en los territorios recién liberados, se trata de la formación de pequeños destacamentos armados que tienen funciones especiales, por tanto diferenciadas, por tareas específicas del mantenimiento del orden público que realizan, del resto de los soldados rebeldes, cuya misión esencial era la misión combativa. Ellos se distinguen no sólo porque portan monogramas 1 que los identifican como policías, sino también porque tienen cabal conciencia de su pertenencia a un cuerpo especial y porque actúan de acuerdo con ello .Ya en este tiempo es función de la jefatura máxima de la policía la constitución de estos grupos armados que sitúa en los poblados, así como su instrucción en relación con su funcionamiento y el chequeo del cumplimiento de sus deberes, incluso se observa una tendencia en dicha jefatura a especializarse en estas funciones, aunque nunca abandonan su participación en los combates. La combinación de ambas funciones y en ocasiones su realización simultánea le son inherentes a su condiciones de guerrilleros, los que compensan su insuficiencia numérica con la versatilidad de sus acciones.
Nutriéndose de los soldados que provenían de la escuela para reclutas rebeldes existente en Calabaza de Sagua, dirigida por el compañero Raúl Barreras y en Mayarí Arriba, de los efectivos de la guarnición de la Comandancia Central, que enviaba  Rafael Suárez (Fito). Se irán estableciendo puestos policiales en Alto Songo (liberado el 27 de noviembre), La Maya (liberada el 7 de diciembre), San

  1. creamos un monograma o distintivo, este consistía en un pedazo de tela en forma de escudo con los colores del M-26-7 rojo y negro y las letras en blanco con una PR o sea policía Rebelde. La Doila esposa en aquel entonces de Vaquecito junto un grupo de mujeres del poblado para hacer los distintivos, los que usábamos nosotros tenían do CC, o sea comandancia Central ,los poníamos encima del brazalete en realidad esto no le decía nada a nadie dentro del territorio, que tradicionalmente ocupábamos, pues alli sencillamente éramos los rebeldes, luego si fue necesaria una identificación en los territorios que se iban liberando



Luis (liberado el 9 de diciembre). En Dos Caminos, Santa Ana de Auza y Baltoni. En el sector sudoccidental en la dirección norte de Cueto (26 de diciembre), en Mayarí (30 de diciembre) y en una tercera dirección, en Jamaica de Yateras, justamente en el momento que se organiza el asedio de Guantánamo por parte de las tropas de Villa y Efigenio entre otros lugares de este sector se organizará también en Caimanera (liberada el 19 de diciembre).
En algunos casos las milicias clandestinas que operaban en los poblados y plazas mayores o que se habían sumado al combate por su liberación, eran utilizadas para apoyar la actividad policial o se integraban a ella aunque en menor escala. Los jefes de los puestos policiales eran compañeros de mayor confianza, generalmente de los que se habían formado en contacto directo con la Comandancia Central en el grupo de guarnición responsable de su seguridad y traslado. Estos puestos de policía de los enclaves liberados debían estar mejor preparados para enfrentar una misión más compleja que la que se realizó en el territorio tradicional del Frente. Ahora no se trataba de resolver problemas civiles en un marco controlado completamente por las fuerzas revolucionarias, ni tan solo se trataba de establecer un orden militar mediante el uso de la fuerza, lo cual no era de por sí nada fácil, sinó más bien de organizar la vida en esos territorios recién liberados y además había que hacerlo aún en medio de una guerra cuyo final no podía pronosticarse con exactitud cuándo se produciría. El cuerpo policial, asimismo, debía diferenciarse y de hecho era distinto, por su esencia, del odiado cuerpo de la policía batistiana. El pueblo espontáneamente apreciaba esta diferencia, por esta razón se intensifica la educación política, ya de por sí el nivel de preparación política de las tropas del II Frente era considerable a causa precisamente del énfasis en la necesidad de politización elevada del Frente, por lo que los soldados que pasaban a trabajar en la policía no podían menos que reflejar esta preparación, sin embargo, se procuraba que estos fuesen los que mayor desarrollo tuviesen en este sentido, a fin de que pudiesen entender mejor su misión y acometer las tareas con mayor aptitud. Con el fin de mejorar esta preparación se trabajará en la creación de mecanismos que viabilicen esta labor, como escuelas para la policía  y se atenderá más de cerca los puestos policiales.
La necesidad de acentuar el factor de la educación moral se traducirá en la práctica en una sobrecarga de este tipo de trabajo que deberá enfrentar el mando de la policía. Esto se pone de manifiesto en una circular rebelde dirigida a las jefaturas de los puestos policiales que se acababan de constituir, la cual tiene por objeto clarificar algunas de las cuestiones anteriormente señaladas.
’Todo policía deberá cuidarse de no aceptar halagos ni regalos interesados que tiendan a menoscabar el ejercicio pleno de su autoridad’’,(entrecomillar todos los documentos y además está repetido esto) cosa esta corriente en los policías anteriores habidos en nuestra República, donde un tabaco, una cajetilla de cigarros o cinco pesos disimulaban o cubrían inmoralidades.
En ese párrafo se efectúa un corte nítido entre la policía anterior y la Policía Rebelde, denunciando el carácter fácilmente corrupto de aquella a la que el soborno material y el halago cegaban el cumplimiento de su deber. Era lógico que esto existiera en un cuerpo policial puesto al servicio de la clase explotadora que lo sostenía a base exclusivamente de dinero y no sobre la base de una causa justa que le diera una sustentación moral e ideológica.
En otro fragmento de la Circular No.1, que citamos textualmente, se evidencia la esencia clasista, en este caso a favor de los explotados, que debería guiar la actuación del nuevo cuerpo policial: ‘’El Policía Rebelde, deberá estar presto en cualquier  lugar en que se encuentre, a ejercer su autoridad y respaldar con su autoridad la justicia de los humildes, origen y causa de nuestras luchas.’’
Se subraya aquí una vez más la respuesta combativa que debía caracterizar al Policía Rebelde para ejercer a plenitud la autoridad conferida. No se nos debe escapar el espíritu martiano con que está hecho este documento, apoyado en indicaciones de nuestros superiores, además, lo conceptual que nuestra cultura nos indicaba, éramos parte de esa población con unos tremendos deseos de justicia, no queríamos una policía igual a la que conocíamos. Teníamos que invertir el orden de las cosas, queríamos y podíamos hacer algo distinto; el documento es consecuente con los fines humanitarios y a favor de los desposeídos con que es usado el fusil para destruir el régimen de opresión y crear las bases de otro distinto.
Dejando claramente establecida la identidad absoluta de fines y métodos existentes entre el Ejército Rebelde y la Policía, la circular hace conciencia en cuanto al amplio alcance de la responsabilidad de ésta cuando dice:’’ La Policía Rebelde es un cuerpo no solamente (sic) creado para mantener el orden en los territorios ocupados por nosotros, sino (que) sus funciones deberían ser más amplias y profundas, ya que somos en los pueblos liberados por el ejército revolucionario, la representación ante el pueblo del Ejército Rebelde.’’
Esta circular No.1 tiende a encausar y normar la conducta de los diferentes puestos de policías que se estaban constituyendo en las posiciones arrebatadas al enemigo. Luego de señalar  la misión especial que debería cumplir la Policía Rebelde, fija la responsabilidad contraída al  aceptarla y disponerse a ejecutarla a toda costa. Así queda sellado su máximo compromiso.
Correspondió a los hombres que constituimos el cuerpo de la Policía Rebelde, la ardua y responsable tarea de ocupar y mantener el orden en los territorios liberados por el Ejército Revolucionario “26 de Julio”; sobre cada uno de nosotros gravitaba de manera directa tal responsabilidad y constituyó nuestra mayor preocupación el hecho de salir airosos y con éxito de esta tarea que la Revolución puso en cada uno de nosotros.
Ocupar y mantener el orden en los territorios liberados durante la ofensiva constituiría la responsabilidad fundamental de la Policía Rebelde en sus inicios, pero ésta no sería la única misión, en medio de aquellas circunstancias tan acuciantes, ella enfrentaría una responsabilidad “más amplia y profunda” ante el vacío de poder dejado por la derrota bochornosa de las tropas batistianas; ser no sólo agente del orden público, sino la única autoridad constituida en dichos territorios.
San Luis, donde la Policía Rebelde, como en otros grandes poblados, se emplearía a fondo y sería realmente efectiva, demostraría que el ejercicio de esta autoridad era importante para la preservación de las conquistas y el avance rebelde.

 

San Luis.


Fuerzas pertenecientes al II frente de la Columna 17 “Abel Santamaría”, que comandaba Antonio Enrique Luzón , en coordinación con tropas del III Frente dirigidas por… que operaban conjuntamente en el cerco de Santiago de Cuba dentro del sector nororiental, entraron victoriosas en San Luis el 9 de diciembre de 1958, lo que permitió la unión territorial de estos dos frentes. Durante 16 días de hostigamiento, cerco y cruentos combates, había resistido esta plaza el ataque rebelde. Con la caída de San Luis culminaba la Operación “Flor Crombet”, que incluía la toma de Alto Songo, cuyos éxitos facilitarían al Ejército Rebelde controlar todos los accesos a la capital de la provincia por el norte, salvando los territorios de los dos frentes mencionados por este sector, a la vez que se dominaban las comunicaciones con Guantánamo.
El dominio de este importantísimo nudo ferroviario y de carreteras situado al norte de Santiago, obligaba al Ejército Rebelde a encararse con tareas en extremo difíciles, defender y mantener el control permanente sobre este vital municipio, entre otras. Su elevada responsabilidad se sopesa al saber que hasta ese momento se habían tomado poblados de relativa importancia y en los dos municipios mayores – Songo y La Maya – no se emprenderían con este grado de penetración las tareas realizadas en San Luis.
Las tropas rebeldes habían tenido una experiencia casi exclusivamente rural y carecían pues del conocimiento necesario para asumir las funciones de gobierno civil en las grandes ciudades. Aquí tendría que enfrentarse a la realidad de una ciudad con todos los vicios y todas las corrupciones propias de la sociedad capitalista. Los puestos policiales restantes eran y serían pequeños en números, mientras que el de San Luis sería uno de los más nutridos, prueba de la importancia del enclave.

Una vez que la Compañía “A” de Tomassevich conjuntamente con Luzón liberan San Luis a los 2 ó 3 días continuaron su avance impetuoso, a causa de la situación operativa del Frente, en extremo progresiva en ese momento.

