martes, 25 de septiembre de 2018

La yagüita



 Se celebraría el Primer Congreso del PCC y yo había sido seleccionado como delegado por el Cuerpo de Ejército de Holguín, y nos fuimos a Santiago de Cuba después de una emotiva despedida de la población en la estación central de trenes.
 Abordamos un coche que tenía un letrero que me llamó la atención: decía MINFAR Baracoa, lo que tendía a confundir, pero lo que señalaba era que el vagón estaba destinado a ambas delegaciones. Arrancó el tren y se impuso de inmediato el carácter nacional: nos pusimos a buscarle la boca a los baracoenses.
 Resulta que yo soy de Guantánamo y siempre estaba con estas bromas del regionalismo, por el aislamiento que antes tuvo este lugar: que si los baracoenses rompían cocos con las manos, que si montaban en buey y, así, todo relacionado con el coco. El comandante Pancho González estaba cantando rancheras, de momento se me sentó al lado y me dijo: “estos salaos creen que me están vacilando haciéndome cantar rancheras y quien los está vacilando soy yo, a ti si te voy a cantar aquí bajito las últimas que me aprendí” y me disparó una sarta de rancheras de los Tigres del Norte. Entre ranchera y ranchera las bromas con los baracoenses seguían. Devorábamos kilómetros en aquel tren especial, ya las bromas estaban al rojo vivo, entonces se paró Carlos Cruz Samada, el más viejo y serio de todos nosotros,  muy solemne, mirando a todos, yo pensé que nos iba descargar y dijo: “bueno, ya está bueno de fastidiar a los compañeros, ustedes están equivocados, pues ya Baracoa está saliendo de su atraso, está progresando, hasta una fábrica de helado pusieron, un Copelita con barquillas y todo, fíjense que un campesino amigo mío bajó de la loma al pueblo y al regreso le decía a su mujer: “Cacha, ya pusieron una fábrica de cucuruchitos fríos y son tan ricos que hasta la yagüita de afuera se come”.
 Aquello, como es de suponer, se fue abajo: “hasta los baracoenses se rieron”.
 (El cucurucho de Baracoa es un dulce de coco, a veces ligado con piña que se envasa en un recipiente de yagua)

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