Aquí nos ocurrió algo verdaderamente simpático y lo relatare como  recuerdo este almuerzo:

 Todavía en el aire se sentía el olor a pólvora. Era casi el mediodía. Se combatía en Palma Soriano, estábamos en San Luís que acababa de caer en nuestras manos. No sé quién lo propuso pero, de pronto, nos vimos rumbo hacia una de las casas del pueblo. Esta era amplia y acogedora, de corte colonial. En el amplio corredor unas muchachas, bonitas en extremo y muy hospitalarias, nos recibieron. El dueño de la casa andaba con nosotros. Nos invitaron a pasar, lo hicimos a la sala muy amplia. En un gran patio había una mesa larga, con un señor puerco asado, viandas y unas fuentes de congrí. Había cervezas, pero uno de los jefes que estaban allí: el capitán Manuel Piñeiro conocido como Barba Roja, Tomasevich, Augusto Martínez, Luzón, (no recuerdo los demás acompañantes),  le dijo al dueño de la casa que nosotros no podíamos tomar bebidas alcohólicas. Aceptó con extrañeza la explicación y de inmediato las muchachas y una negra vieja las recogieron. Comenzamos el magnífico almuerzo. Yo no comía caliente no sé desde cuándo y le entré a aquello con las ganas de mis 21 años. Cuando recién comenzábamos entre las risas cantarinas de las lindas muchachas y las palabras obsequiosas del señor, llegó una notita, que le entregaron a Piñeiro. Yo lo miré, dejó de comer, se paró y dijo: “¡Vámonos, que hay algo urgente!” Ante las protestas de las muchachas y el padre nos retiramos con prontitud y urgencia del lugar. Ya en la calle lo miramos confundidos, y le preguntamos qué había pasado. Con el sentido del humor de este hombre extraordinario y con una gran carcajada, entregó el papelito que decía: ESTÁN ALMORZANDO EN LA CASA DEL ALCALDE BATISTIANO DEL PUEBLO.
 El mando móvil de la policía había participado en el combate y luego de hacerse lo habitual,, recoger los prisioneros,  enterrar los muertos, etc., dejó constituido el puesto de policía con un grupo de la milicia clandestina del propio poblado, personas que habían trabajado en el movimiento 26 de Julio y apoyado la toma de esta ciudad. Acto seguido esa milicia de San Luis se hizo cargo de la situación general, conformando una especie de policía provisional. Poco menos después de una semana de la toma, sobre el 13 ó 14 de diciembre, entra en la ciudad un grupo de alrededor de 20 soldados rebeldes que son situados por el mando policial en San Luis, con la misión expresa de hacerse cargo de la dirección y control de la ciudad. Al frente de estos venía el compañero Abelardo Reyes Trejo (conocido por su nombre de guerra “Nike”), quien había sido designado jefe del puesto de la policía de San Luis, cuya jefatura debía organizar de inmediato.
Tan pronto como fue trasladado desde la Comandancia Central y que yo me reuniese con él  y le diera instrucciones preliminares sobre su trabajo, “Nike” procedió a citar a los milicianos y en presencia del jefe de la policía del Frente los desarmó alegando que era necesario tener un control del armamento y que existía el personal de la policía destinado a el poblado Esto produjo disgustos en aquellos que habían estado destacados en San Luis inmediatamente después de su liberación, los milicianos más conscientes y revolucionarios del grupo, aún desarmados, siguieron trabajando y cooperando con la Policía Rebelde, nunca dejarían de perder sus vínculos con la Revolución.
Una vez constituido el puesto de la policía, se procedió a organizar la defensa de la ciudad, se situaron postas en los puntos de acceso a la ciudad, tales como las dos entradas de Santiago de Cuba y Palma Soriano, que se custodiaría permanentemente y también en otro camino que debía ser cuidado. Además de esto se estableció un sistema de patrullas que sin descansar recorrían el enclave a fin de mantener el orden público.
La defensa era en este momento la cuestión principal, pues téngase presente que estábamos aún en medio de la guerra, en uno de los vértices del asalto final de las fuerzas revolucionarias. Santiago y Palma estaban en poder de la tiranía, lugares relativamente próximos a San Luis, por lo que las tareas militares estaban a la orden del día. Recuerdo que la salida del pueblo hacia Palma controlada por la Policía Rebelde era  una especie de frontera, prácticamente vivíamos el combate que se desarrollaba en Palma, alli llegaban los heridos, las noticias, se sentía  el fragor de la guerra, algunos de los pobladores con familiares en Palma llegaban hasta ese punto en busca de noticias Además la ronda permanente tendía a neutralizar a los maleantes y al elemento que apoyaba a Batista y que en ese momento permanecía oculto. La fuerza policial estaba en un estado de tensión, presta a desarrollar acciones combativas tan pronto como lo exigieran las circunstancias, pero a esta situación de expectativas militares se sumaba un factor dramático que demandaba inmediata solución, San Luis era prácticamente un pueblo muerto, sin alumbrado pública, sin servicios de salud, sin justicia, donde eran palpables las secuelas de la guerra. La policía se enfrentaba a problemas de índole material, además de estar obligada a estimular a la población para que empezaran a reinar ánimos más vitales. El entusiasmo y la alegría que despiertan los primeros momentos de la liberación se canalizan en el cultivo de las simpatías que rápidamente se irían ganando los jóvenes y barbudos policías. Hubo que vencer en algunas de las capas de la población la resistencia dada por la identificación acostumbrada del policía con el tolete y del arma con la muerte.
Lo primero que hace la Policía Rebelde en San Luis, luego de garantizar su defensa, es dedicarse íntegramente a la reconstrucción de algunos aspectos materiales, levantar el tendido eléctrico, reparar los daños, restablecer algunos medios de comunicación, etc., también invita a los comerciantes a abrir sus establecimientos, a activar la producción y a los dueños de cines a reanudar las funciones. Poco a poco el pueblo va adquiriendo confianza y comienza a normalizar su vida.
Como se podrá ir viendo, aquella policía debía ir enfrentando un cúmulo de tareas difíciles: defensa, protección de los ciudadanos, estimulación de la vida social, resarcimiento de algunas heridas dejadas por la guerra, recobro de la confianza, etc. La responsabilidad con que eran acometidas hacía que la gente apoyara más aún a los policías, es bueno recordar que ya de por sí el Ejercito Rebelde era respaldado por todo el pueblo en su avance. Otras medidas que tomarían se ganarían no sólo la admiración, sino incluso el cariño de toda la población.

El choque con la sociedad burguesa.


Pero si hay algo que choca a la Policía Rebelde es el estado de degradación moral que encuentra en San Luis, en una ciudad relativamente tan pequeña, alejada del centro generador de corrupción de la seudo república, La Habana,  en todas las ciudades, grandes, medianas, chicas y bateyes era igual pero esta gente le asombra que haya una zona dedicada a la prostitución. Claro es algo nuevo para estos montañeses, que conocían muy poco de la vida en las ciudades, Los rebeldes, casi todos de procedencia campesina, acostumbrados a la vida moral y educados en conceptos éticos y políticos inflexibles, terminarán por adoptar soluciones drásticas: cerrar los prostíbulos,1 enfrentándose abiertamente a las lacras inherentes a la sociedad burguesa. De igual manera se procederá con las salas de juego. El choque se extendía a la constatación general de la discriminación racial, las divisiones de la población y la extensión generalizada del delito común. Hay necesidad de enfrentar unos aspectos y otros, y no la representación del Ejército Rebelde, este destacamento armado que se proponía sanear la comunidad, asume una de sus funciones especiales, de actuar contra las ilegalidades. Se organiza la lucha para combatir el delito común, contra los jugadores ilícitos, los traficantes de drogas, los boliteros y contra las diversas formas visibles del parasitismo y la explotación. Las enérgicas medidas de saneamiento de aquella sociedad casi podrida que nos legara la neocolonia,   resultaban conductas impostergables para la joven Policía Rebelde sin ninguna experiencia de lucha en las ciudades.
 1En realidad actuábamos imbuido de una conducta y un pensamiento de pureza en ocasiones no prácticos a que los cambios tenían que sucederse paulatinamente, por ejemplo el problema de la prostitucion era de origen económico y otros factores sociales, y que la solución no era fácil, Niké se le lleno la cachimba de tantos problemas que estos lugares le producía, que un día obstinado cojió 2 policía un poco de clavos y tablas y los clausuro todos

 

Dificultades Iniciales.


Para acometer el conjunto de tan complejas tareas había que disponer de dos factores vedados a la Policía Rebelde, de tiempo suficiente para dedicarse por entero a su ejecución en el grado de profundidad deseable y de una preparación policial. Las necesidades de la defensa y el patrullaje consumían casi todo el tiempo y las circunstancias todavía tensas a consecuencia de la guerra se unían a esta escasez de tiempo que conspiraba contra la superación de aquel destacamento. Dice William que se repite
Aquellos rebeldes que habían sido conducidos en camiones desde Mayarí Arriba a San Luis, era una fuerza de muy bajo nivel escolar, que apenas había recibido preparación milita y que carecían de los conocimientos y pericias sobre cuestiones policiales muy necesarios para acometer  esta tarea. Aunque debemos de decir que en todas las columnas del I frente se destinaron compañeros a los que se le llamo instructores que enseñaba cuestiones elementales: como se peleaba detrás de una mata ,como moverse de una posesión a otra ,como se confeccionaba una  granada con una lata de puré de tomate o de leche condensada ,como se organizaba una emboscada, como se ponía un boniato (mina)  El propio  Abelardo  Reyes  Trejo  dice  a  propósito: - Preparación de policía yo no tuve ninguna, sino que los compañeros que me asignaron como policías, que eran unos 15 ó 16, habían pasado la escuela de Calabazas de Sagua, unos compañeros muy buenos, gente muy consciente, muy revolucionaria, pero como te dije, con muy bajo nivel cultural, la preparación  especial que poseíamos era nuestra propia conciencia, el sentido revolucionario y humano ,lo que no se aprende en ninguna escuela ,nace con el hombre ,no fuimos formando en la preparación que era el propio trabajo, así empezamos a trabajar en San Luis -. 
Esa escuela de Calabazas era una escuela de adiestramiento militar, fundamentalmente de preparación de infantería, al estilo de la existente en Minas del Frío, en la Sierra Maestra. Luego de pasarla, fueron destacados a la Comandancia Central del II Frente, donde permanecieron hasta ser enviados a San Luis. Hay que señalar la preparación política que en tan corto tiempo pudieron recibir, pues el Frente se caracterizó siempre por ser muy politizado. Quien mayor preparación tenía de todos era su jefe “Nike”, Reyes Trejo, quien había pasado la escuela de formación ideológica y política “José Martí”, en Tumba - 7, dependiente directamente de la Comandancia Central. Alli por primera ves oí hablar de imperialismo, de la explotación, me di cuenta que nosotros éramos campesinos explotados ,pero no sabíamos que éramos explotados, los terratenientes con tanta tierra sin trabajar y tantos hombres sin tierra ,las clases las daban compañeros preparados y en ocasiones el propio Raúl, Nike había sido un destacado combatiente y jefe durante su permanencia en la tropa al mando del Capitán Abelardo Colomé Ibarra, “Furry”, por lo que había sido seleccionado en noviembre para recibir instrucción especial y luego dejado en el puesto de mando Central del Frente, allí es donde  lo conozco, más tarde sería designado en la jefatura de San Luis.

 



Un cura que levanta actas.


Nike debía enfrentar personalmente dificultades tremendas para organizar la jefatura de policía de San Luis y para desarrollar todo el trabajo que venimos resaltando, en primer lugar no tenían local y tan pronto como lo tuvieron se vieron obligados a dormir en el suelo (el inmueble no tenia donde amarrar las hamacas) dormían cuando tenían ocasión de hacerlo, es decir, debido a las difíciles condiciones impuestas por la guerra, los policías estaban obligados a hacer vida de guerrilleros.
Por otro lado, no tenían leyes ni reglamentos a que atenerse en el ejercicio de sus funciones, excepto la Circular No. 1 que tenía un carácter más bien preceptivo. Alfredo y yo nos movíamos conjuntamente con las tropas en la misión de ir constituyendo los puestos policiales, por lo que las posibilidades de establecer una comunicación y ayuda constante se veían seriamente afectadas, mientras tanto, la policía de San Luis tenía que tomar decisiones unilaterales, sin poderse atener ni siquiera a una experiencia similar anterior, pues esta era la primera vez que se enfrentaban las fuerzas revolucionarias a estas situaciones. William dice se repite
Nike se veía obligado a aceptar que un cura, simpatizante de la revolución, se encargara de levantar las actas, pues ninguno de sus policías sabía escribir a máquina ni entenderse con cuestiones técnicas tan especiales. Veamos como el mismo recuerda esta anécdota, el cura del pueblo era el que me levantaba las actas, este cura nos ayudó mucho. Cuando nosotros estuvimos en la zona de San Luis, de Magueyal para adentro, que yo tenía un campamento allí, él iba con el pretexto de que iba a dar misa a Miranda; él se llegaba al campamento y se estaba un día conversando allí. Entonces ya en San Luis, él  permanecía siempre allí, ya abiertamente permanecía más en la jefatura (de policía) que en la iglesia, así ese cura se mantuvo hasta el 62 ó 63, que por motivos de enfermedad, no por ninguna cuestión política, lo mandaron a buscar de España y se fue -.era un hombre delgado alto de tez trigueña ,de poco pelo ojos claros ,rostro agradable, de poco hablar, muy observador, y el peculiar acento español, era oriundo de Mallorca en las islas Baleares, o de cataluña persona instruida, hablaba el catalán y el francés con fluidez ,dos de sus tios habían venido a pelear a Cuba en el Batallón Provisional de Baleares, uno enterrado por algún potrero de la isla y el otro se enamoro perdidamente de una Cubana y por la zona del Cienfuegos hizo su familia después de la guerra de independencia, a pesar de la presión del clero reaccionario mantuvo muy buenas relaciones, creo es el único cura que fue policía honorario del Ejercito rebelde.
Las necesidades de aquel momento eran perentorias, había que actuar, no cruzarse de brazos en espera de mejores condiciones. Era necesario organizar con un mínimo de requisitos el aparato policial para, garantizada la defensa y el orden público,  la mayor parte del tiempo lo ocupaban en la perenne vigilia sobre. Los acontecimientos que venían  desarrollándose en el país a través de las noticias y el orden de la población.

 

La Policía como Estado.


En San Luis la Policía Rebelde se enfrenta a un lógico vacío de poder producido por el desalojo de las fuerzas represivas batistianas y los mecanismos de mando político a que ellas servían al efectuarse su liberación por el Ejército Rebelde. Entonces esta policía tiene que asumir como depositaria de la autoridad de éste, muchas de las funciones propias de un Estado, como se planteo: la administración de justicia, el mantenimiento del orden público, la represión del delito común, la salud pública, la defensa del enclave y la protección de la población, etc.
Sin asumir la instrucción general, descollaba entre otras funciones, la función educativa como tarea también inherente al Estado, por lo que cada medida de tipo coercitivo que se tomaba era acompañada invariablemente de una explicación exhaustiva, así como que no se aplicaba una sanción sin un convencimiento previo del infractor. Entre las medidas que más impactaron a la población se encuentra el empleo del trabajo como medio para lograr la rehabilitación.
Por supuesto que en San Luis había una cantidad  de vagos habituales, como en cualquier otro pueblo del país, producto de la sociedad en que vivíamos, borrachos y personas que daban frecuentes escándalos. A los primeros se les hablaba para que se integrasen al trabajo, incluso se gestionaban fuentes de empleo y si no aceptaban, se les ponía a realizar diversas tareas sociales. A los otros, si no habían causado daños de consideración, se les amonestaba primeramente y si reincidían se les sancionaba.
En San Luis, teníamos que ejercer la función de juez y de salud pública, y esto, ¿cómo lo ejercíamos?, bueno, la función de juez la hacíamos sencillamente porque éramos la autoridad rebelde. Ante la alteración del orden que había dentro del pueblo, las riñas y una serie de hechos, teníamos que detener a las personas y allí, en la misma policía, los sancionábamos a 5 ó 10 días, según la gravedad del hecho, sanción que se cumplía limpiando las calles, porque como no había salud pública nosotros teníamos que hacer eso, estas medidas sencillas educativas se empleo también en otros lugares como en Guantánamo, y se extendió a otras zonas sin previa coordinación al parecer era algo inherente en los rebeldes .recuérdese que la organización que existía como estado se derrumbo y que lógicamente todo el control paso a mano del ejercito rebelde por lo cual mientras se volviese a la normalidad teníamos que asumir todas las funciones, y lo hicimos de una manera natural,  acorde con nuestras propias concepciones.
Esta sanción y otras como arreglar aceras y lugares públicos averiados y el embellecimiento del ornato público constituían medidas educativas efectivas que repercutían en los infractores e influían sobre los potenciales. El bochorno de los primeros tendía a neutralizar a los segundos. Hay que ver en esto la cuestión de la educación social, éramos un ejemplo. La población nos veía distintos, gente sencilla y sana.  Le di indicaciones a Nike de tomar medidas de no permitir a los policías relacionarse con prostitutas, explicándole la necesidad de preservar la honestidad del cuerpo policial, ya que debíamos actuar en un medio difícil con zonas de tolerancia o prostíbulos, asimismo evitábamos confundir a los rebeldes con los policías anteriores que controlaban estos lugares de acuerdo con sus intereses. Así aumentábamos el prestigio de la Policía Rebelde.
La policía iba ampliando estos métodos y en esa proporción se convertiría en una fuerza persuasiva y política, es así como comienzan los trabajos de orientación e información a la población, se sitúan carteles en lugares visibles, invitando a la ciudadanía a no arrojar basuras en solares yermos y otros sitios frecuentados, y a los choferes a moderar la velocidad de sus vehículos a fin de evitar accidentes.
No obstante la propaganda política más fructífera era la directa, la emanada de la actuación sana del cuerpo policial y de la conducta de cada uno de los policías, caracterizados por su serenidad, su celo y su moderación en todos los sentidos, esto era lo que más trascendencia y alcance social tenía en la comunidad.
Las medidas que se tomaban eran novedosas  y educativas y es así como la policía va copando la simpatía de toda la población. Otra anécdota significativa en este sentido, al principio toda una serie de “sociedades” representativas de la mentalidad burguesa creyendo que los policías rebeldes estaban “cortados con la misma tijera” que los anteriores, para usar una expresión de Nike Reyes Trejo, visitaba al jefe de la policía a fin de saber si quería pertenecer a alguna de ellas, pero éste había constatado la entraña racista de casi todas estas instituciones “fraternales” o “filantrópicas”,  las había para blancos, otra para mulatos, otra para negros, por lo que sin dar una respuesta negativa, les contestaba que les avisaría y así ganaba tiempo para analizarlas a todas. Una sola sociedad, la Old Fellows Unidos, formada por negros y gente muy humilde, no había ido a ver al “señor jefe de la policía de San Luis, por su condición de segregados y porque disponían de una iglesia que se estaba cayendo, no acostumbraban hacer lo que hacían los miembros del club de Leones, o los de Caballeros de la Luz, al tratar de integrar a su favor a la que creían una alta personalidad pública. Fue a la directiva de esta institución humilde a la que se mandó que buscara el jefe de la Policía Rebelde y les explicara porque deseaba establecer nexos con sus miembros. Al afiliarse a ella, aunque fuera por breve tiempo y sin sentirse realmente identificado con dichos cultos, se había ganado la confianza del sector más explotado de la ciudad y se ponía al lado de los humildes.
No se tomarían medidas radicales que afectaran a los propietarios de bares las circunstancias no lo permitían, por lo demás, más bien se hacía un trabajo colateral para lograr el apoyo de la población en la supresión de algunas de las fuentes de ingresos en los grupos parasitarios que vivían del juego ilícito y las ganancias de los prostíbulos y la neutralización de la acción de lo que entonces se denominaba “las clases vivas”. No podían tachar de desmanes en el empleo del poder de inmoralidad a la nueva policía, la que había procedido limpiamente desde el primer momento en que fuera ocupado el municipio. Había realizado un arqueo del tesoro público, a la vista de todos los ciudadanos. El despojo y el soborno no prosperaban con el nuevo cuerpo.
Frente a estos cambios lentos de la vida que se estaban operando, el resto de la clase dominante iría reaccionando. Como se observa en uno de los documentos que anexamos, del 22 de diciembre de 1958 al 15 de enero de 1959, se levantaron “35 actas de delitos comunales y 45 por delitos antirrevolucionarios” (SIC). Como puede apreciarse la actividad política en contra del orden impuesto por el Ejército Rebelde era considerable, aunque debe tomarse en cuenta que el abultamiento de esta cifra corresponde sobre todo al período inmediato posterior al 1ro. de enero, cuando se producen allanamientos de casas, la presentación y captura de elementos masferreristas, de chivatos y el descubrimiento de civiles que habían trabajado estrechamente con la dictadura de batista, o de militares a su servicio.
Tan pronto como las circunstancias  me lo permitían,  visitaba el Puesto de San Luis, las órdenes casi siempre eran personales, debido a que no existía comunicación telefónica. En ese momento Se hace hincapié en las instrucciones verbales, en el comportamiento de la policía con el pueblo, en el trato, las relaciones y las formas para orientar a las personas y aún sobre cómo se debía actuar en posibles situaciones difíciles. Raramente dichas orientaciones fueron dadas por escrito. Se establecerían lazos permanentes y un chequeo periódico del desarrollo de la actividad policial de este pueblo y del resto de los puestos que se irían conformando.

 San Luis después de enero de 1959.


El derrocamiento de la dictadura crearía condiciones para ampliar y fortalecer la labor policial comenzada en San Luis. El grupo original de policías se mantendría en sus puestos, aunque no sólo se incrementaría el apoyo del pueblo en su avituallamiento y el de la milicia en diversas actividades como las guardias, los patrullajes, etc., sino que se darían los pasos pertinentes para obtener nuevas incorporaciones. Dos factores condicionaban esta decisión, el orden público y otras actividades inherentes a la policía pasaron al primer plano. No hubo disminución del volumen del trabajo ni de su dureza, pues la persecución de chivatos, masferreristas, registros a estos y miembros del ejército de la dictadura, así como el apresamiento de esbirros, nos obligaba e introducían una técnica violenta en los momentos inmediatos posteriores al 1ro. de enero. Este destacamento especial no tendría tiempo de pasar la escuela para policías existentes ya, ni adquirió por otra vía que no fuera la práctica conocimiento técnico alguno.
En las cuestiones administrativas seguía existiendo la misma situación crítica, no había nadie que supiera escribir a máquina, por sólo poner un ejemplo. La estación de policías situada en el local de un antiguo sindicato, azucarero necesitaba de modo inexcusable de un carpeta, este cargo exigía conocimientos que no poseíamos experiencia, escribir a maquina, pues era la persona que levantaba el acta del delito que se tratase. Se incorporaron una serie de compañeros jóvenes procedentes de las milicias, sobre todo aquellos más conscientes que habían venido trabajando voluntariamente en la policía y tenían un mejor nivel escolar.
El jefe de la policía de San Luis ordenó la investigación de algunos expolicías de la dictadura que no tuvieran implicaciones graves en la represión  del pueblo para evaluar la posibilidad de integrarlos al trabajo administrativo. La información arrojaba que no había tenido participación en hechos de sangre, manteniendo buenas relaciones con la población, había uno de ellos que tenía antecedentes positivos, había ayudado a algunos revolucionarios y se decidió mandarlo a buscar a Baire, donde vivía. Se llamaba Nogera Según relata Nike, el hombre vino insultado, pues no sabía para qué era, tan pronto como se le explicó que era necesario servirse de sus conocimientos como carpeta, aceptó el trabajo sin objeciones, de inmediato se dedicaría a atender las funciones propias de este cargo, pero sobre todo a instruir y enseñar a los policías, en lo cual demostraba tener gran conocimiento y pericia. Frecuentemente se presentaban diversos problemas que se resolvían de una mejor manera, en gran medida ayudados por sus sugerencias.
Así, el puesto de policía de San Luis iría adquiriendo preparación, merced a su trabajo tenaz y a la ayuda de este hombre que lo demostraría con su permanencia en este pueblo durante 8 ó 9 años sin ser señalado por nadie. En los días últimos de diciembre, ni después había tiempo para pasar escuelas ni recibir instrucciones especiales. Se lograba con esto que el trabajo revolucionario no se detuviera ante ninguna dificultad en San Luis.
Se vivían momentos de extrema tensión, se recibían informaciones de la población sobre esbirros, masferreristas y chivatos cautivos, se les perseguía y capturaba. En muchas ocasiones aumentaba la vigilancia, el grado elevado del celo de aquellos policías lo da esta anécdota que nos fue contada, además estaban dichos policías en la viva también (como decíamos en aquel tiempo). Recuerdo que un día se aparecieron dos policías que habían encontrado un desconocido quitándose los zapatos, y como ellos eran de San Luis, supieron que no era de allí. Fue conducido a la policía y resulta que era Carlos Chaín, coordinador provincial del movimiento 26 de julio en Oriente al cual se subordinaba la policía.
En ocasiones soldados rebeldes de otras columnas que estaban de tránsito en San Luis violaban la prohibición de tomar bebidas alcohólicas y la Policía Rebelde del pueblo intervenía, poniendo las cosas en orden.
Se producen envíos de masferreristas y esbirros a Santiago de Cuba así como traslados de casos no esclarecidos totalmente, según criterio de los compañeros de San Luis. El trabajo de saneamiento y de rehabilitación de los más disímiles elementos antisociales es perseguido por la Policía Rebelde. Pero ésta tiene que enfrentarse con la resistencia de las “clases vivas”, que empiezan a reaccionar contra el nuevo orden y organizan una huelga que paralizó el transporte del municipio. Afortunadamente la comunicación con el mando central de Santiago de Cuba en ese momento ya es buena, por lo que esta situación es trasladada a la capital de la provincia y se reciben orientaciones precisas de parte de Piñeiro, de cómo debía procederse para neutralizar el conflicto e impedir que pudieran trasladarse a otras zonas. Es así como, con mucho tacto, pero a la vez con toda la firmeza que caracteriza al Ejército Rebelde, se conversa con los dirigentes del movimiento huelguístico, resolviendo el problema y evitando que aquello tuviera cualquier efecto.
Este hecho, igual que otros referidos en este trabajo, ilustra muy bien como en el momento en que la revolución destruye la maquinaria burocrático-represiva del estado anterior para implantar un nuevo estado, la clase dominante frente al nuevo orden estatuido intenta boicotearlo, mientras que la clase explotada se esfuerza por crear una nueva organización de este tipo que sea capaz de servir no a los explotadores, sino a los explotados. Esto pone en evidencia la necesidad de poner en juego el apoyo de las masas a las medidas de la Revolución.
En estos momentos  ya el mando central de la Policía Rebelde ha adquirido un nivel superior de organización, teniendo como sede a Santiago de Cuba, despliega una labor más intensa de atención a los puestos de policía de toda la provincia. La orientación oportuna, el chequeo y control personal, además de las ventajas que propicia el dominio del conjunto del proceso, no faltaron aún desde estos inicios. La preparación ideológica y política recibida por nosotros en las montañas del II Frente, es transmitida y empieza a dar sus frutos. La policía se hace cada vez más una policía política, no sólo cumplía un puesto importante en la defensa de la revolución, sino que era también un factor más de consolidación del triunfo.
Lo realizado en San Luis, desconocido  por muchos compañeros,  no constituirá un hecho aislado, a pesar de ser excepcional por haberse comenzado antes de enero y porque fue la primera experiencia de envergadura de la Policía Rebelde en un territorio liberado. Tuvo pasajes memorables la labor policial desarrollada en ese municipio. Es una de las experiencias más ricas que ilustra la seriedad de los cambios operados por nuestra policía en tan difíciles circunstancias. Nos hemos adentrado en el tiempo para estudiar el fenómeno de la policía en San Luis. Ahora es preciso saber qué paso en la Comandancia Central poco antes de enero de 1959 y cómo se estructuró la policía en el resto de los territorios liberados del II Frente.

Los últimos días de la Comandancia Central.


La Comandancia Central en el mes de diciembre de 1958 es ubicada en la Yaya y se moverá mayormente entre Songo y San Luis. Su desplazamiento de Mayarí Arriba obedece a razones tácticas, la necesidad de acercarse a las líneas de fuego, o a la direccion principal debido a que las tropas están librando combates en las plazas más importantes del llano, hará que ella funcione como un puesto de mando avanzado. 1 Estamos en plena batalla de Oriente y desde ella se dirigirán muchas de las más importantes operaciones de esta campaña final.
La defensa y seguridad de la Comandancia en la Yaya siguen estando al cuidado de la Policía Rebelde. La guarnición que ésta bajo su mando organiza las guardias, una en la entrada principal que daba al camino real, otra en el puesto de la policía propiamente dicha y una tercera aproximadamente a kilómetro y medio de la Comandancia, en el abastecimiento de combustible que había al pie de unos árboles frutales.
Esta reserva de veinte o más tanques de gasolina era importantísima para el avance motorizado de una parte del Ejército Rebelde que operaba en esta dirección. Conjuntamente con esta labor, la organización de la Comandancia debía preparar el envío de los hombres que se necesitaban en los diferentes puestos de policía que se estaban construyendo. Esta tarea de ir nutriendo esos destacamentos la compartiría con la escuela de policía fundada ya en Dos Caminos de San Luis, al frente de la cual estaba Enrique González. La responsabilidad de la guarnición aumentaría sustancialmente.
En efecto, el jefe del Frente saldría de la Comandancia sobre el 25 de diciembre para asistir a una conferencia con Fidel. Inmediatamente detrás de él  sale Augusto, que me lleva con él y otros de los oficiales de la C.C. Las operaciones militares que se desarrollaban y las que se avecinaban reclamaban que la dirección de las tropas se acercara cada vez más al teatro de los hechos. Al frente de la Comandancia quedaban los tenientes Ayala y Guerra, fiscales que habían trabajado allí y Rafael Suárez (“Fito”) atendiendo la guarnición, éste precisamente nos narra lo acaecido el día del triunfo: - Yo tenía dos carros que eran de la policía, un jeep y un  Willy pisicorre, un muchacho de apellido Vázquez, de Mayarí Abajo, que había venido con el abogado Hirán Sánchez, había salido de recorrido con un chofer en el jeep ese día, oigo un tiroteo por la entrada de la Comandancia; pensé que habían asaltado la primera posta y preparo al personal que tenía allí, pero al ver que venía el jeep y reconozco al chofer y a Vázquez que venía parado con un San Cristóbal,  cuando llega al frente de la policía hace otro tiroteo, pensé de momento que le había dado un ataque de locura o algo de eso, dijo hasta unas palabras obscenas y que se había acabado la guerra, que Batista se había ido. Ese primer día Ayala mandó a que nos calmáramos y siguiéramos las cosas con cordura y que  estuviéramos cada uno en  su puesto, yo fui para el campamento y situé los muchachos, porque ya por la tarde los muchachos de la guarnición querían ir para sus casas, al oír la noticia esa -.
Empezaba así una lucha por evitar las deserciones, la responsabilidad de guardar la Comandancia con todos los documentos valiosos que contenía, hacía que los jefes se esforzarán por lograr la retención, mientras buscaban información del mando superior. Ayala estaba en espera de las órdenes de Raúl.
Llegó la noticia de que en los pueblecitos aledaños la gente se había tirado a la calle tomando ron. Se estaban produciendo desórdenes en varios lugares. En dos caminos y en la Prueba, todo el mundo en la calle, los vecinos se habían metido en la casas de juegos y habían rotos los billares, para combatir el juego en una forma violenta, dimos instrucciones que no se vendiera mas bebidas alcohólicas, pues elementos maleantes podían aprovecharse de la situación. Se decide prevenir a la policía de Songo, al frente de la cual estaba Francisco Quiala Lopez, (profesor de ingles) y a la de La Maya, en estos dos lugares, más en la Prueba y en Dos Caminos, donde las personas habían llevado la instrucción de que no se jugara al extremo de romper la casa de juego, se orientó prohibir la venta de bebidas alcohólicas. Además se precisaban las formas de tomar el dominio de la situación y evitar que los elementos maleantes se aprovecharan de los desórdenes.
La situación en la Comandancia iría empeorando, Ayala encomienda su cuidado a Fito y le da instrucciones en especial sobre el almacén que contenía zapatos y ropa verde olivo destinadas a la entrada de los rebeldes a Santiago de Cuba, sólo con una orden de Raúl podrían entregarse estos avituallamientos, más de un desagradable incidente tendría que pasar Fito por cumplir estrictamente esta
1 Cuenta Fito que cuando salen para la Yaya, los últimos de salir de la CC fueron Senen Casas y el, al recoger y revisar para que no se quedara nada, vi un par de botas, cuando Senen las vio, me pregunto de quien eran, le digo tienen que ser de Lince  y me dice de Lince o de Ballester que son lo mas regados.




orden, y hasta que no llegó un documento firmado por el jefe del Frente no fue entregado lo que contenía el almacén.
Después que se retiraron Ayala y el otro encargado, se fue produciendo una dispersión gradual, pese a todas las presiones impuestas, algunos simplemente bajaban a los territorios liberados a ver a sus familiares. Pero hubo un grupo encabezado por Fito que quedó hasta el final, venciendo la falta de noticias del mando central y los deseos de bajar al llano. Esto demuestra la fidelidad de aquella guarnición a la misión que la había sido encomendada.
Fito se traslada a Santiago donde ve al jefe de la policía de Oriente que lo manda con Aldo Cigarreta para liquidar las cuentas de la Comandancia con los campesinos y trasladarlo todo a la capital. Pasan los días y no se produce lo planificado y en uno de los frecuentes recorridos que hago, llego a la Yaya y, me asombro de encontrar en ella a aquellos alzados, cuando todo había sido liberado, entonces doy la orden de regresar a la capital para coordinar el desmantelamiento. En este segundo viaje es que se viabilizan los fondos y el envío de los camiones que debían realizar el traslado. Veamos como se produce este último acto según cuenta Fito: -Liquidé todo lo que había en la Comandancia, se cargaron los camiones y lo último que me quedó fue la gasolina. Pagué a todas las gentes que les debíamos algo, unos cobraron, otros no quisieron cobrar y hubo una que tenía un chivo y dijo que no (una señora muy humilde, que posiblemente tendría muy pocos recursos) nos dijo que el chivo ella no lo cobraba todo lo pagamos, el lavado de ropa, las viandas, 1 Quintal de boniato  y 1 de yuca. Lo único que me quedaba eran tanques de gasolina. En La Prueba se había quedado Curí con una pequeña guarnición y a él le entregué esos tanques. Así fue como cerramos la Comandancia, la cerramos y el local se lo entregamos a sus dueños, a los Milanés que no querían que lo limpiaran, me despedí de los vecinos A los muchachos que estaban conmigo los traje para la escuela, se los dejé a Enrique González y arranqué con un chofer que tenía para Santiago y me uní a Ballester en lo que era el Palacio Provincial, frente al Museo Bacardí.
De este modo responsable, el Ejército Rebelde respetaba la Ley que se había implantado en el monte, pagar todo lo que se tomara, se saldaba una deuda que con la precipitación del triunfo había sobrada razón para descuidarla. El capítulo del cuidado de la Comandancia se cerraba con el mismo grado de seriedad con que se había efectuado su custodia a lo largo de toda la guerra.

 

Otras actividades organizativas antes del triunfo de enero.


Después de establecer el puesto de San Luis, el mando móvil de la policía va dejando parejas de policías en pequeños poblados liberados por los rebeldes o abandonados por la tiranía ante su avance. Es así como se dan pasos para dejar constituidos otros puestos, resulta un hecho significativo el que nos relata Alfredo Reyes Trejo: - Tenemos aquí un caso muy interesante, me acuerdo que situamos gente en Borjitas, donde dejamos a los dos hermanos Molina, en Dos Caminos, ya como orden público, y situamos a un compañero que hoy es uno de nuestros combatientes internacionalistas inmortales junto al Che, Israel Reyes “Braulio”, lo situamos en Santa Ana de Auza, de pareja -.
Realmente eran pocas las fuerzas policiales para cubrir tantos enclaves, pero además del gran prestigio de los rebeldes, esta insuficiencia era suplida con el enorme apoyo que recibían de toda la población en los lugares en que eran destacados. Así se correspondía a la actitud responsable ante la tarea de guardar el orden y proteger la ciudadanía.
Por orientaciones de Piñeiro, doy los pasos preliminares para organizar en Dos Caminos una escuela de policías, para la cual se utiliza una casa situada a la salida del pueblo, en la carretera que va para Puerto Boniato. Es situado al frente de ella a Enrique González, compañero que poseía conocimientos militares y experiencias sobradas.
Generalmente los milicianos que se habían sumado a los rebeldes durante los combates eran captados y enviados a esa escuela.
Parto en dirección a Guantánamo (este lugar todavía en manos de la dictadura) para los trabajos organizativos de la policía. En  Jamaica de Yatera,  establezco contactos con los hermanos de “Aníbal”, Atón y Roberto Castilla y  les impongo de las indicaciones dadas por Raúl en una carta dirigida a los jefes de columnas y  conozco a los compañeros que estaban en la policía desde antes, los que incluso llevaban bastante bien las cosas. Luego, realizo un recorrido por Río Frío, contacto con Jorge Suárez en Caimanera, quien estaba realizando un trabajo de guarnición y policial,  ya allí establezco las coordinaciones y luego de una brevísima es                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      expresar su pesar porque no pueda cumplirse la misión tal como se había pensado. Él  dirá: - La guerra se terminará muy pronto y a ustedes no se les ha dado la oportunidad de que organicen la policía en todo el Frente.
Como se ha podido observar, el control rebelde se extendía por gran parte de la provincia de Oriente y la policía se convertía en la práctica, en el medio cada vez más eficaz para ayudar a garantizar ese control de las zonas liberadas. Sin embargo, la complejidad de los problemas que ello implicaba hacían cada vez más necesarios mecanismos, que propiciaran no ya tan solo el control que podía lograrse de forma militar sobre dichas zonas, de un modo uniforme,  sino también disponer de normas comunes de dirección.
Es en base al conocimiento de esta necesidad que se explica mejor la siguiente medida:
La extensión de los territorios liberados por las fuerzas rebeldes del II Frente Oriental hacía necesaria la unificación de su administración civil. A estos efectos, el 16 de diciembre el Comandante Raúl Castro dictó la Orden Militar No. 53 que reglamentaba el sistema de administración municipal. En cada uno de los municipios liberados se designarían tres comisiones de entre aquellos ciudadanos que gozaban de prestigio moral y revolucionario para atender todo lo relacionado con la sanidad, educación, finanzas y abastecimiento de la población civil. Estos comisionados responderían de su gestión ante el Comisionado General de todo el territorio liberado. No hubo un solo jefe rebelde que se negara a cooperar con el mando de la policía en la tarea de reclutar hombres en las distintas columnas del II Frente.
La Policía Rebelde devendría en la mayoría de estos municipios en uno de los instrumentos posibilitadores de la aplicación de esta reglamentación en todo lo concerniente a las actividades de administración civil. Incluso sería algo más, un medio catalizador de la implantación del orden estipulado por la mencionada orden militar y un elemento decisivo de su éxito. Como ya hemos visto en el caso específico de San Luis, la Policía Rebelde asumirá las funciones propias de cualquier administración pública.
Todas estas medidas organizativas de gran alcance y seriedad, indicadores de la futura estructura social que se impondría, demuestran que real e históricamente se pensaba en la posibilidad de una guerra prolongada. El mando de la policía actuaba también en consecuencia siguiendo esta misma lógica, daba pasos para fundar escuelas, organizaba en todas las direcciones puestos policiales, etc.
En este sentido  Alfredo Reyes Trejo recuerda:- No pensamos que la guerra iba a acabar tan rápido, seguíamos preparando a nuestra gente, fortaleciéndola, y dándole armas. Tan es así que a mí la caída de Batista me sorprende en el Alto de la Güira cuando iba a llevar 5 fusiles a los policías nuestros de Baltoni-.
El grado de organización alcanzado por la policía se refleja en la mejoría que experimenta el  mando en la Comandancia de la Yaya, ya tenía una especie de carpeta con oficial de guardia, etc. Los puestos recién constituidos recibían mayor atención, sus armas se ajustaban mejor al desempeño de las tareas y el mando móvil los visitaba para conocer sus necesidades. Por  suerte, había pasado la etapa en que un fusil era una cosa rara, porque las armas arrebatadas al enemigo, obtenidas como trofeos de guerra, llegaban al Frente con mayor regularidad.
Se instituyeron procedimientos para aumentar y mejorar el armamento, además, cuando pedíamos los hombres a una capitanía, el que tenía armas las llevaba, su jefe de compañía no les podía quitar el arma. Recuerdo que había allí un muchacho con una Thomson que le había dado un martillazo a un guardia en un tren y se la había quitado. Nosotros los mandábamos a buscar y ellos venían con sus armas, porque era una orden de Raúl.
Todos estos trabajos organizativos y de control cobrarían otro carácter tan pronto como triunfara la Revolución. Ahora se hacía  lo que realmente las circunstancias permitían hacer.


4. LA POLICÍA REBELDE DESPUÉS DE ENERO.


Los últimos momentos de la gran ofensiva rebelde fueron arrolladores, todo sucedió sin dar mucha tregua a la reflexión, se trataba ahora de avanzar, ocupar todo lo más que se pudiera abarcar y entrar en Santiago de Cuba. La cadena de acontecimientos precedentes apresura la huida de Batista.
En los lugares liberados por el Ejército Rebelde el júbilo lo envolvía todo; el pueblo fue el primero que se lanzó a la captura de los asesinos, que hacían lo inimaginable para escapar de la justicia revolucionaria, y la entrega de chivatos. Se hacía materialmente imposible imponer alguna fuerza para controlar esa situación tan embarazosa. San Luis, La Maya, Alto Songo, Dos Caminos, La Prueba y otros lugares en que se había trabajado para organizar la policía, fueron conmocionados por esta ola.
Salgo con el Capitán Augusto Martínez rumbo al central América para la entrevista de Raúl con Fidel, Raúl había salido antes solo. Llegamos a Palma Soriano, el fuego de los guardias parapetados en el BAMFAI era intenso y no pudimos pasar, aunque aprovechamos para tirar unos tiros.( 1)  Augusto decidió no continuar adelante sino dirigirnos a Puerto Boniato, por San Luis, a encontrarnos con Raúl.
Nos reunimos con Raúl, realmente el lugar exacto no lo recuerdo en el Puerto había personas de otros frentes.2 Desde este lugar observábamos como los guardias corrían de un edificio a otro en la Cárcel de Boniato. Como anécdota,  nos reunimos aquí con Alfredo Reyes Trejo que andaba por otro rumbo, me presentó a Pardo Llada, también estaba el actor norteamericano Errol Flyn, desde donde estábamos en uno de los miradores se veía la Fragata, creo la José Martí en el medio de la bahía, existía un hueco de un cañonazo al parecer de la fragata en el mismo centro de la pared frontal del mirador.(3)
Salimos rumbo al poblado del Cristo atravesamos este y asistimos a la entrevista que tuvo Fidel con Regó Rubido, el jefe militar de Santiago de Cuba, en el Escandel negociando la capitulación.
  1. en Palma  había unos 300 soldados enemigos que hicieron una gran resistencia.
  2. sobre Santiago avanzaban la Columna #1 Jose Marti.3,9 y 10 bajo el mando directo de Fidel
3 Dentro de la bahía estaban 2 fragatas el mando rebelde situó en la entrada de la bahía  cañones sacados a vehículos de trofeos, el enemigo tenia 1 batallón en el Caney,1 batallón en Boniato,1 batallón en la loma de Quintero y un batallón en el cuartel Moncada ,además de fuerzas en varios edificios de la ciudad unos 5,000 hombres ,en la toma de Santiago se emplearían unos 1200 rebeldes,

Se dio la orden a todos los vehículos de continuar hacia Santiago, la marcha fue prudencial hasta el Caney, veníamos en un jeep pequeño detrás. Raúl Castro y Vilma  que abordaron  un auto de dos puertas, creo que un Sedán del cuarenta y pico. En el jeep veníamos Creak , el jabaito, manejando,  Juanito Escalona Regueiro, Augusto Martínez, y yo. Cogimos la carretera, hasta esto nos era extraño, estábamos adaptados a los baches de los caminos reales y el rodar sobre el asfalto era una sensación olvidada. Nos acercamos al Caney,  cuando miré y vi a los guardias encaramándos en el muro del Cuartel, saludando, con las manos dando vivas, creo que hice como los gatos cuando ven un perro, me ericé todo, era sencillamente que al guardia solo lo veíamos como contrarios en los combates. Al parecer el olor de la ciudad o la cercanía influyó de alguna manera, y a partir de allí  aquello fue un maratón a ver quién llegaba primero a la ciudad. Entramos, temprano en la noche, nos encontramos al pueblo de Santiago de Cuba tirado a la calle, con una alegría tremenda. A mí creo que me arrancaron no sé cuantos pelos de la barba. Las  mujeres se tiraban arriba de los carros, arrancaban los brazaletes, nos pedían balas, nos alaban la barba de una forma dolorosa y tuve que encaramarme en el capó de un jeep, valga que una viejita se tiró allí dijo cuatro cosas y parece que las mujeres entraron en razones. Había una especie de locura, era un sueño. La entrada fue una cosa indescriptible, era claro las ansias de libertad que tenía la gente y lo que nosotros representábamos.
La noticia por la radio de la huida de Batista me había sorprendido muy temprano en el mañana, acostado en Soledad de Mayarí. Sencillamente no lo creía y sólo lloré, me llaman a la comandancia, y se da la orden de avanzar sobre Santiago de Cuba, y otras ciudades estábamos, en los finales de la gran ofensiva en toda Cuba.
1 era el día 1ro de Enero de 1959 hubo que acelerarlo todo, cuando se produce el golpe de estado en la capital.
En medio de todo existía un estado de confusión terrible, los miembros de una Columna se entremezclan con las restantes, mientras que los masferreristas caminaban armados por las azoteas y muchos soldados y oficiales de la tiranía, algunos con ametralladoras, huían o esperaban su oportunidad para actuar .Augusto o Piñeiro me habían ordenado acompañar a Fidel en todo el recorrido que hiciera por Santiago, pues cuando entramos a Santiago fuimos para una casa antigua en alto de una tía de Vilma.  Después de estar un rato allí se me envía para el parque Céspedes. Antes habíamos estado con Fidel en la Emisora donde habló. Ya en el Parque Céspedes, Fidel se dirigió a la población, pero por el ruido que hacían los tanques el público no lo oía y él los mando a callar. Cuando estaba hablando pregunto por Raúl, se vira para atrás y pregunta si hay alguna de la gente de Raúl, yo le digo que si, me pregunta si sabía dónde estaba y le respondo afirmativamente, entonces me manda a que lo busque. Bajo la escalera, se va conmigo un hombre joven de pelo claro, gordito, vestido de militar de la tiranía, que todavía hoy me pregunto quién seria. Al llegar a la casa de la tía de Vilma,  esta me abre la puerta, después supe era en el callejón del Carmen en los altos de la Levadura  Frestman, le comuniqué a Vilma  el mensaje de Fidel a Raúl, este sale los dos nos encaminamos al parque, era 4 ó 5 cuadras. En el corto trayecto Raúl me pregunta que yo iba a hacer en lo adelante. Yo le contesté, pues ahora que la Revolución ha terminado y yo he cumplido con mi patria, pienso irme para el garaje a trabajar con el viejo. Al escuchar esto se detuvo, él estaba en la acera y yo debajo en el contén, me pone una mano en el hombro y me dice, ahora es cuando no podemos abandonar la lucha, ahora viene la parte más difícil, ahora es que comienza la Revolución, hasta aquí hemos hecho lo más fácil, queda lo verdaderamente difícil. Yo solo pensé,  coño si esto ha sido fácil lo difícil será de madre. No pudimos seguir conversando pues se nos acercaron unas muchachas, que increíblemente a pesar de mi pelo y barbas largas una me reconoció, había sido condiscípula mía  en los Colegios Internacionales del Cristo, quisieron que Raúl y luego yo le firmáramos un autógrafo y yo firme el primer autógrafo de mi vida. Al llegar donde se encontraba Fidel ambos conversaron y partimos para una casa en la entrada de Vista Alegre donde comimos, una paella el dueño se llamaba Ferreiro, cuando se retiro la gente   Juanito Escalona me invitó a dormir en su casa cerca del Zoológico, a pesar de su buena voluntad de ofrecerme la habitación de su hermana con una mullida cama, me sentí mejor durmiendo en el suelo, por falta de costumbre.
Al contactar de nuevo con Reyes Trejo me cuenta que no había podido cumplir con la misión de acompañar a Fidel porque se le fue de las manos y que estuvo cinco días deambulando hasta contactar de nuevo con Raúl, que éste lo había enviado a que se hiciera cargo de una tropa que había en Artes y Oficios, donde había estado ya yo, que permaneció allí escasos días hasta que lo llamó Belarmino Castilla, entonces jefe del Regimiento, para que se hiciera cargo del edificio del Gobierno Provincial, ocupado por gente de la Milicia del M-26 de Julio de la ciudad.
La ocupación de este local no se realiza exenta de momentos de tensión que ilustran precisamente el estado de confusión reinante, analicemos lo que cuenta Trejo: - Llegamos allí, la misión nuestra era ocupar aquel edificio para la policía y desarmar a todos los milicianos, les hablamos. El Palacio Provincial tiene unos pasillos arriba, unos salones que se ven desde abajo y ellos estaban arriba, eran bastantes milicianos armados todos con buenas armas, armas automáticas y yo les dije: Compañeros, yo soy el jefe de esto ahora, vayan bajando y pongan las armas ahí, en ese rincón, ellos se miraron y empezaron a cuchichear, al momento bajaron y depositaron todas las armas allí, yo les dije que el que quisiera quedarse se quedara, entonces bajó el jefe que era el compañero Rey y me entregó el mando de aquello -.
Reyes Trejo dará algunos pasos organizativos en lo que será la Estación de Policía de Santiago de Cuba, que funcionará precisamente allí, en el edificio del Gobierno Provincial.

 Primeras medidas de estructuración de la policía.


Luego de los turbulentos primeros días que siguieron al triunfo, en la capital Oriental las fuerzas revolucionarias empiezan a establecer mecanismos de organización militar y política. En el gobierno es designado al Capitán Carlos Chaín como Comisionado Provincial del Movimiento 26 de Julio. En el edificio que sería de dicho gobierno y funciona un grupo de policías.
Yo había sido citado por Raúl  a través de Juanito a la casa de Ruiz Bravo, al llegar  y verme, le indicó a Húbert Matos que  fungía como ayudante de él, que  yo estaba ascendido a capitán y que fuera y tomara la escuela de  Artes y Oficios. Entonces comencé a simultanear las dos cosas, esto y la policía.
El 6 de enero estando en la casa de Juanito Escalona, donde paraba desde la entrada a Santiago, dictando las primeras instrucciones referentes a la organización de la policía a una compañera del III Frente que servía de oficinista, Leda López, mi cuñada en ese momento recibo una nota  por escrito de Raúl y una carta de nombramiento como Jefe de la Policía de la provincia y que me ponga bajo las órdenes del Comisionado y Coordinador Provincial del 26 de Julio en Oriente. Dos días después tengo una entrevista con Chaín, que despachaba en una oficinita especie de una barbacoa en casa de Anita Céspedes o de los Cespedes cerca del Pikin Chiken, en el Reparto Sueños, me indica realizar un recorrido por toda la provincia enconmendandome así mismo que dejará estructurada la policía en toda esta vasta zona.







EJERCITO REVOLUCIONARIO “26 DE JULIO”
SEGUNDO FRENTE ORIENTAL “FRANK PAÍS”
COMANDANCIA CENTRAL





Cap. Ballester:

Ponte  bajo  las  órdenes  del  Comisionado  y  Coordinador Provincial  del  M-26-7  quien  te  dará  instrucciones referente  a  tu  trabajo.



Raúl Castro Ruz
Enero51957











EJÉRCITO REBELDE
JEFATURA PROVINCIAL DE ORIENTE



Yo, RAÚL CASTRO RUZ, Comandante Jefe de las Fuerzas Conjuntas de Oriente,



H A G O    C O N S T A R:

Que el Capitán ALFREDO BALESTER PARRA, se encuentra prestando sus servicios, a las órdenes del Comisionado Civil de Oriente, en los trabajos de organización de la Policía Rebelde en todo el territorio de esta Provincia, por lo que se interesa de los Mandos Militares de la misma, le presten toda la cooperación y ayuda que precise, poniendo a su disposición los Miembros del Ejército Rebelde que fueran necesarios al cumplimiento de su función.
Y para constancia se extiende el presente en Santiago de Cuba, a los ocho días del mes de Enero de mil novecientos cincuenta y nueve.

POR EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN.




Raúl Castro Ruz
Comandante Jefe
Fuerzas Conjuntas de Oriente








EJÉRCITO REBELDE JEFATURA PROVINCIAL DE ORIENTE.




POR CUANTO: Para la mejor atención de las funciones atribuidas al Comisionado Civil de esta provincia, es necesario ordenar los traslados que sean menester, entre los miembros de nuestro Ejército.
POR TANTO: En uso de las facultades que me están conferidas,
R E S U E L V O:
PRIMERO: Trasladar al capitán Alfredo Ballester Parra, a las órdenes del Comisionado Civil de Oriente, para que atienda todo lo referente a la organización de la Policía Rebelde.
SEGUNDO: Que se comunique la presente Resolución al trasladado y al Jefe de la Unidad Militar donde el mismo venía desempeñando sus servicios, a los efectos pertinentes.
Dado en Santiago de Cuba, a los ocho días del mes de Enero de mil novecientos cincuenta y nueve.
POR EL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN,



RAÚL CASTRO RUZ
Comandante Jefe
Fuerzas Conjuntas de Oriente



Llego al Edificio de Gobierno y establezco contacto con Reyes Trejo, me traslado a la planta superior ocupando un ala del edificio del Palacio, donde se valen de un grupo de compañeras para dejar constituida la Jefatura Provincial de la Policía Rebelde. Esas compañeras, procedentes de la clandestinidad, se dedicarían al trabajo de la mecanografía, de los archivos y aún de la carpeta, ellas laboraban con carácter voluntario. Por primera vez en nuestro proceso revolucionario eran utilizadas mujeres en la policía, la primera fue la compañera Gloxinea Mariño (la Rubia) que había regresado del exilio y se sumergió con alma y corazón en estas tareas con una eficiencia tremenda.
Desde aquella oficina, en el edificio del gobierno, próxima a la de Carlos Chaín, se darán algunos pasos organizativos. Como ya he dicho me traslado al  II Frente, que es el momento en que me encuentro con Fito todavía alzado en la Yaya, y traigo para trabajar conmigo a gentes de mi confianza ,luego contacto con mi compañero del frente .Amel Escalante Colas ,mando a buscar a los compañeros LuisdelMazo,JuanBeltránTamames,ñiquitomichoferRaul y otros………………………………..
El desconocimiento de los problemas administrativos provoca que se utilicen diversos miembros del aparato de la policía anterior para obtener información sobre su estructura y funcionamiento, y en algunos casos, se les puso a trabajar en las tareas de carpeta. Al principio en una reunión en la oficina que había sido de Chaviano ahora de Piñeiro, donde participa  Belarmino Castilla,(Aníbal) y otros jefes se me entrega al Comandante de la policía anterior y jefe de Santiago,  de apellido Aza, un tipo alto gordo con la cara llena de hoyos de un acné juvenil severo, a mí el encargo no me gusta mucho, pero esto dura poco pues al otro día le salen al personaje un sin número de acusaciones hasta de asesinatos .este individuo trato de colarse en la revolución, pero era un connotado asesino ,fue juzgado y ajusticiado
Queda establecido el mecanismo de dirección central, yo como Jefe, Alfredo Reyes Trejo como Segundo al mando y el compañero Luis Del Mazo de Jefe de Despacho y Amels Escalante como inspector territorial, mientras que el resto de las milicianas atenderían las cuestiones de oficina. En los bajos del edificio gubernamental funcionaría una estación de policía que atendería el trabajo operativo, a la manera de un grupo de guardias. El alma de este grupo de abajo era la compañera Gloxinia Mariño (la rubia). Ella había regresado del exilio inmediatamente despues del triunfo

 

Tareas emergentes.

Santiago, había dejada detrás hacia muy poco tiempo  el estruendo de las bombas en las noches de calles desiertas ,el olor a pólvora, la espera angustiosa de lo que va a pasar después de la detonación, el lamento de las sirenas en los aparentes quietos amaneceres, el asesinato de sus hijos  el ruido de cristales rotos de las vidrieras, el toque de queda, las patrullas de los odiados uniformes azules y amarillos, la tensión de los disparos asesinos en las madrugadas calurosas, querían doblegar la ciudad con el miedo y el terror, pero no lo lograron ,ahora  era  el tiempo del pueblo, del ruido periódicos de los disparos justicieros  de los milicianos del 26 de Julio y los rebeldes capturando a Masferreristas  chivatos y asesinos fugitivos, se sucedían a diario en cualquier lugar de la ciudad,  los uniformes verdes olivos con las barbas  y los pelos largos escondiendo rostros juveniles decididos, aprendiendo a andar en el asfalto  por nuestra parte una visita detrás del Lido Club del  recién estrenado  presidente Urrutia, con Diaz Lan, jefe de lar fuerzas aéreas,  la boda de Raúl y Vilma la alegría de la gente ,era como el despertar de una larga y angustiosa pesadilla, tal era el panorama que vivíamos.

 En aquellos días vivíamos momentos de real convulsión a consecuencia de la guerra que acababa de terminar, l. A cada rato se formaba un tiroteo en cualquier lugar y uno sabía que era que se estaba produciendo la captura de uno de esos                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                mpesinos, se actuó de inmediato y se desarticularon estos grupos.
A estas escaramuzas con la contrarrevolución, en las ciudades había que sumar los desórdenes públicos, los borrachos, los rebeldes que tomaban bebidas alcohólicas y no eran controlados por la Policía Militar Revolucionaria. En el barrio de Barracones a cualquier hora se me llamaba por la micro onda, que un rebelde con tragos de más, se le detenía por la policía, había que correr para allí, el cuadro por lo regular siempre era igual, este fusil me lo dio el Comandante fulano de tal y si no es a él no lo entrego y el que lo quiera tiene que cogerlo por el cañón, teníamos que hacer prodigios de nuestras posibilidades de persuasión para que el compañero nos acompañara y evitar cualquier uso de violencia, los escándalos y sobre todo el incremento exorbitante de las violaciones de las leyes del tránsito y de los accidentes automovilísticos.  Para la atención de los casos que con carácter urgente iban llegando a la estación de la policía del Palacio, no se contaba con personal calificado, ni capacitado, que levantara las actuaciones y realizará toda la serie de procedimientos jurídicos que el trabajo policial requería. Es por eso que se decide mantener aquellas carpetas de la policía anterior, a los que se le había comprobado no estar involucrados en hechos de sangre. Se utiliza el mismo calabozo para encarcelar los casos que lo exigían. Ya habíamos organizado en los pocos vehículos de patrullas que heredamos las rondas nocturna por toda la ciudad, me habitué a estas rondas nocturnas, y los amaneceres en la plaza del mercado en la fonda de chinos el Pacifico, con su arroz frito, los plátanos maduros y el bistec de palomilla que por  todo el día me encontraba soñoliento
Con estos elementos comenzará el aprendizaje de la Policía Rebelde en el marco de una gran ciudad como era Santiago de Cuba. La garantía del orden público, la persecución, etc. de los grupos armados ocuparían casi todas sus energías, haciendo que las 24 horas resultarán insuficientes para enfrentar tanto trabajo. Aunque estas de ahora eran las mayores responsabilidades que había tenido que enfrentar la Policía Rebelde, aún quedaban otras menos importantes.

 

El Mando de la Policía.


Subordinado verticalmente al Gobierno Civil Provincial del “Movimiento 26 de Julio  máxima jerarquía civil de la naciente administración creada por el Ejército Rebelde, el mando de la policía tiene ante sí la tarea de extender la organización policial al resto de la provincia. Ya no tiene la preocupación de la atención de los numerosísimos casos de desórdenes y actividades delictivas que se producen en la capital donde la estación de la policía establecida en ella funciona bastante eficaz bajo el cuidado de Reyes Trejo.
Existían numerosos puestos policiales cuyos encargados habían sido designados por los jefes de las unidades rebeldes que habían tomado los poblados donde ellos operaban, otros lugares donde el mando móvil tampoco había instituido la policía, como por ejemplo Mayarí y Guantánamo, por lo que se hacía necesario unificar todos estos puestos en una sola estructura. Lo primero que se impone es efectuar un recorrido de reconocimiento todo lo más amplio posible.
En aquella etapa la antigua provincia de Oriente estaba dividida en su organización militar: el primer Distrito Militar (DM) de Santiago de Cuba y el DM 7 de Holguín. Aunque no se tomó parte en la organización militar de este último distrito, el Comisionado y el Jefe de la Policía,  con nosotros viajaron Doulefeux ayudante de Chaín y Ramonita Ruiz Velasco, que fungía como secretaria también de éste, en uno de los primeros viajes de recorrido se llega hasta Holguín, se intercambian opiniones con Delio Gómez Ochoa Jefe del 7. Distrito Militar y el Delegado del 26 de Julio, se efectúan coordinaciones y se establecen relaciones. Posteriormente uno de los puntos visitados por el inspector de la Policía Rebelde, Amels Escalante, pertenecería a la costa norte oriental, de modo que en esto como en otras cosas se estudiaba minuciosamente el terreno para dar pasos firmes. Además estamos en los momentos iniciales de tanteos y ajustes organizativos.
Estos primeros recorridos permiten conocer a los nuevos jefes de policía, establecidos unos por aquel mando móvil y otros por el mando de las fuerzas rebeldes, e indagar sobre sus necesidades y problemas más candentes. También los jefes de puestos reconocieron a su jefatura provincial y fueron impuestos de su organización, entre las que estaban, informar por escrito o verbalmente de todo lo ocurrido en sus jurisdicciones a la capital. Así conjuntamente con las indicaciones  impartidas, en cuanto a su funcionamiento, el mando tenía la información que se necesitaba para desarrollar su trabajo de dirección.
A consecuencia de los tanteos organizativos y ciertas indefiniciones, en la base existía todavía incertidumbre respecto al mando que debía obedecerse, según puede observarse en las anotaciones de uno de mis informes del recorrido. Incluso había problemas a ese mismo nivel con el mando de las Columnas Rebeldes, las que en muchos casos suministraban las provisiones y la ropa a los puestos policiales. La subordinación de estos en el aspecto militar se producía a la instancia de esa Columna, mientras que recibían orientaciones técnicas y administrativas de parte de la Jefatura Provincial de la Policía, que a su vez articulaba directamente con el Comisionado del 26 de Julio.
Era lógico, por lo demás, que existieran tales indefiniciones a causa precisamente de esa difícil articulación político-militar, en un momento en que el Estado Revolucionario daba justamente sus primeros pasos en un país recién liberado.
El trabajo de dirección y la incansable actividad desplegada por el mando de la Policía Rebelde debían allanar muchas de estas dificultades iniciales. Era necesario ampliar las vías de información mutua entre dicho mando y los puestos de Policía, así como también tenían que entrar en juego mecanismos de control más rigurosos. A fin de cumplir este último objetivo se hacen más periódicas las visitas de chequeo y control de las dependencias y se decide crear un cuerpo de inspectores policiales. A mediados de enero hablo con Amels Escalante Colas para que trabaje en la policía e inmediatamente se produce su designación y nombramiento oficial de Inspector General de la Policía Rebelde en toda la provincia. Este describe así su actividad: - inmediatamente Ballester me explicó que tenía que hacer un recorrido por la provincia para ver en qué situación se encontraban las diferentes unidades de la policía y que al regreso le hiciera un informe, después de esto Ballester me dio un carro, recuerdo que era un Chevrolet año 1952, con él partí hacía San Germán, era el primer puesto de mi recorrido. Allí me identifiqué con el compañero que se encontraba al frente de la unidad, le hice las preguntas necesarias de acuerdo al trabajo concreto que debía realizar y luego de un recorrido por las instalaciones salí rumbo a Manzanillo, que era el segundo puesto planificado. En este pueblo realicé el mismo trabajo, incluyendo la visita a la cárcel de la localidad. No recuerdo por qué razón, pero de Manzanillo regresé a Santiago donde confeccioné el informe pedido por Ballester. Estas actividades debieron realizarse a finales de enero o principios de febrero de 1959. Puedo añadir que en mi salida del cuerpo de policías no medió documento alguno, sino que todo fue verbal. Además, si mal no recuerdo el entonces Comandante Jiménez Lage había sido recién nombrado Jefe de la Policía en la provincia de Oriente, pero yo casi no tuve contacto con él en este trabajo. Por eso es que no me es posible dar detalles de la organización existente y de sus escalones de mando.
Aunque el cuerpo de inspectores fuera efímero, es un indicador del aumento del control policial. También aumenta la cantidad de información recíproca. Se cursan circulares detallando masferreristas o asesinos prófugos, órdenes de prohibición de determinadas actividades, etc. En sus recorridos de observación de los puestos policiales, el Jefe de la Policía informa al Comisionado Civil del “26 de Julio” los siguientes aspectos inspeccionados en estos: Cantidad de agentes, aprovisionamiento, organización de oficinas y cocina, comportamiento, aspecto personal de los agentes, orden del pueblo y áreas y parques.
La organización de la policía marchaba hacia su consolidación.

 

Formas Organizativas.


En efecto, el conocimiento de los diversos puestos y establecimientos policiales es ampliado por los recorridos y visitas de inspección. Eso permite ir moldeando las formas organizativas existentes para crear una estructura más definida que englobara todas estas dependencias y estableciera mejor tanto las relaciones entre ellas como con la jefatura central. Era más práctico adoptar las formas tradicionales que aventurarse a inventar otras, por lo que se decide por la variante más funcional.
La policía estaba organizada en Delegaciones y Sub.-delegaciones según puede verse en los anexos. Por ejemplo, a la Delegación de San Luis estaban subordinadas algunas Sud-delegaciones como las de Santa Ana de Auza del Central Borjita y la de Dos Caminos. Nosotros la policía la organizábamos con la misma estructura que existía, que tenía allí el régimen anterior. No hicimos una estructura nueva, o sea, creo que en esa misma forma estaba organizada la policía de Batista, aquella forma la cogimos y la adaptamos.
Desconocemos a qué principio jerárquico exactamente respondía esa estructura, pues no hallamos razón suficiente para la inclusión de enclaves tan importantes como Alto Songo y La Maya en la misma categoría de sub-delegaciones que tenían Santa Ana y Borjita. Parece que esta denominación al igual que la de los distritos que nos encontramos en la etapa antes de 1959, respondía al traslado de la forma organizativa policial existente a las nuevas condiciones. De acuerdo con esta estructura estaban organizados el resto de los establecimientos policiales, como Cueto, Palma, Baltoni, Guantánamo, Caimanera, Santiago de Cuba, etc., hasta en el extremo este de la provincia fue establecida una Jefatura de Policía. A todos llegaría la actividad de control y orientación del mando central. El nivel de organización de estos puestos iría aumentando paulatinamente del mismo modo que la pericia en el desempeño de sus funciones. Esto puede inferirse a partir de la observación de los documentos anexados y en el de los testimonios usados para la confección del presente trabajo. Pero hay un hecho de más valor, la calidad humana y la moral del cuerpo que hacía que los policías no fueran sólo respetados, sino también queridos por el pueblo. En esto intervenía el que los mismos policías del monte fueran los que ocuparan estas plazas, su sola presencia prestigiaba el cuerpo ante el pueblo.

 

Las escuelas de la policía.


Hemos visto que desde sus primeros días de existencia la Policía Rebelde empezó a ser preparada, militar y políticamente, mediante las escuelas de infantería existentes en el II Frente.  Antes del 1ro. de enero se habían dado los pasos preliminares para fundar escuelas para policías.
Precisamente ahora se hacía aún más patente la necesidad de nuevos establecimientos dedicados en lo fundamental a la preparación de agentes policiales. Aunque el énfasis seguía descansando en todo lo relacionado con la infantería y los ejercicios propios del soldado, se trataba de relacionarlos con los aspectos que debían observar los policías en su trabajo, además las escuelas de la policía se convertían en la práctica en un medio para aumentar el bajo nivel de escolaridad de los soldados que se preparaban para esta nueva labor.
Para conseguir estos objetivos son estructuradas las ya existentes Escuelas para la Policía Rebelde de Jamaica y Yateras, a cuyo frente es designado Roberto Reyes Trejo, y de Dos Caminos en San Luis, dirigida por Enrique González Candelario.
Se crean condiciones para fortalecer estos elementos, tales como reforzar sus instructores, procurar una base de estudio y atender sus necesidades materiales. Con los grupos de combatientes que salían de estas escuelas de adiestramiento militar y de instrucción policial fueron cubriéndose las demandas de policías de los puestos policiales situados en los más apartados puntos de la provincia e incrementándose los restantes.
Pese a que en ellas no se impartirían programas especializados en materias policiales, sino que la preparación fundamental de los soldados descansaba en las cuestiones de infantería y táctica, se instruía en sentido general en cuanto a la misión específica que debían realizar los futuros policías una vez que fueran destacados en los poblados o ciudades. Se educaban en el comportamiento que debían tener los agentes ante las más diversas situaciones a enfrentar.
Estas escuelas, unidas a la educación directa ofrecida por el mando de la policía en sus frecuentes recorridos, eran un factor más que intervenía en el proceso de adquisición de un espíritu de cuerpo por parte de la policía y en su concepción y fortalecimiento. Esto contribuye a que la función restringida a cuidar el orden alcanzado mediante las mismas armas rebeldes que habían obtenido el triunfo, se fuera ampliando hasta desembocar en una función mucho más compleja para la que la Policía Rebelde se había estado preparando largamente.

Nueva misión de la Policía Rebelde.


En los lugares en que fueron establecidos sus puestos, la Policía Rebelde amplía a cabalidad la función de garantizar el orden público. Importantes plazas estaban aseguradas gracias al celo mostrado por estos agentes, e incluso esta labor se extendía a la protección de enlaces económicos como el central azucarero de Borjitas. La lucha contra los vicios y las lacras heredadas de la sociedad burguesa,  entre los que se destacan la prostitución, el alcoholismo, los juegos ilícitos y la plaga de delitos comunes pasaba ahora al primer lugar de la atención de la Policía Rebelde. Aunque se actúa continuamente para capturar masferreristas o esbirros que son informados como cautivos, interesa sobre todo sanear la sociedad de todas las miserias para propiciar que crezca la nueva vida.
En pocas palabras, esto es responsabilidad de todo el Ejército Rebelde y de la Administración que se va conformando y de todas las fuerzas revolucionarias. La policía iba cobrando conciencia de su nueva y profunda misión, ésta no consistía ya sólo en la garantía del orden público, sino la posibilidad de creación de un nuevo orden.
Alcanzada con sangre y fuego la liberación, se hacía imprescindible trabajar incansablemente por la libertad. Tal era la misión difícil pero necesaria a la que debía contribuir en gran medida el cuerpo de la Policía Rebelde. Sin la fuerza de las armas y sin estos destacamentos armados con funciones especializadas no se podrían iniciar las transformaciones que aquella sociedad pedía a gritos y que la Revolución no tardaría en emprender.

 

Camino y fin de la Policía Rebelde.


Por supuesto que el camino para realizar esta misión no estaba allanado, hemos visto como en San Luis  algunos propietarios reaccionaron contra el orden establecido por los rebeldes y trataron de desencadenar una huelga que hubiera podido traer funestos resultados. De igual manera en Santiago de Cuba  la reacción interna se movía constantemente tratando de organizar un movimiento de resistencia para detener los cambios o al menos para intentar ponerle límites. El clero es uno de los factores de mayor reacción, se hablaba de salir en especie de una procesión religiosa de protesta.
Estamos frente a uno de los primeros síntomas con los que se manifiesta la lucha de clases en este tipo de proceso. El resto de las clases dominantes a las que se les destruía su aparato burocrático-represivo reacciona para tratar de establecerlo. Las armas rebeldes ya están más organizadas y las patrullas militares, conjuntamente con la labor de la policía, contribuyen a neutralizar algunas situaciones. Además la Revolución triunfante es respaldada por los más diversos sectores sociales y pronto dará los primeros pasos para movilizar las grandes masas populares a fin de neutralizar las maniobras de estos sectores reaccionarios, cuestión esta que comunico de inmediato a Piñero que me da indicaciones concretas al respecto y esta situación no se produce.
Se hace visible la necesidad de mecanismos que atendieran estos delicados problemas y que actuaran para solucionarlos. Se produce una reunión con los principales jefes militares en el antiguo Cuartel Moncada a la que asisto,  en calidad de Jefe de la Policía de Oriente, presento un informe al Comandante Belarmino Castilla que sustituye en esos momentos al jefe de las Fuerzas Conjuntas, comandante Manuel Piñeiro de un conjunto de problemas surgidos y de situaciones que venían gestándose.
Recibo indicaciones de “Anibal”, pero luego al regreso de Manuel Piñeiro  establezco un contacto más directo con él  para enfrentar estas situaciones, salgo de la policía sin mediar ningún documento oficial del mismo modo que mi entrada y tampoco le entrego el mando a nadie.
Es así como soy designado jefe de un aparato de control al que se le da el nombre  inicial de Departamento de Control, después Departamento de Información,  S-2, luego G-2 y  por ultimo DIER, que seria  el embrión de lo que mas adelante seria el Ministerio del Interior que emprendería una lucha incesante sin tregua contra el enemigo de nuestro pueblo el que se a mantenido a través de largos años. Me traslado a la Habana por órdenes de Piñeiro donde hago contacto con Ramiro Valdés, el que me provee de dinero y un oficial que me acompaña en la adquisición en comercios del genero de cámaras fotográficas y otros medios para la nueva tarea, así como me orienta los pasos de la misma. Pienso que también este Departamento jugó su papel, pero esto es otra historia
El actual General de brigada Amels Escalante recuerda cómo se dio a la búsqueda de compañeros con qué estructurar ese Departamento y la organización de un archivo de datos para llevar a cabo un mejor control. Una vez avanzado el trabajo organizativo, se enfrentarían dos líneas de trabajo claramente definidas: Actividades contrarrevolucionarias de índole político y actividades delictivas comunes.
Entre los casos más notorios seguidos y resueltos por aquel incipiente aparato están los siguientes:
La búsqueda y captura de “Papito biberón”, connotado asesino de Santiago de Cuba, capturado en una de las casas aledañas al Cuartel Moncada.
El apresamiento del individuo que lanzó una granada de manos en la peregrinación que se efectuó en el año 1959 a la Iglesia del Cobre.
La desarticulación de una red de traficantes de marihuana en la zona del puerto de Santiago.
La captura de un grupo de jóvenes, algunos excombatientes rebeldes y otros civiles, que pretendían dirigirse a Santo Domingo para organizar un movimiento guerrillero.. En los primeros meses de la revolución algunas personas organizaron por su cuenta expediciones para ir a luchar contra  gobiernos dictatoriales del Caribe. Entre sus integrantes se encontraban desde jóvenes románticos e irresponsables hasta aventureros    Estas expediciones se organizaron sin el reconocimiento del gobierno y fuera de la ayuda internacionalista que le brindo a pueblos hermanos la revolución desde sus primeros momentos con un alto sentido de la responsabilidad y la solidaridad. . 


Como puede apreciarse, este mecanismo continuará la labor enfrentada por la Policía Rebelde en lo concerniente al establecimiento del orden revolucionario después del triunfo. Pero más tarde se especializará en las tareas de índole político y al fundirse con otros órganos daría lugar al G-2.  El DIER y la policía se fundirían más adelante para convertirse en parte integrante del Ministerio del Interior (MININT).

La policía Nacional Revolucionaria.


Pero ya estamos en el mes de febrero y la policía adquiere una organización nacional. Es precisamente en este mes cuando se funda la Policía Nacional Revolucionaria, cuyo primer jefe fue el Comandante Efigenio Amejeira y el jefe del primer distrito militar de Oriente el Comandante Manuel Piñeiro quien traslada a Reynerio Jiménez Lage de la capitanía de Bayamo a la Jefatura Provincial de la Policía, en Santiago de Cuba.
Es precisamente en ese momento cuando se produce el cambio de uniforme, los agentes de la Policía Rebelde cambian el uniforme característico de todos los soldados rebeldes por el de la policía con especificaciones propias. Hasta ese preciso instante existe la Policía Rebelde, pionera de nuestra actual policía y uno de los principales puntales de los que ella se nutriría.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.   Bosquejo Histórico de la Policía Rebelde. II Frente Oriental “Frank País”. Folleto Inédito.

2.   Para una Historia de la Policía Rebelde de Teresa Valdés y Andrés Vallin. Revista Moncada. C. De la Habana: Año XII, número 2, Junio 1977.

3.   Historia de la Columna 20 “Gustavo Fraga” (Primera versión).

4.   Fuerzas Aéreas Rebelde Segundo Frente Oriental “Frank País”. Comisión de Historia.

5.   II Frente Oriental “Frank País”. La Habana: Dirección Política de la FAR.

6.   El II Frente Oriental “Frank País”, Oscar Reyez: Revista Bohemia, 11/ 3/ 78.

7.   Un Congreso en tierras liberadas.  Juan Chongo Leyva:  Rev. Bohemia, 29/ 9/ 75.

8.   Refugio  y Combate. Raúl Menéndez Tomassevich y José Angel Gárciga Blanco. Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1996.

9.   Entrevistas realizadas a:
·      Álvarez, Andrés: Policía Rebelde.
·      Beltrán, Juan: Policía Rebelde.
·      Cisneros, Leocadio: Policía Rebelde.
·      Escalante Colas, Amels: Inspector Policía Rebelde.
·      González Blanco, Miguel Ángel: Policía Rebelde.
·      Pérez Pérez, Manuel: Policía Judicial.
·      Reyes Carbonell, Maximiliano: Miembro C.C.
·      Reyes Trejo, Abelardo (Nike): Policía Rebelde.
·      Reyes Trejo, Alfredo: 2do. Jefe Policía Rebelde.
·      Suárez, Rafael (Fito): Jefe Seguridad Policía Rebelde de C.C.
·      Entrevistas a miembros de la Col # 17




1 gente que vivió de la politiquería






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